Uno de los cineastas anglosajones más inclasificables de los últimos años es sin duda Ben Wheatley, que a casi película por año está tejiéndose una carrera ecléctica aun manteniendo ciertos sellos de identidad. En particular, suele ocuparse del thriller con un humor muy negro, y derivar sus narraciones hacia cierto surrealismo, manteniendo un compromiso con valores sociales o históricos. Esto es particularmente visible en sus dos últimas obras: A Field in England (2013), ambientada en la Guerra Civil británica del siglo XVII pero ciñendo su foco al enfrentamiento entre unos pocos personajes desamparados; y High-Rise (2015), adaptación de la novela de J.G. Ballard sobre la también guerra civil que en este caso se consume entre los habitantes clasistas de un rascacielos. A su vez, esta combinación de elementos permite que sus películas sean siempre excitantes e inesperadas, sorteando las expectativas, como también parece hacer ésta Free Fire, a juzgar por su tráiler. A priori la premisa, de dos bandas rivales que se reúnen en un almacén, daría pie a una violenta y cruda historia criminal; y sin embargo hay más bien un tono absurdo y paródico, desdibujando las motivaciones de los aliados y rivales: de ahí el título de la cinta. La misma cuenta además con el aliciente de volver a ver a Brie Larson tras su victoria en los Óscar, acompañada por Armie Hammer, Sharlto Copley o Cillian Murphy entre otros. Sin duda se dan todos los ingredientes para una experiencia trepidante, aunque para disfrutarla habrá que esperar indefinidamente, ya que tras su estreno en Toronto y Londres (donde será la cinta de clausura) no está todavía previsto el de las salas este año. Su primera cita con el gran público, sucederá, a priori, el 31 de marzo. En Estados Unidos los derechos de distribución han sido adquiridos por A24.
PÓSTER OFICIAL de FREE FIRE.