Novos Cinemas 2021 (I)
CRÓNICA 01 del FESTIVAL INTERNACIONAL de CINEMA de PONTEVEDRA.
▲ Piccolo Corpo, Laura Samani.
Sección oficial de la edición 06 del Novos Cinemas.
Sección oficial de la edición 06 del Novos Cinemas.
¿De cuántas formas se puede filmar cómo sube un hombre a un caballo? Según la frase atribuida al director de cine Raoul Walsh, solamente una: haciendo que un hombre suba a un caballo. Esta reflexión, que en el fondo no deja de ser anecdótica, trata el debate sobre la eficacia de las formas más simples del cine clásico contrapuestas a una innecesaria complicación (según lo que declara Walsh) que va unida a la aparición del cine moderno. En el contexto actual, evidentemente, esta discusión queda algo vacía, y aunque pueda llevar a terrenos argumentales sugerentes, toma potencia sobre todo a nivel visual. Nicolás Zukerfeld recupera la imagen del hombre subiendo al caballo en su pieza de nombre revelador No existen 36 maneras de mostrar cómo un hombre se sube a un caballo, que se ha podido ver en la presente edición del festival Novos Cinemas, en Pontevedra. El cineasta argentino toma la declaración de Walsh como punto inicial para una investigación de proporciones relativamente épicas, teniendo en cuenta su condición de videoensayo. Lo más sugerente de la película es que existe a dos niveles distintos, aunque totalmente compatibles: el de las ideas, mucho más abstracto, y el del puro cine, a base de ritmos y montaje. A partir de ahí se revela que, más allá de las convicciones de Raoul Walsh sobre las formas rebuscadas del cine moderno que tanto parece rechazar, estas maneras de mostrar una misma acción no tienen por qué significar una complejidad forzada: quizás de lo único que se precisa es de diferentes puntos de vista.
A otra escala, eso mismo se da en la propia programación del certamen gallego. Al fin y al cabo, aunque todo sea cine, toma aspectos tan distintos que no deja de maravillar el hecho de que una misma forma de expresión pueda dar cobijo a toda esa variedad. En Novos Cinemas, además, se pone especial atención en democratizar las propuestas que se proyectan. Así, en la sección oficial, se puede ver tanto Actual people de Kit Zauhar, un dramedy norteamericano post-adolescente, como Rock Bottom Riser (firmado por Fern Silva), un estudio puramente sensorial sobre la crudeza y potencia de los elementos naturales en Hawai. O, en la sección paralela Latexos, conviven la ya mencionada pieza cinéfila de Zukerfeld con La luna representa mi corazón (Juan Martín Hsu), un enternecedor y entretenido retrato familiar en el sino de un hogar argentino-taiwanés. Efectivamente, todas ellas son películas por igual, pero no todas utilizan las mismas herramientas, ni se interesan por un mismo léxico, ni comparten ambiciones. La riqueza de contar con esta variedad es que eso aumenta la posibilidad de ser sorprendida y, tras la complicadísima temporada que lleva la industria, con las circunstancias pandémicas y derivados, eso resulta especialmente refrescante.
Otro fenómeno que se da es la facilidad que tienen las distintas propuestas por generar diálogos fructíferos entre ellas. Tanto en concepto de temáticas como de los impulsos narrativos de sus creadoras, o incluso en el terreno de la más pura creación de imágenes. Resulta evidente, por ejemplo, al visionar las sugerentes propuestas de Laura Samani y Nathalie Alvarez Mesen, Piccolo Corpo y Clara Sola respectivamente. En ellas entra en juego todo un estudio sobre un cierto universo de feminidades aisladas. Las vivencias de la primera encuentran reflejo en las angustias de la segunda, aunque surjan de sitios distintos. En el caso de Piccolo Corpo, un relato sobre maternidad y duelo, en el caso de Clara Sola, sobre obsesiones religiosas y la traslación de una inmaculada visión de la Virgen al cuerpo de una mujer de capacidades especiales. Lo que en una es más bien un viaje físico que acaba en exacerbada purificación, en la otra deviene un descenso a los infiernos de carácter mucho más psicológico. Pero al fin y al cabo, una lucha compartida, de sororidades de conveniencia, soledad y un coqueteo un tanto peculiar con el género fantástico.
▼ Actual People, Kit Zauhar; Berg, Joke Olthaar
Sección oficial de la edición 06 del Novos Cinemas.
Sección oficial de la edición 06 del Novos Cinemas.
«Se revela que, más allá de las convicciones de Raoul Walsh sobre las formas rebuscadas del cine moderno que tanto parece rechazar, estas maneras de mostrar una misma acción no tienen por qué significar una complejidad forzada: quizás de lo único que se precisa es de diferentes puntos de vista. A otra escala, eso mismo se da en la propia programación del certamen gallego».
Pero también puede encontrarse el caso contrario, como la relación que, quizás menos intencionadamente, se establece entre Berg (Joke Olthaar) y Re Granchio (Alessio Rigo de Righi, Matteo Zoppis). La potencia de la primera, que se centra en el carácter hipnótico del paisaje agreste montañoso de Europa del Este, queda diluida en un montaje excesivamente circular. La belleza de su fotografía en blanco y negro es innegable, pero hay la duda inevitable de si ello lleva a algún sitio, o se trata simplemente de un retrato vacío. Con esa incertidumbre en el cuerpo, los paisajes que se muestran en el filme/leyenda popular Re Granchio toman especial significancia. Los reparos que genera la primera toman sentido en la segunda, que llena esa magnificencia vacua de complejidad narrativa y capas de conocimiento popular a través de canciones. El tipo de geografía de una y otra, en el fondo, no tiene nada que ver, al igual que sucede con las intenciones de los filmes, pero su visionado consecutivo activa una serie de evocaciones que en conjunto pueden elevar el concepto de las propias películas a nivel individual. Sea como sea, sirva esta crónica como reivindicación del festival en sala, programado con criterio y buen hacer, y cuya experiencia colectiva precisamos como agua de mayo tras tantos meses de aislamiento y pausa.
© Revista EAM / Pontevedra