Llámame por tu nombre, Luca Guadagnino.
«La apuesta de Guadagnino es el impresionismo en todas sus vertientes. Aparte de la captura perfecta de un pedazo de luz y tiempo, Call me by your name es una película liberada de cualquier tipo de atadura ficcional. Liberada de un conflicto narrativo demasiado definido, de un discurso temático, o de cualquier atisbo de metáfora. No hay nada en ella que pueda darnos pie al análisis interpretativo concluyente, ni a la etiqueta, y eso es uno de los mayores elogios que podemos regalarle. Todos y cada uno de los elementos que configuran su cuidadísima composición están dispuestos con una ligereza que no puede ser más acertada. Desde el magnético Oliver (sensacional Armie Hammer, en cierto modo correspondiente con el Ralph Fiennes de Cegados por el sol) hasta las amplias capas de pasados que mencionábamos, sus aspectos más sugerentes lo son precisamente porque encajan con naturalidad en el cuadro sin necesidad de ser explotados con fines narrativos. Guadagnino parece incluso introducir una intervención propia a través del personaje del padre de Elio, que remata la composición con un pequeño alegato a favor del disfrute, de la entrega total al esplendor del amor estival, y a su recuerdo para reclamar su compañía en los futuros inviernos». Desde la Berlinale, y de esta maravillosa manera, hablaba nuestro compañero Miguel Muñoz Garnica de Call me by your name (Llámame por tu nombre), una de las mejores películas en lo que llevamos de semestre. Un filme sensible y elegante que narra el primer amor de Elio, el hijo adolescente de un profesor de humanidades, en la campiña italiana. Un amor madurado por el sol que arriba tras la aparición de un estudiante algo más mayor invitado por el cabeza de familia. Unos soberbios Armie Hammer, Timothée Chalamet (es la gran revelación del curso) y Michael Stuhlbarg dan cuerpo y vida a unos personajes delineados por un Luca Guadagnino en estado de gracia. Call me by your name, traslación (firmada por James Ivory) de la novela homónima de André Aciman, ha sido adquirida por Sony Pictures Classics de cara a la próxima temporada de premios. Como ocurre con A Ghost Story, otra de las cintas estrella de 2017, dudamos que su temática y tratamiento encajen en el corsé del circuito de galardones. Pero, ¿a quién diablos le importan los premios? Call me by your name supone ser todo un triunfo. Su estreno está fijado en las salas británicas el 27 de octubre y en las norteamericanas el 24 de noviembre. Apunten su título.