The Shape of Water, Guillermo Del Toro.
Delicado y maravilloso. Así luce el tráiler de The Shape of Water (La forma del agua), la nueva fantasía del director mexicano Guillermo del Toro, uno de los autores de cine fantástico con universo propio más destacados de los últimos años, capaz de combinar proyectos tan personales como Cronos (1993), El espinazo del diablo (2001) o la laureada El laberinto del fauno (2006), con incursiones en el cine más comercial tales como Blade 2 (2002), Pacific Rim (2013) o su díptico sobre Hellboy, sin perder un ápice de su personalidad y gusto por la imaginería visual abigarrada. La forma del agua llega dos años después de su incomprendido viaje al horror gótico de La cumbre escarlata (2015), con una historia original ideada por Vanessa Taylor –productora y guionista de Juego de Tronos– y el propio del Toro que nos trasladará a la década de los sesenta, en plena Guerra Fría. En un laboratorio gubernamental de alta seguridad trabaja como conserje Elisa (Sally Hawkins), una joven muda que pronto conocerá el amor en la figura de un monstruo acuático en cautiverio (el camaleónico Doug Jones, camuflado, como siempre, bajo una laboriosa caracterización) , surgido de las experimentaciones secretas de los militares en el recinto. Dos personajes solitarios e incomprendidos que alcanzan una especial conexión, muy en la línea de otras tantas criaturas nacidas de la mente del cineasta, en la que parece ser la obra más poética y romántica (dentro del habitual contexto de ciencia ficción) de Guillermo del Toro. El preciosismo de sus imágenes y la siempre agradecida música de Alexandre Desplat, unidos a las contribuciones de Michael Shannon (presumiblemente, encarnando al villano de la función) y Octavia Spencer, son algunos de los atractivos de una película con la que del Toro tratará de encontrar ese éxito de taquilla que parece resistírsele y que impide que lleve a buen puerto su ansiada Hellboy 3 o que esté en la silla de director de la secuela de Pacific Rim. Su preestreno tendrá lugar en el Festival de Venecia, mientras que su desembarco en las salas de cine estadounidenses será el 8 de diciembre, con vistas a ser uno de los títulos estrella de las navidades. En España tendremos que esperar al 26 de enero de 2018 para comprobar si, como todo apunta, el filme nos devuelve a la mejor versión de este realizador.
