|| Críticas | ★★★☆☆
Sirocco y el reino de los vientos
Benoît Chieux
Transportadas más allá del cielo y sus nubes
Ignacio Navarro Mejía
ficha técnica:
Bélgica y Francia, 2023. Presentación: Festival de Annecy 2023. Título original: Sirocco et le royaume des courants d’air. Dirección: Benoît Chieux. Guion: Benoît Chieux y Alain Gagnol. Producción: Sacrebleu Productions / Take Five / Ciel de Paris Production / Kinology / Auvergne Rhône-Alpes Cinéma / Parangon / Le Studio Animation / RTBF. Montaje: Céline Kélépikis. Música: Pablo Pico. Reparto (voces): Loïse Charpentier, Maryne Bertieaux, Aurélie Konaté, Géraldine Asselin, Pierre Lognay, Laurent Morteau, Eric de Staercke, David dos Santos. Duración: 74 minutos.
Bélgica y Francia, 2023. Presentación: Festival de Annecy 2023. Título original: Sirocco et le royaume des courants d’air. Dirección: Benoît Chieux. Guion: Benoît Chieux y Alain Gagnol. Producción: Sacrebleu Productions / Take Five / Ciel de Paris Production / Kinology / Auvergne Rhône-Alpes Cinéma / Parangon / Le Studio Animation / RTBF. Montaje: Céline Kélépikis. Música: Pablo Pico. Reparto (voces): Loïse Charpentier, Maryne Bertieaux, Aurélie Konaté, Géraldine Asselin, Pierre Lognay, Laurent Morteau, Eric de Staercke, David dos Santos. Duración: 74 minutos.
A ello recuerda mucho la película que es objeto de esta reseña, titulada Sirocco y el reino de los vientos, lo que ya nos anticipa la inventiva material y extensión espacial de su trama principal, construida de nuevo en torno a un mundo onírico. Sin embargo, el alcance de la historia es paradójicamente limitado, escaso, algo acorde, eso sí, a su protagonismo y público infantiles. Y es que los dos personajes principales son niñas cuya madre confía a su tía, una escritora de cuentos también dirigidos a niños. Mientras la adulta responsable descansa un poco, incluso quedándose dormida en la cama, las dos niñas ojean estos cuentos y de uno de ellos emana una de sus figuras fantásticas, un pequeño juguete animado por el atormentado mago Siroco, con la habilidad de transportarse de su mundo al actual. Las niñas le acompañan entonces de vuelta a aquel, y el resto de la narración se centra en ese reino habitado por todo menos seres humanos, diseñado con todo menos viviendas y carreteras al uso y dominado por fuerzas de la naturaleza algo distintas (en especial las violentas y caprichosas tormentas), igualmente, a las habituales. La coincidencia de este viaje con el sueño de la tía que ha creado tal mundo, al menos en su dimensión literaria, enseguida permite interpretar que tal viaje es, a su vez, onírico, por mucho que las niñas que lo emprenden, cuando concluye, sienten haberlo vivido de verdad. En cualquier caso, tal dualidad responde a las pautas comunes del subgénero, como hemos esbozado, por lo que la novedad del relato se ciñe a los detalles de tal viaje/sueño, no a su marco ni significado.
Estos detalles, más precisamente, derivan de la escenografía, de algunos hallazgos simbólicos o algunas escenas ciertamente asombrosas, incluso de la sugerente proyección desde la hermana fallecida de la escritora hacia uno de los personajes de sus cuentos, del mismo nombre, similar físico y conexión especial con aquella. Por tanto, aunque ella habita con los demás seres imaginarios del reino de Siroco y se somete a sus mismas reglas y restricciones, sirve asimismo como una especie de portal entre ambos mundos y goza de una mayor trascendencia personal. Con todo, como adelantábamos, tales innovaciones son menores, y lo que queda es una película de animación para niños poco distinguible de otras muchas ya realizadas, tanto por su premisa como por su evolución y ejecución. Ahora bien, una vez aceptadas estas limitaciones, acordes por lo demás al reducido metraje, a Siroco y el reino de los vientos apenas se le puede achacar ningún defecto de forma ni fondo. Sabe perfectamente el tipo de historia que nos quiere contar y cómo hacerlo, asumiendo sus referencias claras y ambiciones preestablecidas, lo que facilita su seguimiento por cualquier tipo de espectador (no solo infantil, sino también más maduro, pues la mayor edad no es impedimento para disfrutar de cualquier película siempre que esté bien hecha) y asegura el entretenimiento en general, sin despreciar el interés de un espectador quizá más analítico, que puede apreciar la pulcritud del acabado en sus varios departamentos. Desde el trabajo de los colores hasta la banda sonora, pasando por lo genuino de la interacción de las hermanas o lo trepidante y a la vez nostálgico de toda la sucesión de acontecimientos, estamos ante un filme digno de añadir a la colección de toda una tradición animada que, por tal condición, sigue demostrando lo bien que funciona desde hace décadas y con muchas por venir. ♦