10 razones para ver películas con un proyector
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora montar un cine en casa?
En artículos anteriores ya habíamos apuntado, a propósito de los análisis de diferentes modelos de proyectores BenQ, algunas de las ventajas que suponen para el espectador la instalación de un sistema proyección en casa. En pleno de auge del sector audiovisual, con una alta demanda y su consecuente equivalencia en la evolución tecnológica, la proyección cinematográfica como recurso de amplio espectro se ha convertido en una alternativa real, desechando las afirmaciones que señalaban el elitismo ligado al precio de sus componentes. ¿Qué ha cambiado en la última década? Aunque es cierto que la accesibilidad a experiencias deportivas y lúdicas, en menor medida, vive un momento de esplendor, creemos que el motivo principal es el mismo que articula esta publicación: el cine.
Con la democratización de contenidos de entretenimiento se ha producido un hecho que minusvalora la liturgia fílmica a la más mínima expresión: la estandarización de la imagen. Las emisiones en alta definición –desde 1080p hasta el 4k— y la proliferación del modelo de frecuencia en 48fps que se utiliza en muchos canales televisivos, para muchos una revolución, para otros tantos una aberración, han erosionado el corpus fílmico, despersonalizando la imagen y, por tanto, arrancándole su “alma”. No hay que viajar demasiado al pasado para encontrarnos con un debate similar: la implantación del blu-ray en el mercado. El BD se impuso a su otrora rival, el HD-DVD de Toshiba, que ofrecía una imagen nítida, que buscaba la perfección visual y cromática en diferentes rangos. ¿Cómo lo consiguió? Dejando a un lado aspectos técnicos, y por supuesto a un contexto comercial voraz, por algo tan simple como su granulado. El BD mantenía el grano cinematográfico habitual de las grandes proyecciones y Esa fue la clave de su supervivencia y posterior predación de la competencia. Sin más, un pequeño detalle, ligado a la tradición, a una de las características de la exhibición clásica de películas, resultó fundamental. Y ello, a su vez, explica, no solo la resistencia del proyector como herramienta de la cinefilia, sino también su apogeo en 2020. La proyección como un acto de respeto, pero también de rebeldía.
Una rebeldía inspirada por la propia visión de los cineastas. Alfonso Cuarón, días antes del lanzamiento de Roma (2018) en Netflix, publicó un manual de uso para que el público disfrutara del largometraje descubriendo la verdadera visión del director mexicano. Unas especificaciones técnicas a utilizar tanto en ordenadores, como televisores y proyectores. Cuarón no ha sido el único realizador que ha realizado prescripciones a la hora de proyectar o disfrutar una película. Ang Lee, Peter Jackson, Hou Hsio-Hsien, Terrence Malick o el gran Stanley Kubrick, a lo largo de sus carreras, han adjuntado instrucciones tanto a los proyeccionistas como a los emisores televisivos de cómo se debía reproducir su cinta para una perfecta y fiel experiencia. Justamente, la fidelidad, la traslación de una visión particular de la imagen, es el leitmotiv del siguiente vídeo. En él, el productor Ramón Campos expone las líneas fundamentales de la proyección cinematográfica y la relevancia en su trabajo. Un rigor que no solo es exclusivo de los entes profesionales, también debe ser una exigencia del espectador.
Inspirados en esta pieza, y en un ejercicio metafílmico como Érase una vez en Hollywood, de Quentin Tarantino, en el que se homenajean todas las bases de la proyección de la ficción de antaño, a continuación, exponemos las ventajas de invertir en la creación de un pequeño cine en nuestro hogar, tal como le (nos) describe Marvin Schwarz (el personaje protagonizado por Al Pacino) a Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) cuando ve sus míticas películas de serie B. Un sueño cada vez más accesible y sencillo.
1. Reproducción de color y contraste
No existen mejores razones. Ni mejor representación del color. A lo espetado en el vídeo de Campos, añadimos las declaraciones de Hsin-Yao Huang, director de The Great Budha+: «Los colores suelen manipularse en las películas para representar distintos ambientes. En The Great Buddha+, los colores principales son el blanco y el negro, que se entremezclan con algunos otros colores. El contraste entre el blanco y negro y el resto de colores busca resaltar la tensión de la historia. Otro ejemplo es el color rojo. En la película El Gran Hotel Budapest de 2014 se saturó el color rojo, y todo era tan rojo que la película no solo contaba una historia maravillosa, sino que también provocaba una sensación de comodidad en los espectadores. Sin embargo, cuando volví a ver la película en casa de un amigo, el color rojo era tan llamativo que casi consiguió distraerme de la trama. Por eso creo que la precisión del color es un factor fundamental. Cuando los colores no son precisos, la película pierde las intenciones originales del director y del resto del equipo. Es más, esa falta de precisión de color podría distraer a los espectadores de la película, y eso es una pena. La primera vez que vi una película en casa en una pantalla y con un proyector lo único que puedo decir es que la experiencia fue increíble. Cuando tienes este sistema en casa, quieres volver a ver todas las películas que ya hayas visto antes. Es posible que las hayas visto en formatos de DVD o Blu-ray en un televisor, pero verlas de nuevo con un proyector trae consigo un nuevo nivel de profundidad y detalles».
Hablamos, pues, de una revitalización de la imagen; también de la visión de las películas. La tecnología CinematicColor de BenQ, es todo un progreso en ese aspecto, y el buque insignia de un estilo de proyección inigualable en estos momentos tanto en gama de acceso como a nivel profesional.
A continuación, enumeramos otras razones (y mandamientos) a tener muy cuenta a la hora de pensar en comprarte un proyector:
2. Resolución
La posibilidad de que el proyector se adapte a cualquier entorno y, ante todo, a cualquier fuente de contenido y su resolución.
3. Versatilidad y adaptabilidad
Se puede usar con reproductores blu-ray & DVD, memorias usb, portátiles, Pcs, y proyectar sobre cualquier superficie lisa.
4. Portabilidad
Se puede trasladar a cualquier estancia. La distancia ya no es un problema. Muchos de los nuevos proyectores son de tiro corto. Lo que maximiza las posibilidades en distancias mínimas.
5. Conectividad
Múltiples posibilidades de conexión tanto a la fuente como a tarjetas de sonido. Los BenQ W1700 y W2700, además, están equipados con un sistema de altavoces 2.0 potente, aunque lo ideal es invertir en una barra de sonido Wifi con subwoofer –el coste está cercano a los 100 euros.
Podríamos ver la cantidad de 7.500 películas y es probable que la vida útil de la lámpara todavía estuviera vigente y al máximo rendimiento. El mantenimiento, con unos cuidados mínimos, es muy sencillo.
7. Sostenibilidad
Todos los proyectores de nueva generación vienen provistos de modos de ahorro y/o ecológicos, lo que aseguran su sostenibilidad y su mínimo consumo, aparte de ser responsable con el medio ambiente.
8. Coste
Existen diferentes gamas. En la de acceso, es fácil encontrar un gran proyector entre 400 y 550 euros. El W1050 de BenQ es sensacional. A nivel de cromática se codea con modelos de alta gama. Los precios se reducen año tras años y unidades de mucha calidad son muy accesibles.
9. Ambientación
Si la sala es el lugar perfecto para ver cine, construyamos una. La posibilidad de ver películas en blu-ray, Netflix o Filmin con tus propias reglas y a tu manera.
10. Singularidad
Crear un lugar único para ver películas es la aspiración de cualquier cinéfilo.
En los siguientes enlaces pueden comprar los modelos BenQ W1700 y BenQ W2700, proyectores que recomendamos en EAM.
¿Quieres que te aconsejemos a la hora de comprar un proyector y su instalación? Envíanos un mail a redaccion@elantepenultimomohicano.com
