|| Críticas | Cannes 2023 | ★★★★☆
Nuestro día
Hong Sang-soo
Hong rechaza la corona y abre una cerveza
Mariona Borrull Zapata
ficha técnica:
Corea del Sur, 2023. Título original: «Woo-ri-ui-ha-ru/우리의 하루». Dirección: Hong Sang-soo. Guion: Hong Sang-soo. Compañías productoras: Jeonwonsa Film Co. Productores: Hong Sang-soo. Música: Hong Sang-soo. Fotografía: Hong Sang-soo. Montaje: Hong Sang-soo. Reparto: Ki Joo-bong, Kim Min-hee, Song Sun-mi, Park Miso, Ha Seong-guk, Kim Seung-yun. Presentación oficial: Quincena de Cineastas del Festival de Cannes. Duración: 84 minutos.
Corea del Sur, 2023. Título original: «Woo-ri-ui-ha-ru/우리의 하루». Dirección: Hong Sang-soo. Guion: Hong Sang-soo. Compañías productoras: Jeonwonsa Film Co. Productores: Hong Sang-soo. Música: Hong Sang-soo. Fotografía: Hong Sang-soo. Montaje: Hong Sang-soo. Reparto: Ki Joo-bong, Kim Min-hee, Song Sun-mi, Park Miso, Ha Seong-guk, Kim Seung-yun. Presentación oficial: Quincena de Cineastas del Festival de Cannes. Duración: 84 minutos.
Como frontera última de su ataque a la parafernalia extra-cinematográfica, Hong nos entrega las llaves del fondo del estómago de sus protagonistas. «Sangwon confía en su amiga, pero cree que la única en la que puede confiar es en sí misma», reza la cartela que abre el primero de los tres fragmentos de día en la que la acompañaremos. Sangwon (Kim Minhee) se está quedando en casa de su amiga Jung-soo (Song Sunmi), después de una experiencia dura rodando fuera de Corea. Sangwon es fisgona, directa y se mueve como Pedro por su casa, por lo que enseguida encontrará en el gato de su colega, apodado Uliui («nosotros» en coreano), a un esbirro y destinatario ideal para sus caprichos. Atento, en una de esas decisiones que hacen grande al cine de Hong, la cámara va a colocarse a la altura del gato mientras Sangwon le da de comer chucherías. Son demasiadas, le reprocha su amiga, pero mamá Kim no atiende.
Al rato, las chicas reciben a Jisoo (Park Misoo), una aspirante a actriz que ha llegado para pedir consejo sobre su carrera. Hong activa con pericia el malestar de Sangwon, que responde al interés de la visitante con pasión exagerada, como si la incomodidad la llevara a dejarse los huesos para convencerse de realmente cree en lo que dice. Por suerte, también los guiones de Hong dejan suficiente tiempo a sus personajes para que, al rato, se encuentren de verdad sobre el tablero de juego. La joven Jisoo propone a las dos amigas comer ramuyan, una suerte de fideos instantáneos que despertarán, ahora sí, la complicidad en la sala. Entonces, recordamos por qué lo que comemos nos define, y por qué nunca volveríamos a ingerir un bote más de Yatekomo. Quizás pensemos en las amistades que nos han servido de referentes, y en cómo ser guía fue un efecto de la amistad, más que un faro del que colgarnos. Decíamos, Hong no pide, facilita.
Al poeta Hong Uiji (Ki Joo-bong) «un trago le vendría de perlas». Últimamente, nos informa una cartela, el escritor ha ganado en popularidad entre la juventud, y hoy no deja de recibir cartas y visitas inoportunas. Le conocemos mientras se auto-inmola a base de tragar fideos ramuyan aderezados con una cantidad ingente de pimienta. Atónita, Kijoo (Park Miso) lo graba para un proyecto documental sobre su figura, del que sólo le queda capturar fragmentos de su día a día. Evidentemente molesto por ser objeto de escrutinio, el poeta va a relacionarse con la directora con excesiva complicidad, de forma que nunca sabremos decir si Hong Uiji está siendo halagador o irónico cuando habla las bondades de las cervezas sin alcohol que Kijoo le ha comprado.
In Our Day puede leerse como un film-ilustración, si se quiere. Otro de los machos bobos del cine de Hong acabará de dibujar la carga que supone ser un referente de nadie: Jaewon (Ha Seong-guk) llega con bolsas llenas de alcohol y cigarros, que el médico ha prohibido al poeta y que el joven no tendrá problema alguno en llevarse de vuelta a casa. A Jaewon, Hong va a encuadrarlo con una cantidad de aire tremenda por encima de sus hombros, mientras pregunta a Hong Uiji –siguiendo su arquetipo de hombre-idiota, al que el cielo debería caerle sobre la cabeza– sobre el sentido de la vida y el significado del amor. El joven no entiende por qué su ídolo le espeta que «no busque significados» en la vida.
Por suerte, el día de Sangwon, Jung-soo y Jisoo, incluso el de Kijoo, puedan rebatir el ademán hueco y megalómano del aspirante. No hay que buscar significados, ni profetas… Pero a Hong Sang-soo no dejamos de admirarlo.