|| Críticas | ZINEBI 2023 | ★★☆☆☆ |
In the Rearview
Maciek Hamela
A rebufo
Javier Acevedo Nieto
ficha técnica:
Polonia, Francia, Ucrania, 2023. Título original: «Skąd dokąd». Dirección: Maciek Hamela. Guion: Maciek Hamela. Productoras: Affinity Cine, Impakt Film, SaNoSi Productions, 435 Films, Polski Instytut Sztuki Filmowej. Fotografía: Yuriy Dunay, Piotr Grawender, Marcin Sierakowski, Wawrzyniec Skoczylas. Música: Antoni Lazarkiewicz. Duración: 85 minutos.
Polonia, Francia, Ucrania, 2023. Título original: «Skąd dokąd». Dirección: Maciek Hamela. Guion: Maciek Hamela. Productoras: Affinity Cine, Impakt Film, SaNoSi Productions, 435 Films, Polski Instytut Sztuki Filmowej. Fotografía: Yuriy Dunay, Piotr Grawender, Marcin Sierakowski, Wawrzyniec Skoczylas. Música: Antoni Lazarkiewicz. Duración: 85 minutos.
Puede afirmarse que ambas dimensiones deben convivir en creadores cuya obra trata de reflejar un determinado estado del mundo y, sin embargo, ¿dónde acaba el compromiso del artista y comienza la vanidad rayana con el miserabilismo? Esta es una pregunta de difícil respuesta puesto que los juicios de valor ético son mucho más difíciles de sostener retórica y argumentativamente que los juicios estéticos. No obstante, el interés de In The Rearview parece estribar mucho más en su pertinencia que en su intencionalidad. Entre los testimonios filmados de todos estos ucranianos hay momentos para la alegría y otros para la tristeza: son una crónica más de la historia de la autodestrucción de una especie. La búsqueda de un nuevo hogar, la necesidad de olvidar, el desarraigo de la memoria colectiva y el duelo tras el trauma se dan la mano en secuencias hilvanadas por pequeños insertos que muestran el reguero de catástrofes del conflicto.
Todo esto vehicula una propuesta documental que, como en el cine de Jafar Panahi, busca no tanto apresar una realidad en unas coordinadas que tienden a maniatar y empequeñecer la escala del drama como reflejar de la manera más directa posible un conflicto. La diferencia estriba en el modo en el que Panahi y Hamela justifican su presencia en la película. Mientras el cine Panahi se muestra siempre autoconsciente y metarreflexivo a través de la codificación de la presencia del director como un narrador poco fiable y extraño que no duda en cuestionar su presencia, la película de Hamela invisibiliza esta figura supuestamente para centrarse en el proceso de victimización. En el proceso el espectador puede preguntarse qué diferencia hay entre In The Rearview y una crónica periodística, especialmente en tiempos de banalización de la carga simbólica de la imagen bélica. El principal problema de la película radica en su nula capacidad para vulnerar el punto de vista del testigo-espectador y en su cero interés por interrogarse sobre el rol del cineasta y la cámara en pleno conflicto. Documentar y registrar la realidad son procesos muy diferentes a filmar y mostrar esta realidad. Los primeros son procesos que requieren de una planificación y ética de trabajo y los segundos solo se deben a las exigencias de quien empela el cine para contar su historia y no la de quienes se agolpan en el coche huyendo del conflicto.
Obviamente, estas apreciaciones éticas no tienen mayor sustento retórico que las observaciones de otro testigo-espectador, pero todo cuanto aparece en In The Rearview remite a documentales cuyas decisiones cinematográficas (la cámara fija en el coche, los insertos, el uso del montaje para privilegiar esas historias y no los silencios o anécdotas aparentemente más superficiales) siempre están al servicio del sensacionalismo del presente. La sensación es la de asistir a un film donde constantemente se despliega una actitud de sospecha: ¿por qué este testimonio y no otro?, ¿por qué redundar en las imágenes crudas de la imagen y no en su ideario simbólico?, ¿por qué el testimonio privilegiado en montaje de una niña se siente como un lugar común? Esta actitud no viene acompañada de un dispositivo que vulnere los procesos de recepción mediática pasiva del espectador, todo lo contrario, parece empeñada en nunca ir más allá de la frontera entre el cine ideológico y el cine político. Aquí no se habla de la política de la violencia, sino del relato de unas ideas que por nobles no son interesantes.
¿Qué es el cine de actualidad? Persiste la idea de que gran parte de la producción documental del presente solo se debe a sus buenas intenciones. In The Rearview hace que todo sea, otra vez más, una banalización de cualquier conflicto de cualquier lugar del mundo porque, al final, las imágenes bélicas han alcanzado el estatus de souvenirs de la tragedia. Perfectamente lindos en nuestras galerías de premios, festivales y telediarios; inocuos en su afán de visibilizar una cierta disidencia audiovisual contra la estandarización del régimen de visión sobre y ante la violencia. Un drama a rebufo de una realidad. ♦