|| Críticas | Locarno 2022 | ★★★☆☆
De noche los gatos
son pardos
son pardos
Valentin Merz 🇨🇭
El bosque encantado
Ignacio Navarro Mejía
ficha técnica:
Suiza, 2022. Título original: «De noche los gatos son pardos». Director: Valentin Merz. Guion: Valentin Merz. Producción: Andrea Film. Fotografía: Robin Mognetti. Reparto: Adrian Merz, Alain Labrune, Andoni De la Cruz, Bishop Black, Candida Sanchez, Céline Carridroit, Dogartzi Magunagoicoechea, Daniel Binggeli, Jean-Charles de Quillacq, Khalil Dahi, Mara Thurnheer, Maxi Schmitz, Miguel Moraes Cabral, Natalia Portnoy, Printille Davigo, Robin Mognetti, Valentin Merz, Wanda Wylowa, Yanna Rüger, Yannick Chassagne. Duración: 110 minutos.
Suiza, 2022. Título original: «De noche los gatos son pardos». Director: Valentin Merz. Guion: Valentin Merz. Producción: Andrea Film. Fotografía: Robin Mognetti. Reparto: Adrian Merz, Alain Labrune, Andoni De la Cruz, Bishop Black, Candida Sanchez, Céline Carridroit, Dogartzi Magunagoicoechea, Daniel Binggeli, Jean-Charles de Quillacq, Khalil Dahi, Mara Thurnheer, Maxi Schmitz, Miguel Moraes Cabral, Natalia Portnoy, Printille Davigo, Robin Mognetti, Valentin Merz, Wanda Wylowa, Yanna Rüger, Yannick Chassagne. Duración: 110 minutos.
De noche los gatos son pardos juega con estas referencias e intenta llevarlas un poco más allá, difuminando la separación entre la historia narrada y la forma en que se narra. La historia tiene que ver, cómo no, con el rodaje de una película, cuyo equipo se reúne en el bosque para grabar escenas en apariencia inconexas, con el tema principal de la exploración de sus respectivos cuerpos (mediante el olor o el contacto directo). De repente, el director desaparece, nadie lo encuentra, la policía interviene y al final hallan su cadáver. La investigación, sin embargo, no prospera, y algunos de los actores toman medidas por su cuenta, además del operador de cámara, amante del director fallecido. Todos ellos se interpretan, hasta cierto punto, a sí mismos. Valentin Merz es actor y director y así lo es también su alter ego en la pantalla, al igual que el mencionado operador o los actores. Todos mantienen sus nombres y profesión respectiva, aunque, huelga decirlo, en aras de la ficción interpretan un papel ajeno a su propia personalidad.
De hecho, estos datos sólo los comprobamos en los títulos de crédito finales. Estamos ante la ópera prima de Merz, y ha querido dejar patente su peculiar estilo desde el principio, con ese metalingüismo que se extiende al propio desarrollo narrativo, pues a veces no queda claro si estamos ante una escena de ficción, de la película dentro de la película, o de un ensayo de la misma o de la propia película. Todo parece un poco confuso, y esa es la intención, pues el relato deriva igualmente por una senda surrealista, teniendo en cuenta que otra influencia de Merz es David Lynch. No alcanza su capacidad de hipnotismo pero sí despierta cierta curiosidad y hasta intriga, aunque la investigación acabe siendo una especie de MacGuffin y el desenlace de varios personajes quede en el aire. La periódica y sostenida inclusión de secuencias musicales (con grandes hits), a cámara lenta, contribuye a esa atracción, mientras que otros momentos resultan más anodinos. De noche los gatos son pardos es un filme consciente de sus referentes, que intenta hacer algo distinto y se sale a medias con lo suyo, al ser demasiado irregular. Quedaremos en todo caso pendientes del siguiente paso que tome el joven Merz. ⁜