Western, el género que conquistó el cine
Hollywood cuenta con las mejores y más taquilleras películas de todos los tiempos. Pero si te dijera que gran parte de su éxito se debe a películas de vaqueros, ¿estarías de acuerdo?
Durante buena parte del siglo XX, las películas western fueron muy populares, siendo de hecho el primer género con libertad creativa que no dependía de adaptaciones literarias o teatrales para cautivar al público. En cada cinta se narraban las luchas y privaciones de los primeros colonos del desierto, sometidos a la tiranía de la naturaleza o la codicia del hombre. Una situación que era la norma, hasta la llegada de un virtuoso héroe, dispuesto a hacer justicia cuando ya nadie se atrevía.
Gracias a sus rápidas secuencias de acción, e historias con la que se identificaba el público, el western ganó popularidad rápidamente, llegando incluso a trascender a otros medios como la televisión, e incluso las tragamonedas online. Las slots del salvaje oeste son un clásico infaltable entre los jugadores, quienes disfrutan las continuas referencias al género, como la música, la ambientación de época y sobre todo, la acción de desafiar al azar en cada giro, tal y como estos épicos personajes enfrentaron la adversidad en clásicos como La diligencia (1939).
La fiebre por el western
Dirigida por John Ford, La diligencia es una entretenida y emocionante historia sobre un grupo de desconocidos que dejaron de lado sus diferencias para sobrevivir en su viaje por el hostil territorio indio. Las arriesgadas escenas de acción, sólidos diálogos y el carácter de John Wayne en su primer rol protagónico, hicieron de este film el primer western ganador de tres premios Oscar, marcando el inicio de la exitosa colaboración Ford-Wayne y el auge del género.
A La diligencia le siguieron grandes iconos del western como La legión invencible (1949), Rio Bravo (1959) y La conquista del Oeste (1962), entre otros grandes films, y producciones para la pantalla pequeña como Bonanza (1959) y La casa de la pradera (1974). Tal fue su demanda a nivel mundial, que incluso en Europa surgieron los spaghetti western, producciones italianas de menor presupuesto, pero mayor libertad creativa, como Django (1966) de Sergio Corbucci y La muerte tenía un precio (1965) de Sergio Leone, con la que Clint Eastwood saltó al estrellato.
A pesar del éxito, la saturación de producciones, cada vez más genéricas, terminaron por desgastar al género tradicional en los sesenta. No obstante, aun en una época donde los superhéroes y supervillanos son los favoritos del público, las películas western han conseguido adaptarse a los nuevos tiempos.
Por ejemplo, Django Desencadenado (2012) de Quentin Tarantino, hereda espiritualmente la obra de Corbucci, al crear su propio spaguetti western en Estados Unidos, mientras añade elementos modernos como el Hip-Hop para hacer más accesible a las nuevas generaciones esta divisiva y entretenida historia de venganza. Asimismo, obras como Cry Macho (2021) nos muestran a un nonagenario Clint Eastwood, darle una importante lección de vida a un joven criminal, para corregir su camino, dándose cuenta de que a pesar de los años, aún puede darle sentido y rectitud al suyo.
Aunque el cine western ya no posee la misma popularidad que gozó durante el siglo pasado, este ha heredado al séptimo arte sus personajes arquetípicos, y el perpetuo conflicto entre lo correcto y conveniente, honrando las historias de quienes se atrevieron a conquistar el salvaje oeste.