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    Especial Sundance 2018: World Cinema Competition

    ESPECIAL SUNDANCE 2018 (I)

    World Cinema Competition.

    Del 18 al 28 de enero se desarrollará una nueva edición del Festival de Sundance, el primer gran evento que abre el año cinematográfico. Como ya viene siendo habitual, y este año con la colaboración entre Sundance TV y EAM aún más, nos volcamos para desenmarañar una entrega que contará con 110 películas procedentes de 29 países. Precisamente, atendiendo a la globalidad, nos vamos a ocupar en primer lugar del apartado de ficción foránea, llamado World Cinema Competition, páramo secundario del certamen desde donde han partido propuestas como El Cairo confidencial (The Nile Hilton Incident), convertida en una de las sensaciones del último segmento del año, Sand Storm, Slow West y Matar a un hombre, últimas ganadoras del Gran Premio del Jurado de la sección. El delegado general del festival, John Cooper, en la presentación del programa abogaba por filmes que “ofrecen una mirada creativa en tiempos complejos. Obras que están conectadas de forma global y que se elevan como frescas alternativas al mainstream, erigiéndose como inspiración para el futuro”, y este bien pudiera ser el leitmotiv de la World Cinema Competition: una mirada crítica al futuro; un futuro que avanza a velocidad terminal y que acaba engullendo a un presente encriptado, casi estanco. El espíritu fiscalizante de Park City, por supuesto, articula la mayoría de creaciones a proyectar, una circunstancia que está muy encima de esta line-up de 12 títulos donde dominan las factorías sudamericana y nórdica. Un anuncio de lo que nos deparará el 2018 en el circuito europeo de festivales.

    La cinta islandesa A breathe normally, ópera prima de Ísold Uggadóttir, nos recuerda levemente a la reciente The birds are singing in Kigali, homenaje póstumo de Joanna Kos-Krauze a su marido que se exhibió en la sección oficial del Festival de Karlovy Vary. El choque idiosincrático entre una islandesa de mediana edad y una emigrante guineana es otra variante más de la recurrente boya narrativa milénica sobre el quebranto de barreras sociales autoimpuestas en ambos lados de un conflicto Norte-Sur. Kristín Thóra Haraldsdóttir y Babetida Sadjo son las actrices protagonistas de este drama que parece romper con el estereotipo del cine islandés reciente; como le ocurre a Fúsi, el enorme personaje de Corazón gigante: es hora de dejar a un lado las posturas narcisistas y expandir la mirada más allá de los límites insulares. Y si la representante de Islandia en Utah plantea una ruptura, todo lo contrario sugiere Dinamarca con las dos producciones que aporta. Ambas, variantes del noir para dibujar relaciones interpersonales. La primera, The Guilty, debut de Gustav Möller, nos acerca a los pormenores de un rapto: “Quería hacer una película de género que fuera realmente intensa, pero en vez de persecuciones y explosiones, quería centrarme exclusivamente en el estado psicológico del protagonista y en los diálogos de la película, desafiando a la imaginación del espectador”, comentó el realizador al Instituto de Cine Danés. El filme está protagonizado por Jakob Cedergren, Jessica Dinnage y Johan Olsen. Holiday, en cambio, se centra en una relación de amor en medio de un contexto dominado por la droga y el crimen. Isabella Eklöf, que se inició en el cine como asistente de localizaciones para Déjame entrar (2008), se estrena en el largometraje con una cinta de intriga aparentemente al uso que está liderada por Victoria Carmen Sonne, Lai Yde y Thijs Römer. Es evidente que el patrón de la nombrada El Cairo confidencial, mixtura de noir y evaluación del contexto socio-político, sigue muy presente en la parrilla de Sundance. Veremos si con la misma relevancia.

    RUST, de Aly Muritiba.

    Es evidente que el patrón de la nombrada El Cairo confidencial, mixtura de noir y evaluación del contexto socio-político, sigue muy presente en la parrilla de Sundance. Veremos si con la misma relevancia.


    Una importancia que, en cuanto a cine español se refiere, es nula. La pregunta aquí sería, más que la clásica ¿el cine español interesa a Sundance?, es ¿Al cine español le interesa Sundance? La respuesta es contundente: no. La prueba la tienen con la escasa repercusión en nuestro país de la victoria de Ana Asensio en Tribeca con Most beautiful island. Por fortuna, la ficción hispano-parlante sigue siendo bien valorada en Park City. En esta edición, hasta tres producciones competirán por el máximo galardón. La que más destaca es la cinta canado-cubana Un traductor, que nos acerca una historia real: la de un profesor de literatura que será enviado a La Habana para traducir a los niños que sufrieron la catástrofe de Chernóbil y que fueron tratados médicamente en Cuba. Rodrigo Santoro, Maricel Álvarez y Yoandra Suárez interpretan a los protagonistas de este drama histórico. Una tragedia, esta vez más minimalista, es el punto de partida de Tiempo compartido, filme mexicano dirigido por Sebastián Hoffmann, que retorna a Sundance tras su paso en 2012 con Halley. Su segundo trabajo es una cinta de intriga que cuenta en su reparto con RJ Mitte, Luis Gerardo Méndez, Miguel Rodarte y Pablo Guisa Koestinger, y aborda la clásica fábula de confrontación de dos núcleos familiares en un destino idílico. La tercera película hispana, en cambio, se sale de los cauces anteriores para contarnos quién es Robertina, “una actriz que está en el apogeo de su carrera pero vive en un estado de ansiedad constante. La situación personal de un gran amigo la lleva a irse unos días de viaje, momento en el que consigue ver en perspectiva su vida absurda.” Esta es la sinopsis de La reina del miedo, primera colaboración entre Valeria Bertuccelli y Fabiana Tiscornia, protagonizada también por la primera. Diego Velázques y Darío Grandinetti completan el elenco de este cuento sobre la vacuidad y la superficialidad del Hoy.

    UN TRADUCTOR, de Rodrigo & Sebastián Barriuso.

    Yardie, el primer largometraje de Idris Elba, se eleva como la propuesta más interesante de un programa copado por óperas primas y algún que otro viejo conocido como Babis Makridis y Sebastián Hoffmann.


    Al igual que Dinamarca, Brasil aporta dos cintas a la competencia internacional: Loveling y Rust. La primera, dirigida por Gustavo Pizzi, es un drama familiar en el que se cuestiona cuál es el futuro de la juventud brasileña. La segunda, facturada por Aly Muritiba, que pasó por Horizontes Latinos en 2015 con su ópera prima Para mina amada morta, por el contrario, ya se sitúa en el punto más álgido de esta para analizar cómo el progreso ha hecho mella en ella a partir de las relaciones virtuales que caracterizan los primeros años del Nuevo Milenio. Dos panorámicas del Brasil contemporáneo que ratifican el auge cinematográfico de la nación sudamericana. Otra industria pujante en el circuito internacional es la turca, que tendrá como blasón en Utah la tercera creación de Tolga Karaçelik, Butterflies (Kelebekler), enésimo encuentro entre hermanos debido al entierro de un padre del que jamás supieron de su existencia. Tolga Tekin, Bartu Küçükçağlayan, Tuğçe Altuğ, Serkan Keskin y Hakan Karsak conforman el reparto. Vivian Wu, Mason Lee, Meng Li, David Rysdahl y Haoyu Yang dan vida a los roles principales de Dead Pigs, debut en el largo de la realizadora de origen chino Cathy Yan, quien ya llamó la atención el pasado curso con el cortometraje According to my mother, el cual obtuvo muy buenas opiniones tras su paso por el Festival de Nueva York. Yan se estrena en el formato con esta cinta producida, entre otros, por el gran Jia Zhangke, y que, como no podía ser de otra forma atendiendo a su productor, a través de una serie de historias cruzadas que auguran el destino de la Shanghái capitalista. Efthimis Filippou, habitual colaborador de Yorgos Lanthimos, presta su pluma para apoyar la segunda película de Babis Makridis –Filippou ya trabajó para él con L (2012), que compitió en Park City en esta misma sección—, Pity, un lienzo sobre la tristeza protagonizada por un hombre en completo estado de melancolía. Yannis Drakopoulos, Evi Saoulidou, Nota Tserniafski, Makis Papadimitriou, Georgina Chryskioti y Evdoxia Androulidaki son los nombres de su reparto. Nombres, por otra parte, como la mayoría de proyectos mencionados, desconocidos. Algo que no ocurre con la última integrante del apartado. Aunque el foco habría que situarlo tras la cámara ya que estamos hablando del debut del actor británico Idris Elba en la dirección. Lo hace con Yardie, un drama criminal que traslada la novela de homónima de Victor Headley y que narra la epopeya de un jamaicano que transportó cocaína desde Kingston, Jamaica, hasta Londres y que, una vez allí, se encontró con un infierno terrenal cimentado por el auge de las drogas duras que caracterizó a los años 80. Aml Ameen (como D), Shantol Jackson, Stephen Graham, Fraser James, Sheldon Shepherd y Everaldo Cleary encabezan el casting de la cinta más esperada de la World Cinema Competition.

    And Breathe Normally (Islandia), dirigida por Ísold Uggadóttir.
    Butterflies (Turquía), dirigida por Tolga Karaçelik.
    Dead Pigs (China), dirigida por Cathy Yan.
    The Guilty (Dinamarca), dirigida por Gustav Möller.
    Holiday (Dinamarca), dirigida por Isabella Eklöf.
    Loveling (Brasil), dirigida por Gustavo Pizzi. Apertura.
    Pity (Grecia), dirigida por Babis Makridis.
    La reina del miedo (Argentina), dirigida por Valeria Bertuccelli y Fabiana Tiscornia.
    Rust (Ferrugem) (Brasil), dirigida por Aly Muritiba.
    Tiempo compartido (México), dirigida por Sebastián Hofmann.
    Un traductor (Canadá), dirigida por Rodrigo Barriuso y Sebastián Barriuso.
    Yardie (Reino Unido), dirigida por Idris Elba.

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