|| Críticas | Locarno 2022 | ★★☆☆☆
Regra 34
Julia Murat 🇧🇷
La filosofía del sadomasoquismo
Ignacio Navarro Mejía
ficha técnica:
Brasil, Francia, 2022. Título original: «Regra 34». Dirección: Julia Murat. Guion: Julia Murat, Rafael Lessa, Roberto Winter. Producción: Esquina Filmes, Bubbles Project. Música: Lucas Marcier, Maria Beraldo. Fotografía: Leo Bittencourt. Reparto: Sol Miranda, Lucas Andrade, Lorena Comparato, Isabella Mariotto. Duración: 100 minutos.
Brasil, Francia, 2022. Título original: «Regra 34». Dirección: Julia Murat. Guion: Julia Murat, Rafael Lessa, Roberto Winter. Producción: Esquina Filmes, Bubbles Project. Música: Lucas Marcier, Maria Beraldo. Fotografía: Leo Bittencourt. Reparto: Sol Miranda, Lucas Andrade, Lorena Comparato, Isabella Mariotto. Duración: 100 minutos.
La brasileña Julia Murat pretende denunciar el neocolonialismo y el patriarcado en su película titulada Regra 34, expresión del mundo digital que quiere decir que todo contenido ahí existente puede tener su versión pornográfica. Pero el propio título traiciona entonces el propósito de la cineasta, que no sería tanto mostrar el comportamiento sexual de una mujer negra, privilegiada solo hasta cierto punto, para politizarlo o darle un relieve de justicia social, sino más bien el camino inverso, esto es, imponer a una visión sociopolítica un tratamiento sexual. Es esa la impresión que en efecto provoca esta historia, cuya protagonista vive dos realidades paralelas: por un lado, se está formando como defensora pública, entre los mejores abogados y profesores de derecho penal de la ciudad y, por otro lado, se dedica a exhibir su cuerpo y practicar (cada vez más peligrosos) actos sexuales ante la pantalla de su ordenador, a cambio de dinero por parte de los seguidores de su perfil.
El problema radica en que las dos partes de la trama están mal compenetradas, como si pertenecieran a películas distintas. Una busca más claramente el mensaje y la otra la provocación, pero ello resulta didáctico en el peor de los sentidos, ya que se están introduciendo escenas para lanzar ese mensaje que, al no estar bien retroalimentadas, impiden que ese mensaje nos llegue claramente. En otras palabras, es un filme de denuncia, con diálogos pendientes casi siempre de la misma, pero con una estructura errática que obstaculiza la propia interposición de tal denuncia. Que la narración sea frustrante queda patente desde el engañoso comienzo, en una de esas sesiones de pornografía en directo, con los títulos de crédito intercalados sobre una música discotequera, que queda relegado ante el escaso estilo del resto del metraje. No todo es criticable ni carece de interés, y la cinta sí logra incomodar, pero no remover conciencias, e intenta jugar en demasiados frentes con una base dramática demasiado coja. ⁜