Psicología bajo el velo de las películas
El nuevo cine psicológico
Nosotros, los humanos, somos criaturas que buscan emociones fuertes. Somos seres curiosos que demandan sensaciones. Es por eso que nos entregamos a nuestros juegos de ruleta online favoritos, buscamos adrenalina a través de actividades que inducen miedo y buscamos respuestas a través de películas psicológicas. Sin embargo, la mayoría de las veces, en este último caso, después de ver una buena película, nos quedan aún más preguntas, y eso nos gusta. Hay ciertas películas que nos ofrecen una amplia variedad de sentimientos paradójicos que ni siquiera sabíamos que queríamos experimentar. Esas son definitivamente películas que nos dejarán con ganas de escalar mayores alturas (cinematográficas). A continuación, os hablamos de dos últimos grandes ejemplos
El Hoyo
Galder Gaztelu-Urrutia dirigió la película española de terror y ciencia ficción El Hoyo. La premisa gira en torno a una necesidad básica, el hambre, y su impacto en la condición humana. El concepto mundano de una prisión se ha torcido hacia un enfoque en capas, donde la comida plantea cuestiones existenciales y éticas principales. Lógicamente, quien está arriba se beneficia de la multitud de opciones de comida que la plataforma tiene para ofrecer, y los de abajo puede que no obtengan ninguna. Pero esta dinámica específica cambia, ya que una vez al mes los presos cambian de celda.
El Hoyo imita en muchos sentidos un experimento social poco ético. Se desata un conflicto inevitable, ya que la necesidad básica no está satisfecha, pero la forma en que se precipita es bastante angustiosa para el observador. Por supuesto, el conflicto podría resolverse mediante un enfoque utópico de «solidaridad espontánea», pero esa no es la forma en que nuestra sociedad procede con mayor frecuencia. Así, a medida que se llega a los niveles inferiores, el bien y el mal son nociones inciertas que no encajan en nuestro mundo individualista. Sin embargo, la lucha por la supervivencia es dura y nunca sale del cerebro, ni siquiera después de aterrizar en uno de los niveles superiores. A partir de este momento, dos conceptos se empujan mutuamente a lo largo de la historia. Por un lado tenemos la lucha por la cordura mental que incluye valores, moralidad, ética y todo lo que hace a una persona «humana». Por otro, encontramos el viaje del «héroe», una persona superior dispuesta a perderlo todo por la causa, incluso a sumergirse con la plataforma, y quizás arriesgar su propia cordura.
Parásitos
La película dirigida por Bong Joon-ho es considerada una obra maestra. Capta la desesperación del ser humano y hasta dónde puede llevarle este estado de ánimo. Cuando ninguna de sus necesidades básicas está satisfecha, ¿tiene algo que perder? Aunque la historia es excepcional, el impacto se propaga por la forma en que se presenta. Se siente como una avalancha. Por intrigante que sea, esta película no retrata un mundo distópico o utópico. Más bien, enfrenta a sus espectadores con un enfoque bastante realista de nuestra sociedad, donde uno nunca puede estar por encima del juego, las consecuencias no son algo de lo que puedas escapar, y algunos tienen la suerte de vivir en este mundo sin sentir la carga del destino de los demás, hasta que se derrumba sobre ellos también.
Parásitos explica cómo la vida es una cadena de acciones. Una vez que te atrapa la avalancha, una vez que experimentas la descarga de adrenalina, no hay forma de saber exactamente dónde puedes terminar. La vida solo te da oportunidades para que pruebes, pero no hay garantías. La única certeza es que evolucionarás, de una forma u otra, en algo. Para algunos, aunque rara vez, resulta ser exactamente lo que esperaban. La mayoría de las veces, la frustración de nuestro mundo mundano devora incluso a las personas más ambiciosas.
