|| Críticas | FICX 2024 | ★★★☆☆ |
Silent trilogy
Juho Kuosmanen
Los desheredados fineses, a golpe de gag
Yago Paris
ficha técnica:
Finlandia. 2024. Título original: Mykkätrilogia. Director: Juho Kuosmanen. Guion: Juho Kuosmanen. Productores: Jussi Rantamäki. Productoras: Aamu Filmcompany. Fotografía: Jani-Petteri Passi. Música: Laura Airola, Oona Airola, Miika Snåre. Montaje: Juho Kuosmanen. Reparto: Juha Hurme, Seppo Mattila, Jaana Paananen , Aku-Petteri Pahkamäki.
Finlandia. 2024. Título original: Mykkätrilogia. Director: Juho Kuosmanen. Guion: Juho Kuosmanen. Productores: Jussi Rantamäki. Productoras: Aamu Filmcompany. Fotografía: Jani-Petteri Passi. Música: Laura Airola, Oona Airola, Miika Snåre. Montaje: Juho Kuosmanen. Reparto: Juha Hurme, Seppo Mattila, Jaana Paananen , Aku-Petteri Pahkamäki.
Silent Trilogy se compone de tres cortometrajes realizados en diferentes años, que en 2024 se han reunido para formar una trilogía. Se podría cuestionar los motivos que han justificado esta decisión. Si el mero hecho de que estén rodados en blanco y negro y sean filmes mudos es suficiente para reunirlos y ponerlos a dialogar, quizás a la defensa de esta postura le falte fuelle. Sin embargo, parece que hay más motivos de peso para hacer que valga la pena aproximarse a este proyecto de autorrevisión artística. Se trata de tres filmes sobre personas por debajo, o a duras penas por encima, del umbral de la pobreza, que tratan de sobrevivir a la vida en escenarios gélidos. Esta dureza contrasta con un tono liviano de comedia clownesca y algo disparatada en el que abundan los personajes pillos. Si se atiende a las declaraciones del propio Juho Kuosmanen, el cineasta afirma que se trata de tres proyectos espaciados en el tiempo y motivados por razones diferentes en cada caso. Empero, una vez puestos en común, parecen haber sido creados siguiendo el mismo objetivo.
El primero de los cortometrajes es Scrap-Mattila and the Beautiful Woman (Romu-Mattila ja kaunis nainen, 2012), y narra la historia de Mattila (Seppo Mattila), un hombre maduro al que unos burócratas fineses le anuncian que el Estado le va a forzar a vender su casa por una irrisoria cantidad. Ante semejante situación, el protagonista decide vender sus escasas pertenencias y mudarse a Suecia, donde, supuestamente, encontrará una mayor calidad de vida, vista la manera en que el gobierno finés trata a su población. En declaraciones de Kuosmanen, este corto nació tras conocer la historia real del propio actor no profesional, quien vivió una situación similar a la que posteriormente se narra en el plano de la ficción en este primer capítulo de Silent Trilogy. Se podría anticipar una lucha entre instituciones y ciudadanía, pero lo cierto es que, a ojos de Kuosmanen, las primeras son el reflejo exacto de la segunda. Cuando Mattila trata de buscar ayuda y vender sus pertenencias, los vecinos lo miran con desconfianza y le dan la espalda, llegando a amenazar su integridad física. Bien es cierto que, cuando la situación es desesperada, sí encuentra algo de consuelo y apoyo en un bar, escenario por excelencia del cine de Kaurismäki. Como bien sucede en el cine de este último, tras unos tragos el protagonista gana el coraje necesario para tomar la única decisión posible: dejar el país. En última instancia, esta es la pieza más cercana al estilo de su compatriota y colega de profesión.
El segundo cortometraje lleva por nombre The Moonshiners (Salaviinanpolttajat, 2017), y cuenta la historia de dos hermanos que heredan el negocio de destilación clandestina de alcohol que regentaba su difunto padre y deciden continuar con su labor para tratar de sobrellevar la miseria, pues da la impresión de que viven en la calle. El negocio va viento en popa, ya que al parecer los fineses no entienden la existencia sin unas buenas dosis de alcohol, hasta que se cruza en su camino un trilero jugador de cartas que planea desplumarlos. El origen de este cortometraje atiende a una efeméride histórica a la que Kuosmanen quiso aportar su granito de arena. En 2017 se cumplían el centenario de la independencia de Finlandia, y los 110 años de la creación de la primera película finesa, que era precisamente Salaviinanpolttajat, por lo que The Moonshiners no es otra cosa que un intento de remake. Un intento, porque la obra original no se conserva. Kuosmanen tuvo que basarse en los pocos elementos de producción que han sobrevivido al paso del tiempo –ni siquiera pudo contar con el guion de aquel filme– y las críticas de la época para imaginar cómo pudo haber sido la primera película de ficción finesa. La propuesta es un sustancioso caldo de cultivo para explorar el slapstick, y más concretamente las obras de Charles Chaplin, puesto que sus protagonistas no son otra cosa que sucedáneos del personaje de Charlot: ingenuos, optimistas, algo pillos y profundamente pobres.
El último segmento de Silent Trilogy es A Planet Far Away (Kaukainen planeetta, 2023), y narra la historia de dos hermanos que se encargan de un pequeño faro. Cuando Maximillian (Aku-Petteri Pahkamäki) muere de un ataque al corazón, su hermana Marlanda (Jaana Paananen) decide ir a buscarlo, pues, en este universo, las personas que mueren aparentemente no van al cielo, sino al espacio. Tras localizar con un telescopio a su hermano y el perro que tenían, también fallecido, en un pequeño planeta, la mujer construye un cohete que la llevará hasta ellos. El cortometraje cuenta como protagonista con Jaana Paananen, actriz no profesional presente en los otros dos cortometrajes –es una de las vecinas en el primero, y una de las herederas de la destilería en el segundo–, que sirve como peculiar nexo de unión para esta trilogía. No obstante, este detalle no es una mera curiosidad, puesto que una de las motivaciones de Juho Kuosmanen para la realización de este cortometraje fue, precisamente, poder ver a la actriz en un rol rotundamente protagonista. Por tanto, en la creación de este tercer corto, de 2023, ya hay una visión retrospectiva de su filmografía y la intención de crear esta pieza en relación con las dos anteriores, de ahí que apenas un año después ya estuviera preparada Silent Trilogy.
Este tercer cortometraje es quizás el más distinto de todos. En cierto sentido es más moderno, y parece estar menos unido a la tradición del cine mudo. Se podría argumentar que su referente es el universo de El principito (Le petit prince, Antoine de Saint-Exupéry, 1943), y el uso artesanal de maquetas y figuras de cartón y fieltro ayudan a recrear esta estética infantil y mágica que se refleja en los dibujos que acompañan al cuento del autor francés. Al mismo tiempo, comparte con los otros dos segmentos la visión optimista e ingenua, así como una confianza total en la magia del cine mudo, que tenía mucho de artesanal. De esta manera, Silent Trilogy se establece como una amable revisión del cine mudo, quizás algo intrascendente, pero en ella Kuosmanen muestra un profundo conocimiento de los mecanismos cómicos de las primeras etapas del cine –más a nivel teórico que en la aplicación práctica–, así como un evidente amor por el cine de su compatriota Aki Kaurismäki, y es su carencia de grandes ambiciones lo que permite que la propuesta funcione. ♦