Un vehículo explorador de Marte es recuperado por los seis miembros de la Estación Especial Internacional con una gran célula en su interior, algo que prueba la existencia de vida en el planeta rojo. Lo que en un principio es recibido como un descubrimiento sin parangón para la humanidad (esa incógnita eterna sobre si estamos solos en el universo, al fin está cerca de resolverse), se torna en una angustiosa pesadilla cuando la forma de vida hallada comience a dar señales de tener más inteligencia de la esperada, llegando a poner en peligro las vidas de los astronautas. Este es el punto de partida sobre el que se sostiene Life, el nuevo thriller de ciencia ficción dirigido por el sueco de origen chileno Daniel Espinosa –Dinero fácil (2010), El niño 44 (2015)– y protagonizado por dos estrellas consolidadas como Jake Gyllenhaal y Ryan Reynolds –repitiendo con el director tras su éxito en El invitado (2012)– y la cada vez más lanzada Rebecca Ferguson –Misión imposible: Nación secreta (Christopher McQuarrie, 2015)–, que tiene todos los números para convertirse en uno de los fenómenos taquilleros de la próxima primavera. Con un empaque visual sobresaliente, propio de la gran producción que es, la cinta llega en un momento en que las carteleras corren el riesgo de saturarse de potentes epopeyas ambientadas fuera de la Tierra –también están próximas de estreno la más reflexiva La llegada (Denis Villeneuve, 2016) y Passengers (Morten Tyldum, 2016), que reúne a Chris Pratt y Jennifer Lawrence en una aventura de supervivencia espacial–, con la diferencia de que, tanto por su sinopsis –el guion corre a cargo de Paul Wernick y Rhett Reese, artífices del libreto de Deadpool (Tim Miller, 2016)– como por las imágenes del intenso tráiler (donde se intuyen los primeros ataques de una posible criatura a los protagonistas), Life parece querer remitirnos directamente a un clásico del género tan intocable como Alien, el 8º pasajero (Ridley Scott, 1979), si bien este ya bebía de otras fuentes de serie B menos recordadas como El terror del más allá (Edward L. Cahn, 1958) o Terror en el espacio (Mario Bava, 1965). Habrá que esperar al 19 de mayo, fecha en que se estrena en España –una semana antes que en Estados Unidos, el 26 de mayo–, para comprobar si estamos ante el Alien del siglo XXI (con permiso de Prometheus, claro).