Este texto contiene spoilers de varias de las series nombradas.
La entrega de los premios Emmy tendrá lugar el próximo 18 de septiembre. Y el galardón más importante de la noche, el trofeo que reconoce con más autoridad el trabajo de todas las personas implicadas en el equipo técnico y artístico de un proyecto televisivo, es el de Mejor X. Comedia/Drama/TV-Movie/Miniserie & Serie Limitada, sea lo que sea, será aquello de lo que más se hable en las distintas crónicas y resúmenes de la mañana del lunes. 24 propuestas repartidas en cuatro ternas (de siete y cinco candidatas respectivamente), y una unión de repetidores con bienvenidas novedades, proyectos que evidencian la buena salud y popularidad de la pequeña pantalla. A continuación, un análisis de los diferentes postulantes, sus posibilidades de gloria y puntos fuertes y débiles.
Mejor drama
■ 4ª temporada de The Americans. 13 capítulos. FX.
■ 2ª temporada de Better Call Saul. 10 capítulos. AMC.
■ 6ª temporada de Downton Abbey. 9 capítulos. ITV.
■ 5ª temporada de Homeland. 12 capítulos. Showtime.
■ 4ª temporada de House of cards. 13 capítulos. Netflix.
■ 6ª temporada de Juego de tronos. 10 capítulos. HBO.
■ 1ª temporada de Mr. Robot. 10 capítulos. USA Network.
Quién ganará: Juego de tronos.
Quién debería ganar: Better Call Saul.
Tras la sorpresa del año pasado con Juego de tronos ganando por su peor temporada hasta la fecha, tratar de predecir en este grupo es complicado. Porque el serial fantástico de HBO bien podría repetir premio por segundo año, y si nos fijamos estrictamente en la calidad se lo merecería. Pero la Academia también podría querer premiar la osadía de USA Network con la excelente primera tanda de Mr. Robot, que da algún que otro paso en falso pero termina de forma pletórica para la satisfacción de la audiencia, aunqur podría parecerles una opción demasiado excéntrica. El hueco de Mad Men del año pasado como serie que se despide lo ocupa en esta ocasión Downton Abbey, que cierra su andadura con dignidad pero lejos de la grandeza de antaño. No parece que el fenómeno mundial vaya a cerrarse en un círculo perfecto –la primera tanda ganó en 2011–, aunque nunca se sabe. Al fin y al cabo, esto tiene un poco de concurso de popularidad. La novedad inesperada es la entrada de The Americans, que con los años ha ido ganando en aceptación y prestigio hasta lograr llegar a los más altos puestos. Está claro que FX es una de las cadenas mejor valoradas de la industria.
La quinta temporada de Homeland, aun siendo excelente, es una de esas candidaturas por inercia que los votantes siguen repitiendo, así que no se siente que Showtime vaya a llevarse su segundo galardón en la categoría. Algo similar pasa con Netflix y su buque insignia, House of cards, cuya cuarta tanda ha sido errática en algunos aspectos y acumula ya algunos problemas, pero tiene un final tan potente y algunos momentos tan geniales que no sería nada asombroso que se llevara el premio. Por último está la mejor de las nominadas, la que con más mimo y sin estridencias construye decenas de episodios para enmarcar. Se trata de Better Call Saul, la maravilla de Vince Gilligan & Peter Gould que aquí ha seguido con la caída en desgracia moral de Jimmy McGill y la entrada de Mike en el mundo del narcotráfico de Alburquerque. Ejemplar.
Mejor comedia
■ 2ª temporada de black-ish. 24 capítulos. ABC.
■ 1ª temporada de Master of none. 10 capítulos. Netflix.
■ 7ª temporada de Modern family. 22 capítulos. ABC.
■ 3ª temporada de Silicon Valley. 10 capítulos. HBO.
■ 2ª temporada de Transparent. 10 capítulos. Amazon.
■ 2ª temporada de Unbreakable Kimmy Schmidt. 13 capítulos. Netflix.
■ 5ª temporada de Veep. 10 capítulos. HBO.
Quién ganará: Transparent.
Quién debería ganar: Veep.
Cada año hay menos comedias en abierto en esta categoría, lo cual evidencia no sólo el avance imparable de los productos de cable o streaming sino la calidad o relevancia de las series de este corte que sí logran llegar. En el caso de Modern family, cuyos número de nominaciones ha ido mermando con los años, se debe más a la inercia que a otra cosa, que por algo la serie se llevó 5 Emmys consecutivos como Mejor comedia. La séptima temporada continúa su declive y tiene momentos sonrojantes, pero también capítulos muy buenos y carcajadas ganadas limpiamente. La otra candidata del mundo en abierto, también de ABC, es black-ish, que sorprende por la dura competencia que tenía pero a la vez no porque el creador Kenya Barris y su equipo se han empleado a fondo este año para hablar de la vida en Norteamérica de una familia negra. Su poder de espolear debates y capacidad para ser simultáneamente divertida la han traído hasta aquí. Algo similar sucede con Master of none, que llega y arrasa –ayuda tener a Netflix detrás, todo hay que decirlo– con una decena de episodios que plantean preguntas e innovan con las múltiples formas de la comedia. La inteligencia de los creadores y la imprevisibilidad de la propuesta juegan a su favor.
Y hablando de poderíos, el de HBO sigue siendo tan potente como para seguir metiendo a Silicon Valley y a Veep en estos lares. La victoria de la comedia política del año pasado podría repetirse sin que fuera ninguna sorpresa, ya que la tanda ha sido estupenda y la competencia no parece muy fuerte. Silicon Valley, por su parte, da la impresión de ser una de esas postulantes que tienen suficiente con haber llegado, aunque su múltiple presencia en varias de las categorías cómicas podrían ser signo de que este es su año. Aunque quizá ésta sea la de Amazon, que sigue revolucionando el mundo con Transparent, cuya segunda temporada es excelente e inventiva, arriesgada y estimulante. Es la contendiente más sólida de las siete, y la victoria sería un gran reconocomiento para la comunidad transgénero. Como Silicon Valley, la presencia de Unbreakable Kimmy Schmidt no parece que vaya a ser más que eso, una presencia de Netflix que viene además de Tina Fey y Robert Carlock, sucesivos ganadores hace casi una década. La nueva entrega de las aventuras de Kimmy es muy divertida e imaginativa, pero le falta algún elemento definitorio que haga pensar en ella como algo más que un simple divertimento, cuando no lo es.
Mejor TV-Movie
■ A Very Murray Christmas. Netflix.
■ All the way. HBO.
■ Confirmation. HBO.
■ Luther. BBC.
■ Sherlock: La novia abominable. BBC.
Quién ganará: All the way.
Quién debería ganar: Confirmation.
Y volvemos a las ternas de cinco candidatas con el reino de las TV-Movies, que como suele pasar se reduce a la competencia entre HBO y la televisión británica, con Netflix entrando este año con uno de sus proyectos más peculiares, un capricho tan simpático como intrascendente para el que Bill Murray logró alistar a Sofia Coppola. A Very Murray Christmas, que recupera el espíritu de los especiales de Navidad que se emitían cada año en Estados Unidos hace décadas, son unos 53 minutos de simpática nadería, una sucesión de chistes y música. Pero el prestigio de Murray, Coppola, Netflix y el impresionante aluvión de cameos que contiene la han traído hasta aquí. Ridículo, pero real. Lo contrario sucede con las propuestas de HBO, que sí que tienen repartos de relumbrón y la marca de prestigio de la cadena, pero además son propuestas con ganas de iniciar conversaciones sobre temas candentes y revisar la historia del país con ojo crítico. Confirmation cuenta cosas que pasaron en 1992, y que cambiaron la vida de muchas mujeres en sus ambientes profesionales, además de obligar a revisar las reglas respecto al acoso sexual. All the way, por su parte, viene de ser una exitosa obra de teatro, cuenta con la dirección de Jay Roach –siempre ganador aquí con sus TV-Movies– y habla sobre el duro primer año de mandato de Lyndon Johnson. A priori parece la ganadora, pero no hay que dar nada por seguro. Podría ser el año en que la Academia decidiera premiar Luther, cuya 4ª temporada fue tan breve (dos entregas que cubren el mismo caso) que se ha presentado como un telefilme de dos horas. Uno que no es lo mejor de la serie, ni mucho menos, pero que mantiene el interés, además de apuntar a más Luther en un futuro y contener una gran interpretación de Idris Elba y un villano de altura, como suele ser. Respecto a la otra nominada de la BBC, La novia abominable es el capítulo especial de Sherlock que los seguidores deseaban con fervor, ya que viaja al pasado, contiene a Moriarty pasado de vueltas y Sherlock y Watson se lanzan pullas constantes. Es divertido, ingenioso y hacer avanzar un poco la trama general de la serie, y poco más se le puede pedir.
Mejor miniserie
■ American Crime. ABC.
■ American Crime Story: The People v. OJ Simpson. FX.
■ Fargo. FX.
■ El infiltrado. BBC, AMC.
■ Raíces. History Channel.
Quién ganará: American Crime Story: The People v. OJ Simpson.
Quién debería ganar: Fargo.
Es muy difícil que FX no sea coronada en esta categoría, porque la favorita es sin duda American Crime Story: The People v. OJ Simpson pero la opción más prestigiosa es la segunda tanda de Fargo, ganadora ya aquí hace dos años. La crónica del juicio de OJ Simpson tiene un reparto estelar y ha generado mucho debate, además de concentrar más de 20 candidaturas, así que es la más que probable triunfadora de este quinteto a pesar de sus histerias. Fargo, por su parte, es simplemente excelente. Todo en ella funciona (hasta la trama de los OVNIS) y tiene unos cuantos personajes y momentos para el recuerdo. La mención de Raíces, pertinente remake de una de las miniseries más exitosas de la historia de la televisión, se debe más al peso de su existencia que a su calidad, porque está ausente del resto de grandes categorías. La idea de History Channel era buena y necesaria, pero el resultado final no ha estado a la altura, a pesar de la importancia de su mensaje y un elenco espectacular. Si alguien pudiera quitarle el Emmy a FX sería El infiltrado, la actualización de la novela de John LeCarré que cuenta con una dirección de Óscar y un dúo protagonista muy querido. Esta co-producción británico-americana también está presente en varias ternas, así que podría dar la sorpresa. Por último está la desoladora segunda temporada de American Crime, el estudio de una acusación de agresión sexual que a la vez habla de los problemas de la juventud LGTB, las diferencias de clases y la tensión racial subyacente de Estados Unidos. Aunque pierde un poco el rumbo entre el cuarto y séptimo episodio, la honestidad e insobornable voluntad de reflejar una dura realidad que transpira la convierten en un trabajo estupendo, aunque no parece que ganador de un Emmy.