|| Críticas | ★★★☆☆
La historia de Jim
Arnaud Larrieu, Jean Marie Larrieu
El buen padre
José Martín León
ficha técnica:
Francia, 2024. Título original: Le roman de Jim. Dirección: Arnaud Larrieu, Jean Marie Larrieu. Guion: Arnaud Larrieu, Jean Marie Larrieu, Antoine Jaccoud (Libro: Pierric Bailly). Producción: Kevin Chneiweiss, Rémi Burah, Olivier Père. Productoras: SBS Productions, arte France Cinéma, Canal+, Ciné+, Entourage Sofica 2. Fotografía: Irina Lubtchansky. Música: Bertrand Belin, Shane Copin. Montaje: Annette Dutertre. Reparto: Karim Leklou, Laetitia Dosch, Bertrand Belin, Noée Abita, Andranic Manet, Sara Giraudeau, Mireille Herbstmeyer, Sabrina Seyvecou.
Francia, 2024. Título original: Le roman de Jim. Dirección: Arnaud Larrieu, Jean Marie Larrieu. Guion: Arnaud Larrieu, Jean Marie Larrieu, Antoine Jaccoud (Libro: Pierric Bailly). Producción: Kevin Chneiweiss, Rémi Burah, Olivier Père. Productoras: SBS Productions, arte France Cinéma, Canal+, Ciné+, Entourage Sofica 2. Fotografía: Irina Lubtchansky. Música: Bertrand Belin, Shane Copin. Montaje: Annette Dutertre. Reparto: Karim Leklou, Laetitia Dosch, Bertrand Belin, Noée Abita, Andranic Manet, Sara Giraudeau, Mireille Herbstmeyer, Sabrina Seyvecou.
La película cuenta con varios aciertos para que su historia se sienta veraz y cercana. Ambientada en un entorno rural, el de las comarcas del Jura, sus personajes pertenecen a una clase obrera con la que cualquiera se puede identificar. Los realizadores imprimen, además, un tono naturalista muy cercano a Éric Rohmer, en la manera en que presentan el entorno, el paso del tiempo y las relaciones entre los protagonistas, sin artificios ni grandes aspavientos. Simplemente, captando un pedazo de vida en imágenes. En este caso, un periodo de tiempo que abarca más de veinte años, ya que La historia de Jim muestra cómo enfrenta Aymeric el hecho de tener que renunciar a su "paternidad" una vez que Florence le abandona por Christophe y se muda a Canadá llevándose con ellos al niño. El espectador vive con él su impotencia por la pérdida de los seres amados, sus intentos de rehacer su vida, algo que consigue, en buena medida, comenzando una relación con otra mujer, pero la sombra de los remordimientos por no haber sabido reaccionar ante los ruegos de un pequeño Jim que le decía que él era su verdadero papá, pesa como una losa. No podrían haber encontrado los Larrieu a un actor mejor para ponerse en la piel del desdichado Aymeric que Karim Leklou, a quien recordamos, especialmente, por la sorprendente Vincent debe morir (Stéphan Castang, 2023). Su cuerpo grandullón y sus grandes ojos eran perfectos para contener toda esa bondad que irradia un personaje que, a pesar de los duros reveses de la vida, siempre conserva un talante optimista hacia la misma. Los César han reconocido su cautivadora interpretación otorgándole un premio a mejor actor absolutamente merecido. Hay que aplaudir también la espléndida labor de Laetita Dosch en el difícil rol de Florence, que podría haber caído con facilidad en el dibujo de "la mala de la función", al ser la responsable de la abrupta separación entre padre e hijo y, posteriormente, utilizar mentiras para que estos terminen distanciándose más allá del espacio físico, pero que la actriz sabe humanizar, de alguna manera.
La historia de Jim es un filme que se aleja del modo manipulador o efectista con el que Hollywood se acerca a esta temática de separaciones entre progenitores e hijos. No hay que esperar un Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979) o un Campeón (Franco Zeffirelli, 1979), ya que aquí no hay enfrentamientos encarnizados por custodias ni basura que echarse en cara los unos a los otros. Pese a que la historia no deja de ser un dramón en toda regla, sus creadores han buscado escapar de cualquier concesión a la sensiblería para contar el duelo de Aymeric, haciendo gala de un distanciamiento emocional al que no es ajena la actitud pasiva del personaje durante toda la película, aun cuando se supone que está viviendo una montaña rusa de sentimientos. Este exceso de contención (no es culpa del actor, magnífico en todo momento) hace que La historia de Jim no termine de emocionar todo lo que cabría esperar, dado el potencial de lo que cuenta, algo que se hace palpable en el reencuentro entre Aymeric y un Jim veinteñero, algo carente de garra. El abuso de la voz en off de su protagonista, ejerciendo de narrador, así como esas elipsis que muestran el paso de los años de forma no del todo convincente, tampoco ayudan a que la nueva película de los Larrieu termine siendo más redonda. Aun así, no se le puede negar su calidad de obra muy estimable, con una historia pequeña, protagonizada por personas de carne y hueso, donde no hay ni buenos ni malos, sino gente que trata de manejar las situaciones lo mejor que puede y, muchas veces, se equivoca, causando daños irreparables. Bonita, sencilla y directa, aunque menos emotiva de lo que cabría esperar, lo cierto es que estamos ante un estreno que, irregularidades aparte, atesora momentos de muy buen cine, al tiempo que debería hacer pensar y sensibilizar sobre los diferentes modelos de familia, disfuncionales o no, donde los lazos emocionales deberían prevalecer sobre los sanguíneos. ♦
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