|| CRÍTICAS | AMERICANA FILM FEST 2022 | ★★★★☆
Mass
Fran Kranz
Réquiem para el dios salvaje
Júlia Gaitano i Mendizábal
Estados Unidos. 2021. Título original: «Mass». Directores: Fran Kranz. Guion: Fran Kranz. Producción: 7 Eccles Street, Circa 1888, 5B Productions. Fotografía: Ryan Jackson-Healy. Montaje: Yang Hua Hu. Música: Darren Morze. Reparto: Jason Isaacs, Martha Plimpton, Ann Dowd, Reed Birney, Breeda Wool, Michelle N. Carter, Kagen Albright. Duración: 110 minutos.
A diferencia del altercado menor que reúne a los cuatro protagonistas de Un dios salvaje, el acontecimiento originario que motiva la cita en Mass es mucho más extremo y doloroso. Kranz toma un asunto delicado y candente en la sociedad norteamericana como es el de los tiroteos escolares y le da la vuelta. Estamos acostumbradas a verlo desde la perspectiva de los medios de comunicación, las imágenes policiales, las noticias de los juicios derivados. O, en cine, como Gus Van Sant lo retrataba en Elephant (2003), desde el momento y la perspectiva del perpetrador. El realizador de Mass lo hace desde sus secuelas. Concretamente, desde aquellas que quedan en los padres del shooter y también las que cargan consigo los progenitores de las víctimas. Jay (Jason Isaacs) y Gail (Martha Plimpton), estos últimos, buscan poder pasar página y perdonar, demasiado doloridos y cansados como para aferrarse a la rabia. Para poder hacer eso, primero quieren entender. Al final, Richard (Reed Birney) y Linda (Ann Dowd), padres del asesino, han tenido que pasar y siguen pasando, a su manera, por su propio duelo. La película es el diálogo entre los procesos de los cuatro adultos, desde la diferencia pero también y desde las semejanzas.
En un filme de formas depuradas y poco elemento estridente, destacan por encima de todo las propias actuaciones de Dowd, Birney, Plimpton e Isaacs. Es bien curiosa la apuesta de Kranz, en el que es, recordemos, su debut, por una pieza tan aparentemente teatral. Si algo nos ha enseñado la historia del cine es que acercarse a la gran pantalla desde nociones arraigadas en el teatro es todo un reto del que no siempre se sale airoso. Forzar los dispositivos tratando con un espacio único con el diálogo como elemento central es complejo y hay que saber hallar equilibrio entre sus partes. A través de esas cuatro interpretaciones magníficas, Mass da con el tono justo. En gran parte, por la forma en que el propio guion distribuye inteligentemente la tensión a lo largo de las casi dos horas de encuentro. Ya desde el inicio, cuando se introduce la propia construcción del espacio, empieza a estructurarse a modo de progresivas revelaciones clave a través de las cuales ir comprendiendo los hechos. Cada uno de los padres cuenta con su pequeña revelación correspondiente, que ayuda a construir cuatro figuras que encarnan cuatro formas de ser y de vivir con el trauma. En sintonía, cuenta con un montaje perfectamente minucioso, que reparte el peso dramático entre interlocutores y oyentes. El modo en que se acerca a los rostros trasciende lo teatral, mostrando microexpresiones y matices que solamente desde el cine se pueden revelar. Sobresaliente igualmente el uso del sonido, pero sobre todo del silencio, solamente roto por música «diegética» en el arranque y cierre de la pieza. Fran Kranz muestra una increíble osadía al presentarse al mundo como director con una propuesta tan radical, aunque pueda no parecerlo. La jugada, por fortuna, le sale bien, y nos ofrece un retrato a cuatro caras a modo de estudio sobre el recuerdo, el dolor y el perdón. ⁜
▼ Mass, Fran Kranz
Premio de la crítica TOPS Americana 2022.
Premio de la crítica TOPS Americana 2022.