|| Críticas | 68 SEMINCI & Rizoma 2023 | ★★★★☆
Gasoline Rainbow
Bill Ross IV, Turner Ross
Solo el fin del mundo
Rubén Téllez Brotons
ficha técnica:
Estados Unidos, 2023. Título original: «Gasoline Rainbow». Dirección: Bill Ross IV, Turner Ross. Producción: Department of Motion Pictures. Reparto: Tony Abuerto, Micah Bunch, Nichole Dukes, Nathaly Garcia, Makai Garza. Duración: 108 minutos.
Estados Unidos, 2023. Título original: «Gasoline Rainbow». Dirección: Bill Ross IV, Turner Ross. Producción: Department of Motion Pictures. Reparto: Tony Abuerto, Micah Bunch, Nichole Dukes, Nathaly Garcia, Makai Garza. Duración: 108 minutos.
La cinta cuenta la historia de cinco jóvenes de Oregón que injustamente tienen tatuada en la frente la palabra fracaso y que, tras terminar el instituto, deciden coger una furgoneta y marcharse hacia la costa del Pacífico como forma de despedirse de una adolescencia cosida con hilos de dolor y angustia y de olvidarse durante unos días de que la universidad y el trabajo les acechan. La película avanza por la pantalla como un pájaro que se escapa de la jaula en la que estaba preso y emprende un vuelo libre de pudores, estigmas y miedos hacia un horizonte inalcanzable que no es tanto un fin como una excusa para emprender el viaje. Los protagonistas viven en un pequeño pueblo inundado de habladurías, cotilleos indiscretos, racismo, clasismo y soberbios juicios moralistas en el que sienten que no encajan y en el que las astillas de culpa que tienen clavadas van hundiéndose cada vez más. Algunos vienen de familias desestructuradas y desde muy pequeños se tuvieron que hacer cargo de sus hermanos, otros llevan años sin ver a sus padres después de que fuesen deportados del país y los demás, ya sea por sus gustos, por su color de piel, por sus dificultades académicas o simplemente por su forma de ser, han sufrido la soledad del que se sabe diferente, pero que lejos de vivirlo como algo positivo, lo sufre como si de un mal se tratase. Desde que eran niños, el sistema les intentó homogeneizar para que se adaptasen a la cadena productiva, para que no fuesen ese elemento disruptivo capaz de abrirle los ojos a los demás, para que no hubiese en sus gestos, en su mirada, esa chispa de excepcionalidad que todo el mundo tiene, para que creyesen que son máquinas sustituibles cuya única finalidad era producir y/o consumir.
Su rechazo de lo hegemónico fue castigado con el ostracismo y el señalamiento, con los pétalos rotos de la incomprensión y la densidad estática del silencio. Así, su forma de rebelarse contra el sistema es marchándose hacia, en sus propias palabras, «el fin del mundo» para, sencillamente, vivir; para convencerse de que su valor no depende de sus notas, del dinero que tengan ni de lo que la gente piense de ellos; para viajar con desconocidos hasta lugares de una belleza inimaginable; para subirse a un tren que no tiene parada final; para bailar, cantar, montar en patinete, beber, salir de fiesta y disfrutar de ese milagro llamado existencia; para grabarse en la piel el recuerdo de un beso y escribir en la espalda de la noche la promesa de un reencuentro; para liberarse de todo el peso que les oprime y poder ser ellos mismos; para caminar sobre las cenizas de un sol consumido por la avaricia ajena sin preocuparse por nada. Gasoline Rainbow se mueve entre el Aullido de Ginsberg y el Imagine de Lennon; entre la rabia desesperada y la esperanza suave y tranquila; entre el desgarro abierto en locura y la certeza de que todo va a mejorar. Los directores aciertan así a componer el retrato de una juventud herida de madurez gracias, en gran medida, al totémico trabajo de sus cinco protagonistas —Tony Abuerto, Micah Bunch, Nichole Dukes, Nathaly Garcia, Makai Garza—, que se desnudan emocionalmente frente a la cámara con una naturalidad y un desparpajo admirables. ♦