Silvio Berlusconi. Ese es el polémico personaje que abordará el oscarizado director italiano Paolo Sorrentino en su próxima película. Recién vista parte de su última obra en el Festival de Venecia, una serie de diez episodios que narra de manera algo culebronesca y con un interesante uso del CGI las aventuras del pontífice Pío XII titulada Il giovane papa, la revista Variety ha informado del deseo del realizador por acercarse al excavaliere. Por lo visto, ya está elaborando un guion para iniciar su rodaje el verano del próximo año. A su vez, también conocemos el nombre que tendrá la cinta, Loros (Ellos). Un ácido juego de palabras que recuerda al término italiano l’oro que en español significa el dinero. No resulta del todo extraño que el cineasta italiano se decante por una figura como la del que fue presidente de la República. Su filmografía ya nos deja entrever un gusto por mostrar el barroquismo de la vida vacía y la decadencia moral de la abundancia de dinero. Algo que reflejó con acierto en La gran belleza (2013) y que recuperó asignándolo a la vejez en La juventud (2015). También el gusto por la candidez del cuerpo femenino y la obtención sin escrúpulos de beneficios a través del crimen organizado, como pudimos apreciar en Las consecuencias del amor (2004). El historial de Berluconi, su partido y su relación con el dinero y la ilegalidad, conociendo bien las temáticas abordadas por Sorrentino y el título que guardará el filme, nos invitan a aventurar una historia marcada por la desfachatez y el acercamiento a la mafia. No será la primera vez que se trata esta oscura comunión por parte de la cinematografía italiana. Hace un año nos horrorizamos en el irónico documental de Franco Maresco Belluscone. Una storia siciliana, una valiente propuesta que se llevó el premio a mejor película en la primera edición de Filmadrid al hablarnos de las simpatías sureñas entre el crimen organizado, la industria musical y el propio partido de uno de los tristes iconos de la Italia contemporánea.
