THE BEGUILED (La seducción), de Sofia Coppola.
Ya ha empezado el juego de especulaciones. Todos intentan ponerse en la piel del jurado y adivinar lo que le podría haber gustado a cada uno. ¿Cómo se dirimirán las evidentes diferencias de criterio entre, por ejemplo, Pedro Almodóvar y Will Smith? ¿Cómo encontrarán el ansiado consenso el exceso expresivo de Paolo Sorrentino y la mirada humanista de Maren Ade? ¡A cuántos nos gustaría poder estar en esa sala de reuniones! La desilusión que normalmente invade a la prensa con el palmarés de un gran festival viene dada por esa necesidad de consenso, de premiar a una película con la que todos se puedan sentir cómodos defendiéndola. De ahí la falta de riesgos. Favoritas hay, como todos los años: las propuestas de Robin Campillo, Andrey Zvyagintsev, Lynne Ramsay o lo hermanos Safdie están bien arriba en muchas quinielas, si bien sorpresas como Lanthimos, Coppola, Sangsoo o la opción de la tercera palma para Haneke tampoco se deben obviar. ¿Quién sabe? La experiencia de otros años nos dice que nunca se puede aventurar nada. Pero puestos a soñar, si de los dos redactores de EAM que han cubierto Cannes dependiera, el palmarés de este año sería el siguiente:
■ Palma de Oro: You were never really here, de Lynne Ramsay.
■ Gran Premio del Jurado: The killing of a sacred deer, de Yorgos Lanthimos.
■ Premio del Jurado: Loveless, de Andrey Zvyaginstev.
■ Premio a la mejor dirección: Michael Haneke, por Happy end.
■ Premio a la mejor actriz: ex-aequo Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle Fanning, por La seducción, de Sofia Coppola.
■ Premio al mejor actor: Robert Pattinson, por Good Time, de Benny y Josh Safdie.
■ Mejor guion: Ruben Östlund, por The Square.