The Room (Tommy Wiseau, 2003) tiene el dudoso honor de ser unánimemente considerada una de las peores películas de la historia del cine, calificativo que lejos de ahuyentar a sus espectadores le ha permitido adquirir un cierto status de “culto” entre el público más aventurado, hasta el punto de que ha alcanzado ese nivel de popularidad que se mide a través de la frecuencia de los memes en Internet. No es de extrañar entonces que el prolífico actor y cineasta James Franco, siempre pendiente de lo que se cuece en la web e interesado en especial por sus derivaciones más marginales, haya optado por escenificar el rodaje de aquella película en The Disaster Artist. Paradójicamente, tras una filmografía tan abundante como irregular, esta última obra suya es la que mejores críticas ha cosechado, tras su paso por el Festival South by Southwest, en gran parte gracias a su humor autoparódico, como atestigua el teaser que insiste en el recurso cómico de la repetición de tomas. En él vemos, aparte de al propio Franco encarnando a Wiseau, a su hermano Dave Franco interpretando a su compañero de reparto Greg Sestero o a Seth Rogen como supervisor del guion y director de facto, entre otros nombres de un gran elenco que incluye a Alison Brie, Zac Efron, Bryan Cranston o Sharon Stone. Son muchos alicientes para un éxito que debería superar de lejos el de su fuente de inspiración, sobre todo después de que una distribuidora de prestigio como es A24 se haya hecho con los derechos en Estados Unidos donde se estrenará el 1 de diciembre, a tiempo para entrar en la temporada de premios.
