|| CRÍTICAS | AMERICANA FILM FEST 2022 | ★★☆☆☆ ½
Poser
Noah Dixon, Ori Segev
El sonido como propósito de vida
Ignacio Navarro Mejía
Estados Unidos, 2021. Título original: «Poser». Dirección: Noah Dixon y Ori Segev. Guion: Noah Dixon. Producción: Loose Films. Presentación: Festival de Tribeca 2021. Fotografía: Logan Floyd. Montaje: Noah Dixon y Ori Segev. Música: Adam Robl y Shawn Sutta. Diseño de producción: Juli Sasaki. Vestuario: Sarah Jean Achor. Reparto: Sylvie Mix, Bobbi Kitten, Abdul Seidu, Rachel Keefe, Angela Jernigan, Nick Samson, Danielle Samson, Drew Johnson, Jeff Grennell. Duración: 87 minutos.
Esta introducción, en abstracto, nos permite aventurar que la cinta aquí reseñada, de título Poser, debería caracterizarse por una gran libertad formal, puesto que su meollo narrativo gira en torno a un podcast. Para más dato, su protagonista es una joven residente en Columbus que se dedica precisamente a eso, a grabaciones de sonido y entrevistas para un programa que quiere dedicar a la escena de música underground de la ciudad. Sus codirectores Noah Dixon y Ori Segev siguen entonces el hilo que exponíamos para, en efecto, apostar por una estética y un montaje bastante libres, al menos en la primera hora de metraje. Esta se corresponde con el recuento del pasado inmediato de la protagonista y sus inciertas aproximaciones a su nueva dedicación, por lo que su visualización se caracteriza del mismo modo por una naturaleza oscilante y difusa. Se suceden escenas de marcada introspección de este personaje, con otras más centradas en la música por la que se interesa y sus creadores, por lo que la historia no parece seguir un camino claro ni la puesta en escena tiene demasiada concreción, pese a lo escaso de las localizaciones. Esto dificulta la conexión del espectador con dicha historia, cuya trama como decíamos tiene que ver con el funcionamiento de grabaciones sonoras, por lo que a falta de un asidero visual evidente, tal espectador puede dispersarse con facilidad.
Esta dificultad para establecer un seguimiento fluido con la narración se acrecienta por la apatía de la protagonista y por la estructura episódica de aquella. Nuestra heroína, de nombre Lennon Gates (Sylvie Mix), vive en una especie de alienación por la que le cuesta mucho transmitir sus emociones. Apartada de su hermana como único miembro discernible de su familia, con la que queda solo ocasionalmente a tomar algo, y sin nadie con quien compartir su cotidianeidad, esta se desenvuelve por la rutina de su trabajo nocturno de limpieza hotelera y su deambular por las calles y espacios marginales de Columbus, cuando no recaba en su piso de alquiler unipersonal, decorado con las múltiples casetes de sus grabaciones. En su trabajo no asistimos a ninguna interacción con ninguno de sus compañeros y, fuera del mismo, se limita a comunicar lo estrictamente necesario para llevar a cabo su empresa. Es significativo que la primera escena de la película consista en una grabación que a escondidas efectúa con su móvil de quienes están comentando un cuadro en una pequeña galería, por lo que no hay un contacto humano directo, ya que la joven permanece apartada y no interpela a tales sujetos. El personaje no se define por su soledad porque sea arisco o desagradable, ni siquiera porque rechace de primeras las relaciones sociales, ya que cuando estas se presentan, no las rehúye sino que se deja llevar. Sin embargo, su soledad se impone porque es incapaz de salir de un bucle vital ceñido a su propia individualidad.
De ahí que cuando entra en su vida la cantante Bobbi Kitten, con quien va entablando una relación más cercana, ese mundo interno cuidadosamente construido se descoloca por completo. En esta segunda parte del metraje hay un conflicto más claro, aunque la división en capítulos mantiene la estructura episódica que comentábamos, y fragmenta un tanto el drama. Obstaculiza de hecho ese peculiar trance hacia el que parecía conducirnos Poser, que podía resultar errático pero que al menos producía cierta sugestión, con algún hallazgo de imagen y alguna secuencia de montaje intrigantes, hasta estimulantes. Ahora, una vez que el drama va entrando de forma patente en una dimensión esquizofrénica, paradójicamente se hace más previsible, cayendo en algunos lugares comunes, en especial en una confrontación final que se antoja precipitada y desentona un poco con el tono más etéreo alcanzado en esa primera parte de la cinta. Si esta, en suma, resulta más frustrante pero también más coherente, con esa aproximación libre de ataduras al mundo del podcast, en su segunda parte la historia sigue otros derroteros menos originales y más asentados en un problema concreto. Al tomar este giro facilita la implicación del espectador pero limita sus posibilidades narrativas, ya que estas se alejan de su premisa más amplia y se constriñen a la perturbada psique de la protagonista, la cual se define por una ausencia total de imaginación. En pocas palabras, esta película no es desdeñable, no está exenta de una cierta capacidad hipnótica, si bien es demasiado desigual e irregular para dejar el poso que pretende. ⁜
▼ Poser, Noah Dixon, Ori Segev
NEXT Americana 2022.
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