|| Críticas | ★★★☆☆
Karnawal
Juan Pablo Félix
Rebeldía a golpe de zapateao
José Martín León
ficha técnica:
Argentina, 2020.Título original: Karnawal. Dirección: Juan Pablo Félix. Guion: Juan Pablo Félix. Producción: Alexis Rodil, Frida Torresblanco, Joceline Hernandez, Diego Rougier. Productoras: Coproducción Argentina-Brasil-Chile-México-Bolivia-Noruega; Bikini Films, 3 Moinhos ProduÇoes Artísticas, Picardía Films, Phototaxia Pictures, Londra Films P&D. Fotografía: Ramiro Civita. Música: Leonardo Martinelli. Montaje: Luz Lopez Mañe, Eduardo Serrano. Reparto: Martin Lopez Lacci, Alfredo Castro, Mónica Lairana, Diego Cremonesi, Adrián Fondari, José Luis Arias, Ángel Apolonio Cruz.
Argentina, 2020.Título original: Karnawal. Dirección: Juan Pablo Félix. Guion: Juan Pablo Félix. Producción: Alexis Rodil, Frida Torresblanco, Joceline Hernandez, Diego Rougier. Productoras: Coproducción Argentina-Brasil-Chile-México-Bolivia-Noruega; Bikini Films, 3 Moinhos ProduÇoes Artísticas, Picardía Films, Phototaxia Pictures, Londra Films P&D. Fotografía: Ramiro Civita. Música: Leonardo Martinelli. Montaje: Luz Lopez Mañe, Eduardo Serrano. Reparto: Martin Lopez Lacci, Alfredo Castro, Mónica Lairana, Diego Cremonesi, Adrián Fondari, José Luis Arias, Ángel Apolonio Cruz.
Karnawal emerge como un áspero drama familiar (tocado por los ya mencionados ingredientes de cine negro) que, en buena parte de su metraje, se inscribe en el agradable subgénero de las road movies, tan propicio para desnudar las relaciones personales entre sus protagonistas. De este modo, una escapada en coche del recién reaparecido padre, con Cabra y su madre, servirá para que se despierten en todos ellos sentimientos que parecían enterrados para siempre. El guion sabe cómo despertar en el espectador la empatía y cierta ternura hacia esta pequeña familia disfuncional, sin caer en maniqueísmos ni incurrir en el sentimentalismo fácil. Por el contrario, Cabra se muestra como un chico incapaz de mostrar sus emociones, que interioriza, tanto sus rencores y frustraciones, como su necesidad de expresar un afecto hacia sus padres que, en muchos momentos, lucha por florecer. En contraposición, El Corto es un hombre visceral, que se deja llevar por impulsos, con esa sabiduría “de perro viejo” curtido ante la vida y serias intenciones de recuperar el tiempo perdido entre rejas, acercándose a un hijo al que no había visto desde que tenía un año, y a una ex pareja que dudará entre continuar su estable vida junto a su actual novio o dejarse llevar por el amor que aún le tiene al padre de su hijo. La escena que muestra a Cabra y a sus padres disfrutando de la música y los bailes de una noche de carnaval, supone, en este sentido, un remanso de esperanza y felicidad, dentro del tono desesperanzado del resto del metraje.
La maraña de sentimientos encontrados que invade a sus criaturas hace de Karnawal un melodrama ciertamente potente, en el que la subtrama criminal (esa lucha a contrarreloj por sacar al adolescente de un lío con la justicia que amenaza con tirar por tierra esa oportunidad que tendrá, solo unas horas más tarde, con la competición de baile) funciona con buen pulso, permitiendo que todos sus actores se luzcan en sus respectivos personajes, aunque sea Alfredo Castro, toda una fuerza de la naturaleza que arrasa con todo en cada escena en la que aparece, quien se adueñe por completo de la función. Es este un ejemplo de cine social hecho con mucho corazón, tanto que otorga más peso a la evolución de las relaciones paternofiliales que a la no menos interesante historia de superación personal y brusco despertar a la madurez de Cabra o al retrato de unos ambientes criminales, poblado de mafiosos, traficantes de tres al cuarto o policías corruptos, que también queda relegado a un muy segundo plano. Demasiados ingredientes explosivos con los que su director ha tratado de lidiar y que, sin haberlos desarrollado a fondo, a su manera, ha sabido llevar a buen puerto en un debut más que prometedor.