Sin sorpresa alguna, el Sindicato de Directores ha designado a Guillermo del Toro como mejor director del año por la melancólica La forma del agua, que ya le valió el León de Oro de Venecia, el premio del Círculo de Críticos de Los Ángeles, el Globo de Oro, el Critics’ Choice y el PGA y, con gran probabilidad, le valdrá el Óscar a mejor director. Y es que este último sólo se ha diferenciado del DGA en siete ocasiones desde 1949. De ganarlo, Del Toro emularía las victorias recientes de Alfonso Cuarón (Gravity, 2013) y Alejandro G. Iñárritu (Birdman, 2014; El renacido, 2015), de forma que “los tres amigos” del cine mexicano tendrían ya el máximo reconocimiento de Hollywood en su haber, toda una conquista latina. Por el momento, los tres tienen el DGA, el cual el director de Cronos (1993) y El laberinto del fauno (2006) agradeció con bellas palabras en torno a la temática outsider que caracteriza su personalísima filmografía: «Vivimos en un tiempo tremendamente difícil y a veces una fábula es la mejor manera de celebrar la inclusión y dar la bienvenida a quienes son diferentes en vez de temerlos; la inclusión es necesaria porque no estamos escuchando todas las historias que necesitan ser escuchadas».
Por su parte, Matthew Heineman triunfó en el apartado documental pese a que su City of Ghosts, devastador homenaje a los esfuerzos de un grupo de activistas anónimos que se unieron después de que Siria fuera tomado por el ISIS, fuera ignorado por la Academia, mientras que Jordan Peele se alzó como vencedor en el apartado novel con Déjame salir, un reconocimiento harto previsible considerando que optaba también al galardón principal. Receptor de la mayor ovación de la noche, el joven dedicó su discurso a la problemática racial, clave de que su debut sea mucho más que “otro entretenimiento de terror”: «Dirigir Déjame salir fue una de las grandes experiencias y responsabilidades de mi vida, partiendo de la noción de que un grito por la justicia puede darse de muchas formas; que este grito haya sido escuchando es un gran paso en la dirección correcta». No hubo espacio para las mujeres en el palmarés cinematográfico, pero sí en la gala, donde Greta Gerwig concluyó su presentación de Lady Bird con un simpático «soy alta y hago películas, gracias» y Judd Apatow, conductor de la gala, informó de que sólo el 5% de las películas de la última década fueron dirigidas por mujeres, antes de bromear con que «cuando ellas dirigen, salen Lady Bird, Mudbound y Wonder Woman; cuando lo hacen ellos, Emoji: La Película, con un personaje que es literalmente un trozo de mierda». Nada más que añadir.
■ Mejor director: Guillermo del Toro, La forma del agua.
■ Mejor director novel: Jordan Peele, Déjame salir.
■ Mejor director de documental: Matthew Heineman, City of Ghosts.
