Puede establecerse una analogía quizás algo cruel entre la reciente evolución de la carrera de Will Smith y lo que sufre el último protagonista que interpreta, un alto ejecutivo publicitario de Nueva York que cae en desgracia tras la muerte de su hija. Antaño una gran estrella, en los últimos años Smith ha encadenado varios fracasos comerciales o críticos que han deteriorado un tanto su status, hasta este verano con Escuadrón suicida (Suicide Squad, David Ayer). Ahora en Navidades se estrenará este último proyecto, titulado Belleza oculta (Collateral Beauty), cuyo director David Frankel a priori es bastante seguro, al haber estado al cargo de éxitos sin riesgo como El diablo viste de Prada (The Devil Wears Prada, 2006) o Si de verdad quieres… (Hope Springs, 2012), ambas con Meryl Streep al frente. Sin embargo en esta última película, el guion de Allan Loeb traspasa la línea del sentimentalismo ligero para abordar cuestiones más profundas, a través de personajes que interpretan el Amor, el Tiempo y la Muerte para lidiar con su depresión. Y con esta difícil metáfora se puede caer en una inverosimilitud cursi, más ridícula que dramática, que recuerda en parte la también neoyorkina Tan fuerte, tan cerca (Extremely Loud & Incredibly Close, Stephen Daldry, 2011). Así lo anticipan sus tráilers, aunque también es cierto que si siguiera este último ejemplo, podría gustar a bastantes académicos y colarse en el listado a mejor película. Su fecha en parte lo favorece, con estreno el 16 de diciembre en Estados Unidos, y aquí una semana más tarde, gracias a Warner Bros. Al menos puede ser un buen plan navideño.
PÓSTER OFICIAL DE COLLATERAL BEAUTY.
TRÁILER en CASTELLANO: