Este texto contiene spoilers de varias de las series nombradas.
Respecto a las interpretaciones protagónicas, algo que a veces se decide más en los despachos a la hora de presentar las papeletas que en tiempo en pantalla e importancia de un rol, la Academia repite candidatos un poco por inercia, deslumbrados por nombres de peso o campañas bien orquestadas por las cadenas. Y las nuevas incorporaciones vienen motivadas por la capacidad para dejar una impresión memorable. Repasemos los nominados como intérpretes protagonistas, que siguen con su ampliación a un mínimo de seis para acomodar la ingente cantidad de propuestas en diferentes medios.
Mejor actor protagonista en drama
■ Kyle Chandler por Bloodline.
■ Rami Malek por Mr. Robot.
■ Bob Odenkirk por Better Call Saul.
■ Matthew Rhys por The Americans.
■ Liev Schreiber por Ray Donovan.
■ Kevin Spacey por House of cards.
Quién ganará: Kevin Spacey por House of cards.
Quién debería ganar: Rami Malek por Mr. Robot.
Dos grandes sorpresas en la terna frente a cuatro habituales en estos lares, una combinación que nunca se sabe muy bien cómo puede terminar. Desde que se estrenó House of cards se lleva diciendo que es el año de Kevin Spacey, que ha ganado ya un Globo de Oro y dos Premios de la Unión de Actores por dar vida al pérfido Frank Underwood. En esta temporada el actor ha seguido mostrando nuevos matices en su retrato del poder despiadado, y sin ningún fuerte competidor podría ser finalmente su ocasión. La segunda persona con más opciones es uno de los novatos en la categoría, Rami Malek, que se entrega en absoluto y está perfecto en Mr. Robot. Pero su juventud y el hecho de que la Academia no guste de apuestas muy extremas juegan en su contra, aunque le favorece que la segunda temporada de la serie se emita durante el verano. El otro novel, y la auténtica presencia inesperada en este sexteto, es Matthew Rhys por The Americans. Ha sido la cuarta temporada la que ha impulsado al intérprete y a la serie a las más altas esferas, pero parece que va a tener que conformarse con ser un candidato. Aunque nunca se sabe.
Quizá la segunda tanda de Better Call Saul y el deslumbrante trabajo de Bob Odenkirk haya terminado de convencer a los votantes de que Odenkirk es un actor, sin etiquetas. Si logran superar el prejuicio, podrán darle el Emmy que tanto se merece. Porque Saul ya se atisba en el horizonte para Jimmy, aunque la parte más humana del personaje sigue presente, y el nominado nos lo hace sentir muy bien. Sólo por la escena en que Ray verbaliza en un confesionario al fin los abusos sexuales a los que fue sometido de niño, una de las escenas más esperadas de la historia de Ray Donovan, Liev Schreiber se merecería un premio. Pero es que tiene más momentos de lucimiento, otras ocasiones en las que romper poco a poco la gran armadura de su rol. Por último está Kyle Chandler, la personificación del agobio y la angustia culpable en Bloodline, que en esta segunda temporada ha visto a su personaje sufrir de lo lindo para mantener las mentiras a flote. Tanto Schreiber como Chandler tienen pinta de eternos postulantes, porque sus interpretaciones no tienen nada de ostentosas, pero en los Emmy casi nada está escrito.
Mejor actriz protagonista en drama
■ Claire Danes por Homeland.
■ Viola Davis por Cómo defender a un asesino.
■ Taraji P. Henson por Empire.
■ Tatiana Maslany por Orphan Black.
■ Keri Russell por The Americans.
■ Robin Wright por House of cards.
Quién ganará: Viola Davis por Cómo defender a un asesino.
Quién debería ganar: Tatiana Maslany por Orphan Black.
La salida de Elisabeth Moss debido al final de Mad Men ha sido suplida con la entrada de Keri Russell por The Americans, su gran retorno a la popularidad casi una década después del fin de Felicity. Como Elisabeth Jennings, Russell hace posible lo imposible, transmitir verdad en una misión de espionaje durante la Guerra Fría, aunque a veces tenga que lucir unos disfraces de lo más llamativos. Como le sucede a su compañero sentimental y profesional, Matthew Rhys, la Academia seguro que considera la mención como premio de sobra. El resto del grupo es exactamente el mismo, y con la excepción de las dos veces ganadora Claire Danes, cualquiera podría subir a recoger un Emmy el próximo septiembre. Danes sigue estando estupenda y la quinta temporada de Homeland fue la mejor en años, pero su presencia parece ya más rutina que otra cosa. De manera similar, aunque sin galardón todavía, está la magnífica Robin Wright, que en la cuarta tanda de House of cards no sólo ha ascendido a productora ejecutiva sino que ha tenido mucho material de altura. Sólo por las escenas con su madre o su última mirada de la temporada podría llevarse el trofeo.
Viola Davis ha demostrado una autoridad interpretativa altísima en la segunda entrega de Cómo defender a un asesino, sin dejarse comer por los alocados giros de guion o las jugosas revelaciones del pasado de su personaje. Su histórica victoria del año pasado podría repetirse sin problema, como de hecho lo hizo en los Premios de la Unión de Actores. Pero no se puede olvidar a Taraji P. Henson, Globo de Oro el pasado enero por Empire y firme candidata a ser la segunda actriz negra en llevarse este Emmy. Su rol sigue siendo explosivo y la entrega de la actriz loable, así que no sería raro que los votantes la recompensaran. Por último está la inigualable Tatiana Maslany, que como viene siendo habitual asombra en Orphan Black por su capacidad para dar vida a media docena de personajes sin que ninguno se parezca al anterior. Un nuevo clon, de nombre MK, y un primer episodio dedicado en exclusiva a Rachel, que le permite a la actriz recrear los últimos días de quién desencadenó la historia, son sólo algunos ejemplos de por qué merece Maslany una estatuilla.
Mejor actor protagonista en comedia
■ Anthony Anderson por black-ish.
■ Aziz Ansari por Master of none.
■ Will Forte por El último hombre en la Tierra.
■ William H. Macy por Shameless.
■ Thomas Middleditch por Silicon Valley.
■ Jeffrey Tambor por Transparent.
Quién ganará: Jeffrey Tambor por Transparent.
Quién debería ganar: Jeffrey Tambor por Transparent.
Aunque hay varias interpretaciones excelentes en este grupo, lo que hace Jeffrey Tambor en Transparent sigue siendo excepcional, de ahí que un segundo Emmy consecutivo sea casi un imperativo. A su lado, los trabajos del resto deslucen un poco, aunque es verdad que se les piden cosas muy distintas. Tambor es todo sentimiento como Maura Pfefferman, y no se puede valorar igual que lo que hacen Anthony Anderson por black-ish o Thomas Middleditch por Silicon Valley, que trabajan más en una línea de arrancar las carcajadas a la audiencia, porque así están diseñadas sus series. Anderson tiene a su favor una amplia carrera y un par de capítulos muy destacados de esta tanda de black-ish, mientras que Middleditch es un novel en estas lindes y no parece que vaya a pasar de ser sólo eso, aunque su solidez es incuestionable.
De los nominados, el único que chirría un poco es el Aziz Ansari de Master of none, que se ha visto arrastrado por la estupenda recepción de su serie, por la que también opta a premio como productor, guionista y director, sin pararse los votantes a pensar tanto en el calibre de su trabajo. Es cierto que Ansari llega a niveles de profundidad inéditos en su carrera, pero aun así no se puede decir que haga nada especialmente memorable en la temporada, y tiene varios momentos forzados en las charlas grupales que mantienen con sus amigos. Lo contrario que sucede con el Will Forte de El último hombre en la Tierra, que siendo también creador y productor sí está más preocupado de cuidar la composición de personaje de su Phil Miller, alias Tandy, que en esta segunda temporada sigue siendo hilarante en su patetismo y emotivo afrontando lo que la vida le depara, ya sea una posible paternidad o la muerte de su hermano, que acababa de volver a su vida. Por último está el gran William H. Macy, que tras seis años haciendo Shameless sigue sin acomodarse en mohínes o trucos y encarna al canalla de Frank Gallagher desde la Verdad y la comprensión. De no ser Tambor el ganador, Macy sería un más que justo recompensado.
Mejor actriz protagonista en comedia
■ Ellie Kemper por Unbreakable Kimmy Schmidt.
■ Julia Louis-Dreyfus por Veep.
■ Laurie Metcalf por Getting On.
■ Tracee Ellis Ross por black-ish.
■ Amy Schumer por Inside Amy Schumer.
■ Lily Tomlin por Grace y Frankie.
Quién ganará: Julia Louis-Dreyfus por Veep.
Quién debería ganar: Amy Schumer por Inside Amy Schumer.
De ganar su quinto Emmy consecutivo, Julia Louis-Dreyfus se convertiría, junto a Candice Bergen por Murphy Brown, en la actriz con más galardones en Comedia por la misma serie. Y lo curioso es que, a pesar de que sus compañeras del sexteto son estupendas y muy queridas, nada parece indicar que la mujer no vaya a lograr ese honor, ya que en la quinta temporada de Veep ha estado espectacular y las múltiples menciones que la serie tiene evidencian que la Academia la adora. Respecto a quién podría ser si no es la actriz, es difícil de decir. Lily Tomlin es una diosa cómica que lleva desde la década de los 70 deleitándonos con su gran talento, y en Grace y Frankie toca notas tanto cómicas como emotivas desde su consagrada eficacia y capacidad para la honestidad. Premiarla podría ser lo justo para los votantes. Laurie Metcalf, por otra parte, está triplemente nominada este año, y sería su última oportunidad para lograrlo por defender a la egoísta doctora James de Getting on, pero no parece que su recompensa vaya a ir más allá del reconocimiento de su trabajo en la poscomedia de HBO.
Algo similar sucede con la Tracee Ellis Ross de black-ish, cuya interpretación como la matriarca de los Johnson a lo largo de 24 capítulos se merece todos los honores, pero un Emmy parece demasiado, aunque su serie haya tocado temas candentes y espoleado discusiones muy necesarias. La Ellie Kemper de Unbreakable Kimmy Schmidt, una de las grandes olvidadas del año pasado, sostiene el tormento interior de su rol con una energía y una determinación dignas de todo elogio. La característica luminosidad de la intérprete sirve en bandeja los momentos más hilarantes de la serie, pero también brilla en aquellos que exigen de ella hondura emocional. Por último está Amy Schumer por Inside Amy Schumer, que aunque este año no cuenta con el fervor social que tenía el año pasado, en su programa de sketches ha seguido explorando con mala leche e inteligencia el doble rasero con que hombres y mujeres se analizan socialmente, además de los peligros de las armas o su creciente fama.
Mejor actor protagonista de serie limitada/miniserie/TV Movie
■ Bryan Cranston por All the Way.
■ Benedict Cumberbatch por Sherlock: La novia abominable.
■ Idris Elba por Luther.
■ Cuba Gooding Jr. por American Crime Story: The People v. OJ Simpson.
■ Tom Hiddleston por El infiltrado.
■ Courtney B. Vance por American Crime Story: The People v. OJ Simpson.
Quién ganará: Cuba Gooding Jr. por American Crime Story: The People v. OJ Simpson.
Quién debería ganar: Courtney B. Vance por American Crime Story: The People v. OJ Simpson.
De entrada, se diría que el oscarizado Cuba Gooding Jr. es el ganador incontestable, no tanto porque haya hecho un trabajo sin tacha –que no lo ha hecho–, sino porque American Crime Story: The People v. OJ Simpson es para muchos y muchas el acontecimiento televisivo del año, y el actor es OJ Simpson. Un Simpson que es puro sentimiento a flor de piel, que a veces parece culpable y otras inocente, y que el hombre encarna con su habitual tendencia al exceso. Pero no se puede destacar que su compañero de serie Courtney B. Vance dé la sorpresa y se lleve el Emmy por su labor como el polémico Johnnie Cochran, abogado-espectáculo donde los haya. La diferencia entre ambos intérpretes estriba en que Vance es histriónico con más talento. Entre ellos parece la contienda, aunque el resto de aspirantes también son dignos de premio. Cuando se supo que Bryan Cranston, ganador de cuatro estatuillas como actor por Breaking bad, iba a repetir su galardonado rol teatral en una TV-Movie de HBO, se asumió que iba a conseguir la victoria. Y aunque el huracán Simpson parece claro vencedor, no sería una sorpresa si Cranston ganara por dar vida a Lyndon Johnson en su complicadísimo primer año de mandato en All the way, con el asesinato de Kennedy fresco y las revueltas raciales y sociales en su apogeo.
Benedict Cumberbatch ha sido el que mejor parado ha salido en el circuito de premios con Sherlock: La novia abominable, el especial de Navidad que BBC estrenó para paliar el ansia de los seguidores de una de sus series estrella. Cumberbatch, que ganó en esta categoría hace dos años, está estupendo como un Sherlock Holmes que mezcla realidades, tiempos e identidades. Y lo hace con su habitual carisma y gracia. No parece tener muchas probabilidades, pero tampoco las tenía en 2014, así que nunca se sabe. Lo mismo se podría decir de Idris Elba, ganador del Premio de la Unión de Actores hace unos meses por Luther, y que encadena su cuarta candidatura por dar vida al torturado policía. La cada vez mayor presencia de Elba en Hollywood y el respeto que genera por sus declaraciones contra el racismo de la industria, además de su gran talento, podrían darle la victoria al fin, aunque no parece probable. Por último está Tom Hiddleston por El infiltrado, su regreso a la televisión cinco años después de convertirse en una estrella de cine, con esta coproducción británico-americana con la que además debuta como productor. Su poderío como estrella y lo variado de su carrera son puntos a su favor, y la Academia adora reconocer a intérpretes de la gran pantalla que se pasean por la pequeña.
Mejor actriz protagonista de serie limitada/miniserie/TV Movie
■ Kirsten Dunst por Fargo.
■ Felicity Huffman por American Crime.
■ Audra McDonald por Billie Holiday: Lady Day at Emerson’s Bar & Grill.
■ Sarah Paulson por American Crime Story: The People v. OJ Simpson.
■ Lili Taylor por American Crime.
■ Kerry Washington por Confirmation.
Quién ganará: Sarah Paulson por American Crime Story: The People v. OJ Simpson.
Quién debería ganar: Kirsten Dunst por Fargo.
De todos los sextetos interpretativos del rango de los/las protagonistas de esta edición de los Emmy, el que nos ocupa es probablemente el que aglutina las mejores y más interesantes actuaciones. Desde un espectáculo teatral filmado hasta diez entregas de distintas series limitadas, desde HBO a ABC, las seis actrices podrían subir a recoger un Emmy el próximo septiembre y sería de justicia en cada caso. Pero sólo puede ser una, y parece que éste será finalmente el año de Sarah Paulson, nominada perenne desde 2012 y que ha convertido gracias a su talento a Marcia Clark en la heroína de American Crime Story: The People v. OJ Simpson. La facilidad de Paulson para dar vida a cualquier rol, su humildad como actriz y la determinación que le imprime al personaje, entre otras cosas más, hacen que su actuación sea redonda. Y si no fuera por que compite contra Kirsten Dunst sería nuestra favorita, pero es que lo hace Dunst en Fargo tiene más mérito, porque Peggy Bloomquist vive en su cabeza, y la intérprete tiene que transmitirnos eso sin excesos, sirviéndose de su nerviosa dicción, su rostro y el sentido del humor del personaje, que le permite salirse con la suya en situaciones muy oscuras. La otra conexión con Paulson se podría establecer con la Kerry Washington de Confirmation, donde brilla dando vida a Anita Hill, que a principios de los 90 denunció el acoso sexual que había sufrido por parte del juez Clarence Thomas. Washington está soberbia, y el mensaje de la TV-Movie de plena relevancia, pero su máximo premio es la candidatura con estas rivales.
De la magnífica y desoladora segunda temporada de American Crime sobresale su gran reparto, con la ya postulante el año pasado Felicity Huffman y la “novata” Lili Taylor, en su tercera nominación en total. Ambas encarnan roles completamente diferentes a la primera tanda, y desde un método de trabajo opuesto (Huffman es todo técnica y Taylor todo instinto) recrean el sufrimiento de sus personajes ante las circunstancias que la denuncia de una agresión sexual entre chicos desata en su universo. La primera da vida a la directora de la escuela cuyos alumnos tuvieron el encuentro y la segunda a la madre de la supuesta víctima, y su labor es ejemplar. Por último, el caso más curioso de todos. Durante casi seis meses, Audra McDonald representó en Broadway Billie Holiday: Lady Day at Emerson’s Bar & Grill, un espectáculo que recrea una de las últimas actuaciones de la mítica Billie Holiday en un café, donde canta y habla de su vida durante 90 minutos, sin otras interacciones, y que le dio a McDonald su sexto premio Tony, batiendo así el récord de actriz más galardonada. Mientras la representaba en Nueva Orleans, HBO grabó la actuación y la emitió el pasado marzo, lo cual le ha dado a la actriz esta mención. No es por tanto una adaptación televisiva de la obra, es la obra grabada y televisada. Una hora y media de interpretación, y una ya laureada, se merecen todos los elogios. Pero quizá un Emmy sea demasiado, aunque podría dar la sorpresa.