La Academia se reconcilia con Almodóvar
Palmarés de la 34ª edición de Premios Goya.
Nunca antes fueron los Goya tan predecibles ni estuvieron tan repartidos entre sus favoritos. Más de uno, de hecho, habrá hecho pleno en su quiniela, lo que se traduce en un palmarés tan aburrido como justo, teniendo en cuenta, claro está, qué clase de cine hace por premiar la Academia. Así, Dolor y gloria, la obra más personal de la carrera de Pedro Almodóvar, se ha hecho con siete reconocimientos: película, director, guion original, montaje, música original (el décimo primer triunfo de Alberto Iglesias), actor (Antonio Banderas) y actriz de reparto (Julieta Serrano). Los dos últimos, merecidísimos, han dado lugar a los momentos más conmovedores de la gala, pues ambos intérpretes se han estrenado por fin en estos premios homenajeando respectivamente al propio Almodóvar y su querida madre. Estamos, por cierto, ante la primera vez que el manchego recoge el triunvirato de película, director y guion (a Todo sobre mi madre (1999) y Volver (2006) se les escapó el guion; a Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), la dirección). Entretanto, la única producción que amenazaba con eclipsar tan aparentemente evidente victoria, La trinchera infinita, de los vascos Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga, ha debido conformarse con dos reconocimientos: sonido (justísimo, tanto por el tratamiento del silencio como por el brío de las escenas de acción) y actriz. Porque sí, a la tercera ha ido la vencida para Belén Cuesta, que se ha impuesto así a Marta Nieto, quien, para su desgracia, está inmensa en una película inmensamente absurda: Madre, de Rodrigo Sorogoyen. Con Mientras dure la guerra, sin embargo, Alejandro Amenábar se ha resarcido de las malas críticas al obtener hasta cinco laureles: cuatro para el incontestable despliegue visual (dirección de producción, dirección artística, vestuario y maquillaje y/o peluquería) y uno para la sorprendente, aunque quizá sobreactuada, transformación de Eduard Fernández en el General José Millán-Astray. Pero la Academia no ha descuidado a ninguna de sus favoritas, de forma que Intemperie, de Benito Zambrano, y Lo que arde, de Oliver Laxe, han recibido dos premios cada una: guion adaptado y canción para la primera; fotografía y actriz revelación para la segunda. Este último, por cierto, ha ido a manos de Benedicta Sánchez, quien, a sus 84 años, se ha impuesto a la jovencísima Carmen Arrufat, estrella de La inocencia, de Lucía Alemany.
Para los trabajos que no lograron colarse en un principio en la categoría principal, sin embargo, apenas ha quedado nada: la muy original El Hoyo, de Galder Gaztelu-Urrutia, ha sido reconocida por sus imaginativos efectos visuales; La hija de un ladrón ha dado a Belén Funes, perfecta heredera de los hermanos Dardenne, la mejor realización novel y Quien a hierro mata, del siempre popular Paco Plaza, ha lanzado a Enriq Auquer como el actor revelación del año por un brillante trabajo que bien podría haberse impuesto en la categoría de reparto. A cambio Ventajas de viajar en tren, de Aritz Moreno; Adiós, de Paco Cabezas; Diecisiete, de Daniel Sánchez Arévalo, y Klaus, de Sergio Pablos, se han ido de vacío, claro que al menos estos títulos figuraban entre la relación de nominados, algo que Los días que vendrán, de Carlos Marques-Macet, y El crack Cero, de José Luis Garci, incomprensiblemente no pueden decir. Volviendo a los triunfos, hay que destacar en el lado positivo los de Buñuel en el laberino de las tortugas, de Salvador Simó Busom, y Ara Malikian: una vida entre las cuerdas, de Nata Moreno, como mejor película animada y mejor documental, respectivamente, y en el negativo los de Los miserables, de Ladj Ly, en el terreno europeo y La odisea de los giles, de Sebastián Borensztein, en el iberoamericano (no sólo porque son inmerecidos, sino porque competían respectivamente con Retrato de una mujer en llamas, de Céline Sciamma, y Monos, de Alejandro Landes). Por último, los tres cortometrajes premiados han sido: Suc de Síndria, de Irene Moray; Madrid 2120, de José Luis Quirós y Paco Sáez, y Nuestra vida como niños refugiados en Europa, de Silvia Venegas Venegas. No ha habido sin embargo premio más aplaudido que el Goya Honorífico a Pepa Flores, recogido con suma emotividad por sus tres hijas: Celia Flores, Tamara Gades y María Esteve. Verlas juntas en el escenario justo después de que Amaia brillara como nunca con su “Canción de Marisol” fue casi tan conmovedor como imaginar a la homenajeada viendo la gala sola y en silencio, lejos de esa fama que nunca quiso y que, le guste o no, siempre tendrá | Juan Roures, Madrid.
Palmarés de los XXIV Premios Goya
◼ Mejor película: Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar.
◼ Mejor dirección: Pedro Almodóvar por Dolor y gloria.
◼ Mejor actor: Antonio Banderas por Dolor y gloria.
◼ Mejor actriz: Belén Cuesta por La trinchera infinita.
◼ Mejor actor de reparto: Eduard Fernández por Mientras dure la guerra.
◼ Mejor actriz de reparto: Julieta Serrano por Dolor y gloria.
◼ Mejor actor revelación: Enric Auquer por Quien a hierro mata.
◼ Mejor actriz revelación: Benedicta Sánchez por Lo que arde.
◼ Mejor dirección novel: Belén Funes por La hija de un ladrón.
◼ Mejor guion original: Pedro Almodóvar por Dolor y gloria.
◼ Mejor guion adaptado: Benito Zambrano, Daniel Remón y Pablo Remón por Intemperie.
◼ Mejor montaje: Teresa Font por Dolor y gloria.
◼ Mejor dirección de fotografía: Mauro Herce por Lo que arde.
◼ Mejor música original: Alberto Iglesias por Dolor y gloria.
◼ Mejor canción original: “Intemperie”, de Intemperie.
◼ Mejor dirección artística: Juan Pedro de Gaspar por Mientras dure la guerra.
◼ Mejor diseño de vestuario: Sonia Grande por Mientras dure la guerra.
◼ Mejor maquillaje y/o peluquería: Ana López-Puigcerver, Belén López-Puigcerver y Nacho Díaz por Mientras dure la guerra.
◼ Mejor sonido: Iñaki Díez, Alazne Ameztoy, Xanti Salvador y Nacho Royo-Villanova por La trinchera infinita.
◼ Mejor dirección de producción: Carla Pérez de Albeniz por Mientras dure la guerra.
◼ Mejores efectos especiales: Mario Campoy y Iñaki Madariaga por El Hoyo.
◼ Mejor película europea: Los miserables, de Ladj Ly (Francia).
◼ Mejor película iberoamericana: La odisea de los giles, de Sebastián Borensztein (Argentina).
◼ Mejor película de animación: Buñuel en el laberinto de las tortugas, de Salvador Simó Busom.
◼ Mejor película documental: Ara Malikian: una vida entre las cuerdas, de Nata Moreno.
◼ Mejor cortometraje de ficción: Suc de Síndria, de Irene Moray.
◼ Mejor cortometraje de animación: Madrid 2120, de José Luis Quirós y Paco Sáez.
◼ Mejor cortometraje documental: Nuestra vida como niños refugiados en Europa, de Silvia Venegas Venegas.
◼ Goya de Honor: Pepa Flores.