|| Críticas | ★★★☆☆
Guardianes de la noche:
Rumbo a la aldea
de los herreros
Rumbo a la aldea
de los herreros
Haruo Sotozaki
Anime más exclusivo que excluyente
Ignacio Navarro Mejía
ficha técnica:
Japón, 2023. Título original: Kimetsu no Yaiba – Katanakaji no Sato-hen / 鬼滅の刃 刀鍛冶の里編. Dirección: Haruo Sotozaki. Guion: Koyoharu Gotouge (basado en su manga). Producción: Ufotable. Dirección de fotografía: Yûichi Terao. Montaje: Manabu Kamino. Dirección artística: Kôji Etô. Reparto (voces): Natsuki Hanae, Akari Kitô, Ryôta Ôsaka, Hiro Shimono, Yoshitsugu Matsuoka, Katsuyuki Konishi, Toshihiko Seki, Akira Ishida. Duración: 110 minutos.
Japón, 2023. Título original: Kimetsu no Yaiba – Katanakaji no Sato-hen / 鬼滅の刃 刀鍛冶の里編. Dirección: Haruo Sotozaki. Guion: Koyoharu Gotouge (basado en su manga). Producción: Ufotable. Dirección de fotografía: Yûichi Terao. Montaje: Manabu Kamino. Dirección artística: Kôji Etô. Reparto (voces): Natsuki Hanae, Akari Kitô, Ryôta Ôsaka, Hiro Shimono, Yoshitsugu Matsuoka, Katsuyuki Konishi, Toshihiko Seki, Akira Ishida. Duración: 110 minutos.
Esta película anterior del anime de Ufotable, basado en el manga de Koyoharu Gotouge, era una adaptación de varios capítulos posteriores a sus primeros tomos, ya adaptado en esa parte para televisión (o, más precisamente, para ordenador, pues la serie se distribuye en la plataforma Crunchyroll), aunque en cualquier caso conformaba un largometraje por derecho propio. Al mismo le siguió el llamado arco del Distrito Rojo o arco del Distrito del Entretenimiento, sin versión en largometraje sino únicamente como serie, y ahora se ha estrenado la cinta que es objeto de esta reseña. Por su título, parecería seguir el modelo del estreno anterior de 2020, pero no es así, y algún espectador no informado que pueda ir a verla se llevará una sorpresa desagradable. Guardianes de la noche: Rumbo a la aldea de los herreros introduce el noveno arco de la serie, pero lo hace con un formato ajeno al de cualquier película al uso. Los primeros cincuenta minutos de metraje comienzan con una breve secuencia de montaje para resumir lo acontecido previamente, y luego se reproducen los dos últimos capítulos (que ya se emitieron hace más de un año) del arco anterior, el del Distrito Rojo, con cabecera y títulos de crédito incluidos. Solo después es cuando comienza el nuevo arco, pero al mismo solo se le dedica una hora, como una especie de capítulo extendido, que concluye con un verdadero cliffhanger. Nadie que no sea fan de Kimetsu no Yaiba tiene pues cabida en una sala donde se proyecte esta película, o como se quiera llamar.
Y, aun así, se proyecta en bastantes salas de nuestro país, entre otros muchos países, por supuesto. Es refrescante y llamativo que un producto tan ajeno a una producción comercial ordinaria tenga entonces este tipo de puesta de largo, que sería absurda atribuir a un despiste generalizado de sus varias distribuidoras y exhibidoras. No, realmente hay que pensar que existen suficientes otakus familiarizados con este anime, más allá de Japón donde es evidente que son mayoría, para justificar un estreno de estas características. Si es así, revela un futuro esperanzador para estrenos en cines de filmes que tengan asegurado un cierto rendimiento (de este género o de otros que puedan desarrollarse eventualmente, con sus respectivos seguidores), fuera de la industria predominante o del cine de autor, lo que permitiría diversificar y estimular la cartelera. A partir de ahí, quien acuda a ver esta película en concreto, con esa información previa, se sentirá satisfecho, pues la misma cumple sin duda las expectativas. Ufotable sigue demostrando pericia y virtuosismo técnico, por encima de otros competidores, en este sector de la animación, lo que puede volver a disfrutarse, ahora en pantalla grande, en escenas como la lucha sin tregua entre los personajes de Tengen Uzui y Gyutaro, en el desenlace de la trama del Distrito Rojo. La nueva secuencia introductoria del nuevo arco es todavía más impresionante (junto con una música que retumba de forma inquietante, aprovechando los propios altavoces de la sala), aquella en que las llamadas Lunas Superiores (demonios de más alto rango) son convocadas en un palacio multidimensional.
En cuanto a la historia propiamente dicha, el protagonista Kamado Tanjiro se recupera de su esfuerzo sobrehumano en ese combate previo del Distrito Rojo, junto con sus compañeros Zenitsu e Inosuke y su hermana Nezuko, aunque a partir de ahora irá solo con ella, pues los dos guerreros anteriores seguirán misiones separadas. Su objetivo compartido es acabar con los demonios que pueblan el territorio, casi invisibles de día pero temibles de noche, y que causan estragos por doquier. Antes, Tanjiro necesita una nueva espada, pues la anterior ha quedado dañada, por lo que tiene que acudir a la aldea de los herreros donde se forjan estas armas. El título es también algo engañoso, porque el viaje como tal a dicha aldea queda resuelto en poco tiempo, y es una vez allí donde se encuentra con otros personajes que habían aparecido antes pero que ahora cobrarán más relevancia, entre otras nuevas incorporaciones. Quien haya leído el manga sabe lo que pasa después, pues la adaptación es muy fiel, pero quien no lo haya hecho deberá esperar a la continuación, que saldrá en pocas semanas en la mentada Crunchyroll. En suma, Guardianes de la noche: Rumbo a la aldea de los herreros es una entrega transitoria e incompleta, un mero hilo conductor entre lo anterior y lo que está por venir y, pese a todo, es una película estrenada como tal y de la que cabe anticipar una holgada taquilla. Sus cualidades (visuales y auditivas, más allá de la gran intriga de una narración que debe atribuirse al manga) van más allá de su formato, del mismo modo que sus espectadores comparten una cultura propia a la que, eso sí, cualquiera que se anime puede tener acceso.