|| Críticas | Rizoma 2023 | ★★☆☆☆
Creature
Asif Kapadia
Bailando sobre la nada
Rubén Téllez Brotons
ficha técnica:
Reino Unido, 2022. Título original: Creature. Dirección: Asif Kapadia. Música: Vicenzo Lamagna. Fotografía: Dan Landin. Reparto: Jeffrey Cirio, Stina Quagebeur, Erina Takahashi.
Reino Unido, 2022. Título original: Creature. Dirección: Asif Kapadia. Música: Vicenzo Lamagna. Fotografía: Dan Landin. Reparto: Jeffrey Cirio, Stina Quagebeur, Erina Takahashi.
Basada en la obra de ballet homónima, la película es un ejercicio musical de extrema radicalidad —mucho más que Clímax— en el que no hay diálogos ni acción dramática expresada en códigos ortodoxos; sólo personas bailando incansablemente durante hora y media. El director no hace una adaptación cinematográfica, sino una trasposición literal del material original: la escenografía está compuesta por tres paredes; los protagonistas se relacionan a través de la danza; y los cambios de decorado se realizan de forma teatral. Desde el primer momento, la cinta está planteada como una sinfonía de cuerpos excitados por la música —a veces violenta, a veces pausada— hasta el agotamiento, que giran sin parar sobre el espacio, el tiempo y sobre sí mismos en un desesperado intento por evitar algo que tiene difícil descripción. Toda Creature funciona como un cubo hermético que se dobla sobre los pliegues de sus propias esquinas con la locura deslizándose por la piel de sus personajes.
La radicalidad de la obra impide que el espectador pueda entrar en ella: la carencia de argumento no sería un problema si debajo de las imágenes hubiese algún tipo de discurso. Así, la inexistencia de un fondo propiamente dicho obliga a la forma a cargar con todo el peso de la cinta —que, teniendo en cuenta la exigencia que le reclama al espectador, es mucho. Pero Asif Kapadia tampoco consigue crear un aparato audiovisual funcional, puesto que parece estar más preocupado por diseñar una puesta en escena cinematográfica, que de ajustar bien los engranajes de las imágenes: la cámara, siempre en movimiento, alterna los planos generales y los primeros planos con el miedo a parecer teatral clavado en su objetivo y, a medida que avanza el metraje, su esqueleto va quedando al descubierto. No se puede negar que los primeros minutos de la película son un deleite visual —el director demuestra talento a la hora de reducir a los actores a su fisicidad para hacerlos girar como peonzas musculadas que exteriorizan su dolor a través de giros imposibles y acrobacias viscerales e impactantes—, pero el placer pronto deviene en tedio; y el tedio, en cierta irritación. La ausencia de altibajos, de recompensas o de algún tipo de cambio convierte Creature en una obra plana que no consigue nunca sobreponerse de su origen teatral. ♦