|| Críticas | ★★★★☆ |
Los jóvenes amantes
Carine Tardieu
El mito de Diotima
Adrià Allande
ficha técnica:
Francia, 2021. Título original: «Les jeunes amants». Directora: Carine Tardieu. Guión: Sólveig Anspach, Agnès de Sacy, Carine Tardieu. Fotografia: Elin Kirschfink. Productora: Ex Nihilo, Karé Productions, Artemis Productions, France 2 Cinema, Auvergne Rhône-Alpes Cinéma, VOO, BE TV, Proximus, Shelter Prod. Reparto: Fanny Ardant, Melvil Poupaud, Cécile De France, Florence Loiret-Caille, Sharif Andoura, Sarah Henochsberg, Martin Laurent, Olenka Ilunga, Manda Touré, Julia Gómez, Corey McKinley. Duración: 113 minutos.
Francia, 2021. Título original: «Les jeunes amants». Directora: Carine Tardieu. Guión: Sólveig Anspach, Agnès de Sacy, Carine Tardieu. Fotografia: Elin Kirschfink. Productora: Ex Nihilo, Karé Productions, Artemis Productions, France 2 Cinema, Auvergne Rhône-Alpes Cinéma, VOO, BE TV, Proximus, Shelter Prod. Reparto: Fanny Ardant, Melvil Poupaud, Cécile De France, Florence Loiret-Caille, Sharif Andoura, Sarah Henochsberg, Martin Laurent, Olenka Ilunga, Manda Touré, Julia Gómez, Corey McKinley. Duración: 113 minutos.
La película relata la historia de Pierre (41) oncólogo de prestigio, casado y con dos hijos, y su enamoramiento progresivo pero desbocado por Shauna (71). La cinta se inicia con la imagen desenfocada y en la que podemos intuir la figura diluida de una mujer que, paulatinamente, va acercándose por un pasillo hacia nosotros, hasta aparecer nítida y definida. En el plano inicial se condensa el símbolo del enamoramiento, el paso foráneo del otro hasta la consumación y su reconocimiento. Este, a nivel argumental, se sitúa quince años antes de la historia central, donde ambos se conocen en el mismo hospital. Shauna vela por su amiga moribunda, Mathilde, y Pierre, por azar, se encarga del servicio médico de quien, a su vez, es la madre de su mejor amigo. Este último, tras los quince años que separa el prólogo del resto del metraje, será quien se encargará de que Pierre viaje, junto a él, a Irlanda para hospedarse unos días en la pequeña cabaña de Shauna, en medio de un páramo que acaricia la costa ruda y deshabitada del Atlántico. Las secuencias que conforman el desarrollo del primer encuentro, filmadas en la pequeña cabaña, son de un preciosismo más que admirable. El lugar, solitario y atemporal, iluminado por modestas lámparas de sobremesa y un techo que exige, a los protagonistas, a andar con delicadeza, representan los ingredientes de la primera intimidad, dirigida con suma ternura por parte de Tardieu y su equipo artístico. El conjunto de la película y su puesta en escena es de carácter barroco, rehúsa mayoritariamente del plano general y se condensa cercana a los protagonistas, abarrotando el aspecto visual. La elección permite, desde lo atestado, fortificar el sentimiento de confusión en la que se encuentran, no solamente la protagonista, sino los personajes que orbitan alrededor de la historia. El uso del mobiliario y su exceso, la duplicidad de los espejos y la opresión de la composición desemboca en una unidad estética sumamente expresiva, por vía del espacio, a la representación laberíntica de la historia de amor entre ambos. Aunque, Pierre, por su parte, parece ser el único personaje que no muestra duda al respecto ni concesión alguna, consciente de lo que desea y ama. El amour fou, instalado en su personaje, proporciona al protagonista la frescura y la heroicidad de quien desea desde la inocencia que nos exige el acto. Imperturbable, no hay espacio para el prejuicio ni el planteamiento racional porque, como dice el cantautor cubano, Silvio Rodríguez, «hay que amar, aunque tengamos final para después, seguir amando».
Las interpretaciones, en especial la de Shauna, encarnada por Fanny Ardant, protagonista de filmes que se sitúan en el Monte Parnaso del cine francés, como es el caso de La femme d’à côté o Vivamente dimanche, es ajustada y medida. Ardant demuestra una vez más su poder para representar las encrucijadas del amor en personajes que, en apariencia, denotan una seguridad de la que carecen en su interior. Especialmente, en Los jóvenes amantes, recuerda por su conflicto, no en edad sino en intensidad, a la primeramente citada película de Truffaut. En este caso, junto a Fanny Ardant no se encuentra a Gérard Depardieu, pero Melvil Poupaud, Pierre en el guion, consigue una actuación sobria y solvente, como acostumbra en sus colaboraciones con François Ozon. Sendas interpretaciones, la dirección de una veterana en el género como Carine Tardieu, dominando el espacio y la composición como elementos puntales, así como la precisión del guion —firmado, entre otros, por la magnífica directora islandesa Sólveig Anspach, fallecida hace siete años—, aunque trabaje sobre fórmulas clásicas, conforman un filme notable, que cierra respetando la esencia inicial: desde una sencillez conmovedora, y dejando un ventanal abierto al espectador, representa el acto último, la resistencia íntima de aquellos que se aventuran a amar, aceptando, por bien o por mal, como diría Jean Renoir, la régle du jeu. Bello. ⁜
▼ Les jeunes amants , Carine Tardieu
Un bonito adiós a Sólveig Anspach.
Un bonito adiós a Sólveig Anspach.