Especial 66 Festival de San Sebastián
NÚMERO V: PROGRAMACIÓN de la SECCIÓN OFICIAL.
Un año más, la elaboración de la sección oficial del Zinemaldia nos plantea dificultades de lectura previa. El certamen viene arrastrando de un tiempo a esta parte (al menos en los diseños de su sección de cabecera) cierta sensación de indefinición, o de ausencia de una marca de identidad reconocible. Quizá porque San Sebastián tiene demasiados frentes abiertos. La irrelevancia del cine español en los grandes festivales europeos hace que muchos de sus grandes estrenos (y normalmente futuros protagonistas de los Goya) desemboquen en la ciudad vasca. Este año desfilan con sus nuevas creaciones cuatro sospechosos habituales como Isaki Lacuesta (Entre dos aguas, reencuentro con los dos niños gitanos de La leyenda del tiempo), Icíar Bollaín (Yuli, biopic del bailarín cubano Carlos Acosta), Rodrigo Sorogoyen (El reino, thriller político inspirado por los casos recientes de corrupción) y Carlos Vermut. Un grupito con suficiente renombre autoral en España, pero que, acaso por la ausencia de esfuerzos institucionales de promoción, no terminan de dar el salto a las grandes cabeceras europeas. Muy notorio es el caso de Vermut, cuya Quién te cantará —sobre el regreso a los escenarios de una cantante exitosa que ha perdido la memoria— no dejó de sonar para Cannes y ha terminado recalando en el mismo festival que, con la Concha de Oro en 2014 a Magical Girl, lanzó su carrera (y, con ello, el enésimo intento de ciertos sectores de la crítica por encumbrar a ese nuevo gran autor del cine español que nunca llega). Aunque la apuesta por el cine patrio es uno de los puntos fuertes del Zinemaldia, barruntar en ello algo de conformismo por parte del primero es inevitable.
Como también viene siendo habitual, el cine europeo goza de amplia cabida. En lo que otros años hemos tendido a percibir —antes de lanzarnos a descubrir las propuestas—rasgo de heterodoxia, aventuramos, en esta ocasión, un mapa fruto de las limitaciones competitivas de San Sebastián frente a las grandes plazas. El equipo de programación se ha podido permitir para la ocasión a una gigante del cinéma francés como Claire Denis —que con High Life ha dado el salto a la coproducción americana, Robert Pattinson robándole el cartel a Juliette Binoche incluido—; a un principio de autor de culto como el británico Peter Strickland —In Fabric presenta una exótica trama sobre un vestido maldito—; o a la muy experimentada Valeria Sarmiento, con una trayectoria como directora algo más difusa, pero que atesora una nutrida carrera como montadora, a menudo en las obras de su fallecida pareja —sentimental y creativa—, el chileno Raúl Ruiz: Le cahier noir hace esperar su habitual mezcla entre ambientación histórica y modernidad narrativa y visual. Junto a ella, un puñado de cachorros europeos a descubrir. El austriaco Markus Schleinzer, el suizo Simon Jaquemet y el francés (de ilustre apellido) Louis Garrel presentan sus respectivos segundos largometrajes, mientras que la actriz noruega Tuva Novotny acude con su debut en la dirección cinematográfica.
A estas dos tendencias se suma otra de las constantes del certamen: su empeño, pese al cada vez mayor monopolio de Venecia en estos menesteres, por llevarse alguna posible contendiente al Oscar. Este año ha sido Beautiful Boy, primera producción estadounidense del belga Felix Van Groeningen, conocido por haber arrancado ya una nominación con Alabama Monroe y que tiene su principal baza de cara a los galardones (y los flashes en la alfombra roja donostiarra) en Timothée Chalamet, actor-sensación del año. La representación USA acaba en el segundo largometraje de Drew Goddard, Bad Times a El Royale, que a priori parece seguir la exploración del terror iniciada por éste en La cabaña en el bosque. Su condición de película de clausura nos despierta cierto instinto de desconfianza, dado que el Zinemaldia no suele cubrir esta plaza con obras precisamente brillantes, pero merece al menos el beneficio de la duda. De la otra punta del continente llega la apertura del festival. La remarriage comedy argentina El amor menos pensado, ya estrenada con buena acogida entre crítica y público en su país. También de Argentina llega Rojo, tercer largo de Benjamín Naishat, ambientado en la época de la dictadura.
FOTOGRAMA DE A FAITHFUL MAN, DE LOUIS GARREL. |
La programación descrita, en fin, nos sugiere un dibujo del Zinemaldia al que podría dar título Lacuesta: entre dos aguas. Aunque con sus actuales recursos igualar a Cannes o Venecia es impensable, hay modismos de imitación de su “política de autores” con lustre que testimonian, por ejemplo, la presencia de tres fieles del certamen galo como Denis, Kawase y Mendoza.
Por último, San Sebastián cubre este año una cuota asiática descuidada en ediciones anteriores con cuatro cintas. Con Vision, Naomi Kawase brinda el gran nombre del cartel junto a Denis. No llega la nipona en su mejor momento creativo —la autora de aquellos primeros documentales subjetivos hermosamente amateurs o de ficciones como Shara o El bosque del luto parece muy lejana—, pero sí de cara a su apertura a públicos más amplios. Vision es su primera experiencia de coproducción europea con mezcla de idiomas, lo que incluye (como parece ser mandatorio en estos casos) la presencia de Juliette Binoche. Algo de relumbrón aporta también Kim Jee-won, citado a menudo entre los principales directores del nuevo thriller coreano, y conocido sobre todo por la salvaje Encontré al diablo, también presentada en Donostia. Para la ocasión trae Illang: The Wolf Brigade, adaptación del anime de Mamoru Oshii. Por su parte, el chino Jie Liu —cuya opera prima, El último viaje del juez Feng, llegó a pasar por nuestra cartelera— presenta su quinto largometraje, Baby, con una historia crítica en torno a la ley del hijo único. Y desde Filipinas, el ecléctico Brillante Mendoza acude con Alpha: The Right to Kill, un thriller con trasfondo político.
La programación descrita, en fin, nos sugiere un dibujo del Zinemaldia al que podría dar título Lacuesta: entre dos aguas. Aunque con sus actuales recursos igualar a Cannes o Venecia es impensable, hay modismos de imitación de su “política de autores” con lustre que testimonian, por ejemplo, la presencia de tres fieles del certamen galo como Denis, Kawase y Mendoza. Asimismo, la abundancia de nuevos directores europeos en la parrilla puede dar pie a una lectura en clave heterodoxa, pero San Sebastián está igualmente lejos de la consistencia mantenida en este sentido por plazas como Locarno o Rotterdam. Lo suyo parece, más que nada, un asunto de circunstancias. Pocos detalles lo resumen tan bien como el que un festival que el año pasado consiguió presentar el regreso a la dirección de Nobuhiro Suwa tras ocho años terminara dando su máximo galardón a una cinta como The Disaster Artist. Lo que podemos garantizar, al menos, es nuestra voluntad de reivindicar las gemas que siempre emergen de este magma caótico.
LINE-UP SECCIÓN OFICIAL
- El amor menos pensado, de Juan Vera | Argentina | 129 min. Película de inauguración
- Alpha, the Right to Kill, de Brillante Mendoza | Filipinas | 94 min.
- Angelo, de Markus Schleinzer | Austria | 111 min.
- Bao Bei Er (Baby), de Liu Jie | China | 96 min.
- Beautiful Boy, de Felix Van Groeningen | Estados Unidos | 111 min.
- Blind Spot, de Tuva Novotny | Noruega | 98 min.
- Der Unschuldige (The Innocent), de Simon Jaquemet | Suiza | 114 min.
- El reino, de Rodrigo Sorogoyen | España | 123 min.
- Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta | España | 136 min.
- High Life, de Claire Denis | Francia | 110 min.
- Illang: The Wolf Brigade, de Kim Jee-won | Corea del Sur | 139 min.
- In Fabric, de Peter Strickland | Reino Unido | 118 min.
- L’homme fidèle, de Louis Garrel | Francia | 75 min.
- Le cahier noir, de Valeria Sarmiento | Francia | 103 min.
- Quién te cantará, de Carlos Vermut | España | 124 min.
- Rojo, de Benjamín Naishat | Argentina | 109 min.
- Vision, de Naomi Kawase | Japón | 109 min.
- Yuli, de Icíar Bollaín | España | 109 min.
Fuera de concurso:
- Bad Times at El Royale, de Drew Goddard | Estados Unidos | 140 min. Película de clausura
- Gigantes (serie de TV), de Enrique Urbizu y Jorge Dorado | España | 292 min. (6 capítulos)
Proyecciones especiales:
- Dantza, de Telmo Esnal | España | 98 min.
- Tiempo después, de José Luis Cuerda | España | 95 min.