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    Cine Alemán Siglo XXI

    93 filmes aspiran al Óscar a mejor película internacional 2020

    Corea vs. España

    93 filmes aspiran al Óscar a mejor película internacional 2020

    Más películas que nunca aspiran al Óscar a mejor película internacional, nueva denominación que sustituye al antiguo Óscar a mejor película de habla no inglesa: hasta 93, venidas de todos los rincones del Globo, incluyendo tres nunca antes preseleccionados: Ghana (Azali), Nigeria (Lionheart) y Uzbekistán (Hot Bread). Aun así el listado, a niveles cualitativos, es flojo, al menos en lo que a resonancia respecta, con sólo dos claras favoritas: Corea del Sur, incomprensiblemente nunca nominada, con la extraordinaria Parásitos, y España, que no figura entre las finalistas desde 2004, con la no menos reseñable Dolor y gloria. Ambas cintas, con las que Bong Joon-ho y Pedro Almodóvar aspiran también a colarse en otras categorías tal y como hicieron Alfonso Cuarón (Roma) y Pawel Pawlikowski (Cold War) el año pasado, iniciaron la carrera en Cannes, trampolín también de algunas contendientes en el apartado como la senegalesa Atlantique, la francopalestina It Must Be Heaven, la rusa Una gran mujer (Beanpole), la sueca And Then We Danced, y la francesa Los miserables, todas ellas con serias opciones de pasar el primer corte pero pocas de alzarse como vencedoras, siquiera de ser nominadas. La última obra mencionada se impuso a la aplaudida Retrato de una mujer en llamas, cuyo previsible apoyo por parte de los círculos de críticos podría entorpecer el camino a su propio país. La obra maestra de Céline Sciamma es sin duda la omisión más triste y sonada del listado, donde asimismo se echa en falta la china Hasta siempre, hijo mío, de Wang Xiaoshuai, desestimada en favor de la cinta animada Ne Zha. También Japón ha optado por este formato con El tiempo contigo, conmovedor trabajo de Makoto Shinkai cuyos ojos están más bien puestos en el Óscar a mejor película de animación. De todos modos, a falta de pesos pesados, y considerando el carácter imprevisible de la categoría que nos ocupa, todo puede pasar, con lo que largometrajes de extenso recorrido como la colombiana Monos, la danesa The Queen of Hearts, la polaca Corpus Christi, la islandesa A White, White Day, la argelina Papicha o la belga Nuestras madres (extraordinaria ópera prima que tiene en realidad bastante más de guatemalteca) bien podrían terminar haciéndose un hueco en la que es, de lejos, la competición más interesante de los Oscars y que, a continuación, catalogamos y clasificamos según el listado oficial anunciado por la Academia de Hollywood.

    FAVORITAS


    ◼ Corea del Sur, Parásitos, de Bong Joon Ho.
    ◼ Dinamarca, Queen of Hearts, de May el-Toukhy.
    ◼ España, Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar.
    ◼ Francia, Los Miserables, de Ladj Ly.
    ◼ Italia, El traidor, de Marco Bellocchio.
    ◼ Rusia, Una gran mujer (Beanpole), de Kantemir Balagov.
    ◼ Suecia, And Then We Danced, de Levan Akin.

    En una de las competiciones más desiguales de los últimos años, las representantes de Corea del Sur y España, Parásitos y Dolor y gloria, respectivamente, son las rivales a batir en la lucha por el Óscar foráneo. Los autores de sendas cintas han copado en los últimos meses las portadas de las publicaciones cinematográficas más exitosas, augurando la posibilidad de que su impacto en la carrera de premios vaya más allá del apartado internacional. Las previsiones más optimistas no descartan a la cinta de Bong Joon-ho como aspirante en la máxima categoría; a su vez, las opciones del último trabajo de Pedro Almodóvar también pasarían por estatuillas para su guion, su actor principal (Antonio Banderas) y, cómo no, su dirección. El tiempo, y sus rivales, dirán. En este duelo aparente entre ambas parece por delante en la carrera el mix genérico del surcoreano, cada vez más cerca de conseguir para su país algo insólito: su primera nominación y, quizá, su primer Óscar.

    La distancia con el resto es más que evidente. En un segundo grupo aparecen filmes que han contado con una buena recepción crítica pero sin la fuerza necesaria para hacer sombra a las front-runners. Son los casos de Los miserables (Francia), El traidor (Italia), Una gran mujer (Rusia) y And Then We Danced (Suecia) —todas con distribución en España. En este escalón podríamos situar a una obra tapada por el calendario, la danesa Queen of Hearts, ganadora del premio del público de la World Cinema Dramatic Competition del Festival de Sundance. La presencia en su reparto de una actriz reconocible para el académico como Trine Dyrholm se antoja como un atractivo que puede decantar su inclusión entre las cinco mejores.

    Antigone, Sophie Deraspe.
    Una de las sensaciones del TIFF.

    OUTSIDERS


    ◼ Argelia, Papicha, de Mounia Meddour.
    ◼ Argentina, La odisea de los giles, de Sebastián Borensztein.
    ◼ Austria, Joy, de Sudabeh Mortezai.
    ◼ Bélgica, Nuestras madres, de César Díaz.
    ◼ Canadá, Antigone, de Sophie Deraspe.
    ◼ Colombia, Monos, de Alejandro Landes.
    ◼ Islandia, A White, White Day, de Hlynur Pálmason.
    ◼ Luxemburgo, Todo pasa en Tel Aviv (Tel Aviv on Fire), de Sameh Zoabi.
    ◼ Marruecos, Adam, de Maryam Touzani.
    ◼ Palestina, It Must Be Heaven, de Elia Suleiman.
    ◼ Polonia, Corpus Christi, de Jan Komasa.
    ◼ Reino Unido, The Boy Who Harnessed the Wind, de Chiwetel Ejiofor.
    ◼ Rumanía, La Gomera, de Corneliu Porumboiu.

    Mucho más lejos situamos a películas que pueden tener alguna oportunidad de superar el primer corte y, a partir de ahí, soñar con la posibilidad de alcanzar la final. En este caso, el grado de apertura resulta esencial. Propuestas con cara vocación popular pueden hallar el guiño cómplice del académico más ortodoxo. En esta terna podríamos incluir cintas como La odisea de los giles (Argentina), Papicha (Argelia), Corpus Christi (Polonia), Todo pasa en Tel Aviv (de presupuesto luxemburgués pero nacionalidad hebrea), It Must be Heaven (Palestina) –atención a la película de Elia Suleiman—, La Gomera (Rumanía) y el producto Netflix The Boy Who Harnessed the Wind (Reino Unido). En el lado opuesto en cuanto a tonalidad y pretensiones transitan largos como Monos (Colombia) –uno de los destacados de la competición internacional en Sundance—, A White, White Day –la siempre fiable cuota islandesa— o Antigone (Canadá) –una de las rarezas descubiertas en el Festival de Toronto.

    Out Stealing Horses, Hans Petter Moland.
    Segunda película estrenada este año del cineasta noruego que compitió por el Oso de Oro de Berlín.

    SIN APARENTES OPCIONES


    Sea por su fondo, sea por su forma, hay películas que, pese a su evidente calidad, no son una alternativa a la hora de calar entre los académicos. Son los casos de trabajos como System Crasher (Alemania), Ága (Bulgaria), El despertar de las hormigas (Costa Rica), La camarista (México), Out Stealing Horses (Noruega), The Painted Bird (República Checa), A Land Imagined (Singapur) –vencedora en Locarno en 2018— o Dear Son (Túnez). Filmes reseñables, que han integrado, incluso, secciones oficiales de festivales de categoría A, pero que, salvo gran sorpresa, tienen poco que decir en la Oscar Race. De este listado, habría que seguir los pasos de The Perfect Candidate (Arabia Saudí), la nueva película de Haifaa Al Mansour —directora de La bicicleta verde— que compitió por el León de Oro de Venecia —sin demasiada fortuna, por otra parte—, y Buoyancy, representante aussie dialogada en camboyano que bien pudiera ocupar la cuota exótica en la que se suele apoyar la Academia en cosechas más pobres.

    ◼ Albania, The Delegation, de Bujar Alimani.
    ◼ Alemania, System Crasher, de Nora Fingscheidt.
    ◼ Arabia Saudí, The Perfect Candidate, de Haifaa Al Mansour.
    ◼ Armenia, Lengthy Night, de Edgar Baghdasaryan.
    ◼ Australia, Buoyancy, de Rodd Rathjen.
    ◼ Bangladesh, Alpha, de Nasiruddin Yousuff.
    ◼ Bielorrusia, Debut, de Anastasiya Miroshnichenko.
    ◼ Bolivia, Tu me manques, de Rodrigo Bellott.
    ◼ Bosnia y Herzegovina, The Son, de Ines Tanovic.
    ◼ Brasil, La vida invisible de Eurídice Gusmão, de Karim Aïnouz.
    ◼ Bulgaria, Ága, de Milko Lazarov.
    ◼ Camboya, In the Life of Music, de Caylee So y Sok Visal.
    ◼ Chile, Araña, de Andrés Wood.
    ◼ China, Ne Zha, de Yu Yang.
    ◼ Costa Rica, El despertar de las hormigas, de Antonella Sudasassi Furniss.
    ◼ Croacia, Mali, de Antonio Nuic.
    ◼ Cuba, Un traductor, de Rodrigo Barriuso y Sebastián Barriuso.
    ◼ Ecuador, La mala noche, de Gabriela Calvache.
    ◼ Egipto, Poisonous Roses, de Ahmed Fawzi Saleh.
    ◼ Eslovaquia, Let There Be Light, de Marko Skop.
    ◼ Eslovenia, History of Love, de Sonja Prosenc.
    ◼ Estonia, Truth and Justice, de Tanel Toom.
    ◼ Etiopía, Running against the Wind, de Jan Philipp Weyl.
    ◼ Filipinas, Verdict, de Raymund Ribay Gutierrez.
    ◼ Finlandia, Stupid Young Heart, de Selma Vilhunen.
    ◼ Georgia, Shindisi, de Dimitri Tsintsadze.
    ◼ Ghana, Azali, de Kwabena Gyansah.
    ◼ Grecia, When Tomatoes Met Wagner, de Marianna Economou.
    ◼ Honduras, Café con sabor a mi Tierra, de Carlos Membreño.
    ◼ Hong Kong, The White Storm 2 Drug Lords, de Herman Yau.
    ◼ Hungría, Those Who Remained, de Barnabás Tóth.
    ◼ India, Gully Boy, de Zoya Akhtar.
    ◼ Indonesia, Memories of My Body, de Garin Nugroho.
    ◼ Irán, Finding Farideh, de Azadeh Moussavi y Kourosh Ataee.
    ◼ Irlanda, Gaza, de Garry Keane y Andrew McConnell.
    ◼ Israel, Incitement, de Yaron Zilberman.
    ◼ Japón, El tiempo contigo, de Makoto Shinkai.
    ◼ Kazajistán, Kazakh Khanate. The Golden Throne, de Rustem Abdrashov.
    ◼ Kenia, Subira, de Ravneet Singh (Sippy) Chadha.
    ◼ Kirguistán, Aurora, Bde ekzat Pirmatov.
    ◼ Kosovo, Zana, de Antoneta Kastrati.
    ◼ Letonia, The Mover, de Davis Simanis.
    ◼ Líbano, 1982, de Oualid Mouaness.
    ◼ Lituania, Bridges of Time, de Audrius Stonys y Kristine Briede.
    ◼ Malasia, M for Malaysia, de Dian Lee y Ineza Roussille.
    ◼ México, La camarista, de Lila Avilés.
    ◼ Mongolia, The Steed, de Erdenebileg Ganbold.
    ◼ Montenegro, Neverending Past, de Andro Martinović.
    ◼ Nepal, Bulbul, de Binod Paudel.
    ◼ Nigeria, Lionheart, de Genevieve Nnaji.
    ◼ Macedonia, Honeyland, de Ljubo Stefanov y Tamara Kotevska.
    ◼ Noruega, Out Stealing Horses, de Hans Petter Moland.
    ◼ Pakistán, Laal Kabootar, de Kamal Khan.
    ◼ Países Bajos, Instinct, de Halina Reijn.
    ◼ Panamá, Todos cambiamos, de Arturo Montenegro.
    ◼ Perú, Retablo, de Álvaro Delgado Aparicio.
    ◼ Portugal, A Herdade, de Tiago Guedes.
    ◼ República Checa, The Painted Bird, de Václav Marhoul.
    ◼ República Dominicana, The Projectionist, de José María Cabral.
    ◼ Senegal, Atlantique, de Mati Diop.
    ◼ Serbia, King Petar the First, de Petar Ristovski.
    ◼ Singapur, A Land Imagined, de Yeo Siew Hua.
    ◼ Sudáfrica, Knuckle City, de Jahmil X.T. Qubeka.
    ◼ Suiza, Wolkenbruch’s Wondrous Journey into the Arms of a Shiksa, de Michael Steiner.
    ◼ Tailandia, Krasue: Inhuman Kiss, de Sitisiri Mongkolsiri.
    ◼ Taiwán, Dear Ex, de Mag Hsu y Chih-Yen Hsu.
    ◼ Túnez, Dear Son, de Mohamed Ben Attia.
    ◼ Turquía, Commitment Asli, de Semih Kaplanoglu.
    ◼ Ucrania, Homeward, de Nariman Aliev.
    ◼ Uruguay, Así habló el cambista, de Federico Veiroj.
    ◼ Uzbekistán, Hot Bread, de Umid Khamdamov.
    ◼ Venezuela, Yo, imposible, de Patricia Ortega.


    Juan Roures & Emilio Luna
    © Revista EAM / Madrid


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