Kenneth Lonergan es de esos cineastas que siguen la máxima que proclamara Víctor Erice, de que ser director de cine es un hecho existencial, no profesional, para justificar por qué ha rodado tan pocas películas a lo largo de su carrera. Un filme aparece como una experiencia única, rodeada del máximo cuidado y la mayor preparación, lo cual permite que los resultados sean más memorables. Ello lo comparte la filmografía del citado Lonergan, también con solo tres películas en su haber hasta la fecha, siendo la primera la celebrada Puedes contar conmigo (You Can Count on Me, 2000); la segunda la más problemática pero no exenta de fieles seguidores (entre los que me incluyo) Margaret (2011); y la tercera la que nos ocupa, Manchester by the Sea (2016). Presentada en el festival de Sundance de este año con el apoyo casi unánime de la crítica y del público, cuenta la historia de un fontanero (Casey Affleck) aquejado de traumas y penas a las que se añade la muerte de su hermano (Kyle Chandler), dejando huérfano a su hijo adolescente (Lucas Hedges) y designándole a aquel como su tutor. Con todo, y como deja entrever el tráiler en cuestión, estos elementos dramáticos se ven interrumpidos por cierto alivio cómico, siguiendo a priori la consabida fórmula de este tipo de cine norteamericano, aunque sin duda con el toque muy personal que le pueda imprimir Lonergan. Se trata en cualquier caso de la propuesta que debería liderar la terna del cine independiente de este año, llegando presumiblemente hasta los Óscar, algo que intentará lograr por primera vez su distribuidora Amazon, en constante auge. Su estreno en Estados Unidos está fijado para el 18 de noviembre, mientras que en España nos llegará el 13 de enero de la mano de Universal Pictures International Spain. Para entonces ya tendremos una mejor idea de si efectivamente puede triunfar entre la Academia hollywoodiense.
