|| Críticas | Locarno 2022 | ★★★☆☆
Bowling Saturn
Patricia Mazuy 🇫🇷
Caín y Abel
Ignacio Navarro Mejía
ficha técnica:
Francia, 2022. Título original: «Bowling Saturn». Director: Patricia Mazuy. Guion: Yves Thomas, Patricia Mazuy. Producción: Ex Nihilo, Les Films du Fleuve. Fotografía: Simon Beaufils. Música: Wyatt E.. Reparto: Arieh Worthalter, Achille Reggiani, Leïla Muse, Frédéric van den Driessche, Lou Gala. Duración: 114 minutos.
Francia, 2022. Título original: «Bowling Saturn». Director: Patricia Mazuy. Guion: Yves Thomas, Patricia Mazuy. Producción: Ex Nihilo, Les Films du Fleuve. Fotografía: Simon Beaufils. Música: Wyatt E.. Reparto: Arieh Worthalter, Achille Reggiani, Leïla Muse, Frédéric van den Driessche, Lou Gala. Duración: 114 minutos.
La directora Patricia Mazuy ha definido su película Bowling Saturne, en su primer pase público a competición del festival de Locarno, con un escueto es un film noir. Es cierto pero, ante todo, es un neo-noir que insiste en esos componentes de nihilismo y laconismo a los que nos referíamos. Sus dos personajes principales son dos hermanos situados por un capricho del destino a lados opuestos de la ley, ya que el mayor es un policía que investiga los asesinatos de unas mujeres, cometidos por el menor. Su relación no es muy fraternal que digamos, interactúan lo mínimo, como queda patente desde la primera escena que comparten, cuando el hermano mayor informa al menor de que ha fallecido su padre. Comunica la noticia desde su coche en movimiento, mientras el otro camina por la calle, sin intención este de detenerse ni el otro de bajarse del vehículo, por lo que claramente se sitúan en planos distintos. Y el anuncio está exento de todo sentimentalismo, todo es dureza y sencillez en los distintos intercambios de pareceres, que quedan reducidos a su mínima expresión. Esto de hecho se extiende a las escenas con otros personajes, como entre el policía y una activista de la que se encariña. Y la puesta en escena es igualmente muy directa, sin subterfugios ni estilizaciones, distinguiéndose en este último, también, del noir más reconocible.
Buena parte del metraje transcurre con todo en la bolera que da título al filme, de noche, y la atmósfera que proporciona ya brinda bastante poderío a las composiciones. Los pasillos oscuros, las luces intermitentes del local o la propia zona en apariencia desierta donde está ubicado conforman un decorado propicio al suspense y la tensión. Bowling Saturne desarrolla una narración meridiana, donde los conflictos están claros, pese a la escasa exposición de los personajes, pues una vez fijadas sus intenciones, se puede centrar en la acción, y en particular la secuencia del primer asesinato destaca por su crudeza. Más adelante hay una elipsis que permite desarrollar los puntos de vista de los dos hermanos por separado y darles su correspondiente relevancia, aunque en el desenlace se une todo de una manera verosímil y eficaz. Quizá quepa achacar a la cinta, precisamente por ese laconismo que la caracteriza, una sensación de vacío que, aunque sea intencionado en la descripción de los personajes y su ambiente, se extiende también a una propia construcción narrativa huérfana de apoyos emocionales o de informaciones que nos intriguen o nos hagan reflexionar. Se nos cuenta una historia con vocación de síntesis, y ello tiene su mérito, pero esa misma historia podría haber dado para más. ⁜