|| Críticas | Cannes 2023 | ★★★★☆
Asteroid City
Wes Anderson
La hiperactividad cansada de Wes Anderson
Mariona Borrull Zapata
ficha técnica:
Estados Unidos, 2023. Título original: «Asteroid City». Dirección: Wes Anderson. Guion: Wes Anderson. Compañías productoras: American Empirical Pictures, Indian Paintbrush. Productores: Wes Anderson, Steven Rales, Jeremy Dawson. Música: Alexandre Desplat. Diseño de producción: Adam Stockhausen. Fotografía: Robert Yeoman. Montaje: Barney Pilling. Reparto: Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Jeffrey Wright, Tilda Swinton, Bryan Cranston, Edward Norton, Adrien Brody. Presentación oficial: Sección Oficial del Festival de Cannes. Duración: 104 minutos.
Estados Unidos, 2023. Título original: «Asteroid City». Dirección: Wes Anderson. Guion: Wes Anderson. Compañías productoras: American Empirical Pictures, Indian Paintbrush. Productores: Wes Anderson, Steven Rales, Jeremy Dawson. Música: Alexandre Desplat. Diseño de producción: Adam Stockhausen. Fotografía: Robert Yeoman. Montaje: Barney Pilling. Reparto: Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Jeffrey Wright, Tilda Swinton, Bryan Cranston, Edward Norton, Adrien Brody. Presentación oficial: Sección Oficial del Festival de Cannes. Duración: 104 minutos.
Pienso, por ejemplo, en cómo Anderson «horizontaliza» la disposición de la presentación del pueblo de Asteroid City. La película empieza con Bryan Cranston, maestro de ceremonias, recitando diligente el repertorio de intérpretes y de objetos que van a disponerse en escena para su particular obra de teatro. Todas declamadas con la misma frialdad, cuando finalmente las pongamos en escena, ya en Asteroid City, Wes Anderson las atenderá colocando la cámara en un punto central absoluto desde el que mirar todo aquello que tiene alrededor. La ciudad del Asteroide se presenta de forma totalmente panorámica, a base de barridos laterales que recuerdan la expresividad de una primera persona en cualquier videojuego.
Aunque antes dialogarán con la lógica del cómic, que confía en el rápido desplazamiento visual sobre una plancha para resolver sus interrogantes. Anderson entiende que en sus ficciones la vida puede enmarañarse tanto como se quiera, que siempre podremos saltar a la siguiente viñeta, pasando página cuando las cosas se pongan feas. Asteroid City será el patio de juego de una panda de científicos, talentos júnior, militares, una estrella de cine, una suerte de Norman Bates y una familia con cuatro criaturas y un duelo pendiente. Recibirán una visita del espacio exterior, entrarán en cuarentena (¿será un guiño al rodaje en Chinchón, en plena pandemia?) y serán testigo, con el café de cada mañana, de las pruebas nucleares que el Gobierno está llevando a cabo en la parcela de terreno contigua.
La estética pastel de Wes rebaja las puntas de horror, ansiedad y violencia que saltan al invocar dichos sucesos. En teoría, que todo se vea amarillento o azuláceo pone distancia infinita para con la bomba, tranquiliza. Sin embargo, hay un poso de fatalidad del que es imposible alejarse: «Nunca es buen momento», espeta Augie Steenbeck (Jason Schwartzman) al padre de su difunta esposa para justificar por qué aún no ha comunicado el deceso a sus cuatro hijes; «El tiempo siempre está mal», le responde impertérrito Stanley (Tom Hanks). ¿Y qué significa eso? Luego Augie conocerá a Midge Campbell (Scarlett Johansson), que ha huido al desierto texano para alejarse de una relación tóxica y con la que tendrá un breve encuentro a través de las ventanas de sus respectivos moteles.
Midge es una estrella del cine, diva exagerada que juega a emborronarse la cara de rímel y que ensaya sus líneas desde la bañera (a su lado, un enorme frasco de perfume CHANEL). La juguetonería de Midge va en la línea del resto de peones que desordenan las líneas del gran tablero de ajedrez que es Asteroid City: como las criaturas de la escuela, que prefieren participar en los alegres números musicales del vaquero Montana (Rupert Friend) antes que atender a las instructivas clases de la señorita June (Maya Hawke), o como la encargada del dinner, que apunta meticulosamente los pedidos más sencillos, esmerándose en una creación fútil (¿qué hay más juguetón que eso?). Un correcaminos atraviesa la ciudad canturreando con espíritu de cartoon y nos recuerda que todo va bien.
Sin embargo, un día Midge se olvidará de actuar, les hijes de Augie se enterarán de que su madre ha muerto y quizás nos acordemos de que esa seta que aparece a diario en el cielo es, en efecto, atómica. Con Asteroid City Wes Anderson desvelará un cuadro emocional similar al del reparto de El Gran Hotel Budapest, aquel elenco de autómatas tristes que van a cumplir con su rol de payaso a rajatabla, aunque todo se vaya al garete. De hecho, tengo la sensación de que las situaciones anecdóticas en Asteroid City son cada vez menos correspondidas y tratadas con mayor sequedad: les niñes repelentes dejan de ser norma y se convierten en estorbo. Enjuto, el humor visual pasa a ser otra cosa… «Dicha vieja» (old joy), que diría Kelly Reichardt, o hiperactividad cansada.