Atisbos y destellos
Crítica ★★☆☆☆ de «Anunciaron tormenta», de Javier Fernández Vázquez.
España, 2020. Director: Javier Fernández Vázquez. Guion: Javier Fernández Vázquez. Productores: Javier Fernández Vázquez. Fotografía: Lati Marañá. Sonido: Roberto Fernández. Montaje: Javier Fernández Vázquez. Documental, intervenciones de: Nieves Posa Bohome, Paciencia Tobilleri Bepe, Ricardo Bulá Bitema, Donato Muatetema Muelachuá, Fermín Muatiché Burelepe, José Fernando Siale Djangany.
La España colonial, ese elefante en la habitación. Narrativas tan familiares y conocidas pero en las que, a la vez, no solemos reparar. Quedan demasiado lejos, quizás. Nos parecerán demasiado pretéritas. Hablamos del pasado abusivo y vergonzoso de un país movido por el capricho y el despotismo, ese mismo pasado que arrastra víctimas y estragos hasta nuestro presente. Ya sea en forma de pueblos arrebatados de su propia historia o de territorios cuyos recursos fueron explotados hasta la saciedad, las colonias dejaron una herencia de identidades confusas y muchos fueras de campo en el discurso oficial. El bilbaíno Javier Fernández Vázquez, cofundador del colectivo Los Hijos —proyecto conjunto con Luis López Carrasco (El año del descubrimiento) y Natalia Marín Sancho—, busca desenterrar algunos de los cadáveres que se pueden encontrar en esas narrativas coloniales tan llenas de agujeros y paréntesis. Concretamente, el cineasta ahonda en la historia de la muerte de Ësáasi Eweera, un líder bubi, pueblo originario de Bioko (nombre actual de la antigua isla Fernando Póo) en Guinea Ecuatorial.
Las intenciones que se pueden hallar en el filme surgen de un sitio de denuncia, con la indignación y el estupor que provoca el hecho de que, en un momento de tanto acceso a información, aún queden capítulos así de turbios escondidos entre papeleo burocrático y transmisión oral de carácter fabulador (lo que pueden aportar las perspectivas española y bubi, respectivamente). Anunciaron tormenta es fruto de muchos años de indagación de archivo, a partir del cual el director, fascinado por la antropología y desde una cierta responsabilidad reparadora, realiza una tentativa de cronología de lo sucedido en Guinea Ecuatorial entre los años 1899 y 1904. Este es el fondo argumental que contiene el documento. Con todo ello, hay que hablar, sobre todo, de la forma. Es en este punto en el que radica realmente lo singular de la propuesta de Fernández Vázquez. Está claro que a través del cómo, el cineasta pretende cobijar un gesto político. Está presente cuando hace surgir las imágenes desde un fundido blanco, y las hace desaparecer otra vez en golpes de luz.
También al entremezclar lugares presentes de la isla con las pocas imágenes que se conservan de aquella época. En el terreno sonoro, en las voces de los descendientes bubi que presentan y emborronan su narración de los hechos, elevados a condición legendaria. Pero también encontramos artificialidad y monotonía en interminables informes de carácter burocrático que los cabecillas de las Misiones y sus corresponsales en el Reino de España se intercambiaban para informarse de los últimos eventos acontecidos. En la película, estos ejercen como contrapunto, interpretados por especialistas del doblaje que convierten los textos ya de por sí ininteligibles y desinteresados en bloques de pura apatía. Sin embargo, en la apuesta por todos estos recursos, tan calculados, tan llenos de propósito, se halla el talón de Aquiles de la pieza.
▼ Anunciaron tormenta, Javier Fernández Vázquez.
Un impulso colectivo | #DA2021.
Un impulso colectivo | #DA2021.
«En los momentos más brillantes del documental, Javier Fernández Vázquez rompe una lanza en favor de la legitimidad de los relatos surgidos del bando oprimido, aunque estos contengan ciertas trazas de irrealidad. Parece decirnos que ya vemos dónde nos ha llevado la «oficialidad» de las narrativas que han provenido del punto de vista dominante».
Aunque nos pueda ser familiar en términos generales la narrativa de una opacidad y omisión de detalles en el pasado colonial español, se desconoce la historia particular de la muerte de Ësáasi Eweera y del pueblo que fue masacrado junto a él. Con el dispositivo formal desplegado en Anunciaron tormenta, la ordenación de hechos se presenta de forma confusa. Desde un exceso de datos y nombres en forma de parrafadas textuales, con las que se abre la pieza, hasta un embrollo de voces sin rostro (los bubis que cuentan su versión prefieren no mostrarse en cámara) no siempre del todo comprensibles, llegando al recital de un poema/crónica contemporáneo. Se tarda demasiado en comprender dónde está lo verdaderamente relevante de lo que se muestra, y el ritmo del ejercicio no termina de arrancar. Puede llegarse a una cierta conclusión a través de las partes, pero el cineasta deja demasiado en manos del espectador, arriesgándose así a perderlo por el camino antes de que este encuentre un clavo al que asirse. Así, aunque haya instantes de una cierta fascinación, como las imágenes de un hombre abriéndose paso a machete hasta la casa natal del rey asesinado, o la presencia de un cortometraje de los años 40 de alguna de las Misiones que quedaron asentadas en Bioko, estas se pierden en un mar de otros muchos elementos no tan claros. En los momentos más brillantes del documental, Javier Fernández Vázquez rompe una lanza en favor de la legitimidad de los relatos surgidos del bando oprimido, aunque estos contengan ciertas trazas de irrealidad. Parece decirnos que ya vemos dónde nos ha llevado la «oficialidad» de las narrativas que han provenido del punto de vista dominante, a priori tan frías y objetivas, pero claramente sesgadas y silenciantes. Démosle una oportunidad a su alternativa. Como se dice en El hombre que mató a Liberty Valance: «Cuando la leyenda se convierte en hecho, imprime la leyenda».
© Revista EAM / Barcelona