Las tinieblas del Príncipe
crítica de Miles ahead (Don Cheadle, Estados Unidos, 2015).
La mayoría de las películas biográficas suelen arrojar una mirada complaciente sobre el personaje que retratan, aunque, en el necesario ejercicio de honestidad, se adentren en sus sombras. Miles ahead es poco benévola, diferente a otros biopics, pero muy efectiva. Tomando la biografía de Miles Davis resulta obvio: el príncipe de las tinieblas era un músico excepcional y a la vez una personalidad oscura. El filme arranca con un Davis (Don Cheadle) avejentado y recluido en su casa del Upper West Side neoyorquino. La atmósfera del apartamento es pesada, igual que la pierna que arrastra cojeando de un lado a otro de la sala plagada de botellas vacías. Davis se comunica en directo con un programa de radio y el locutor parece haber recibido una llamada del mismo Dios. Pero el genio musical se ha esfumado hace tiempo, junto al amor y a las otras razones que hacen feliz a un hombre. La película se centra en esos años, finales de los 70, en los que el músico se apartó de la luz pública, atrapado en una espiral de drogas y dolor. Como contrapunto aparece Dave (Ewan McGregor), un periodista musical que tratará de rescatarlo de la oscuridad y devolverlo al lugar al que pertenece.
Miles ahead narra el período de silencio que siguió a una época dorada (la de álbumes míticos como “Scketches of Spain” “Milestones" y "Kind Of Blues), y precedió a otra de fusión con ritmos pop y eléctricos. Cinco años desconocidos para el gran público y que permiten al filme escapar a la tentación del ruido y los flashes, para centrarse en el hombre. Un período inexplorado, si, pero no por ello poco documentado. En Miles. La autobiografía, el músico no escatima detalles en recordar los abusos e infidelidades domésticas, su adicción a las drogas, su fuerte temperamento (en la película, al igual que en el libro, Davis utiliza la muletilla motherfucker –hijoputa– cada diez palabras). Un material de primera bien empleado en un guión que parece una pieza musical del propio Davis: adelante y atrás, el libreto nos lleva del angustioso presente a un pasado feliz en el que aún reinaba la dulce Frances (Emayatzy Corinealdi), su primera mujer. El metraje tampoco esconde la actitud dominante sobre Frances (a quien exige abandonar su carrera como bailarina “porque una mujer debe estar en casa cuando llega su hombre”) y los maltratos que acabaron con el matrimonio. Miles ahead se realizó además con el apoyo total de la familia y de la propia Frances Davis, que aportó muchos datos durante la escritura del guión.
Cheadle nos regala una estremecedora interpretación que, casi con un año de anticipación, huele a nominación a Óscar. Para valorarla en su justa medida debemos saber que los músicos afroamericanos de aquel tiempo tenían una forma muy propia de hablar, caminar, gesticular e incluso de sacar la pistola.
El otro nombre propio de la cinta (además del de Davis) es, sin duda, el de Don Cheadle, protagonista, director, coguionista y productor del largometraje. Como actor, Cheadle nos regala una estremecedora interpretación que, casi con un año de anticipación, huele a nominación a Óscar. Para valorarla en su justa medida debemos saber que los músicos afroamericanos de aquel tiempo tenían una forma muy propia de hablar, caminar, gesticular e incluso de sacar la pistola. La recreación de Cheadle es de una fidelidad exquisita. Como director primerizo (es su debut al otro lado de la cámara), su realización rezuma sensibilidad y pasión. Miles Ahead también nos recuerda a las películas de gángsters negros, con persecuciones de coches, asesinatos en húmedos callejones y crack. American Gángster con Denzel Washington y New Jack City de Wesley Snipes, son dos ejemplos de este tipo de cine. Y esto es lo que más enfadado tiene a los puristas. Quizá Miles Davis nunca tuvo que amenazar con su pistola a los ejecutivos de Columbia o escapar de unos mafiosos en el calor de la noche, pero Miles ahead es una ficción, y ésta al final necesita de acción y drama. En defensa del director y de los guionistas hay que decir que la sensibilidad del personaje está también presente en un filme que tardó siete años en nacer y que lo hizo gracias a aportaciones económicas a la web de crowdfunding Indigogo. Esperando ver la luz hay otros proyectos sobre la vida de este gigante del jazz. Miles ahead ya es una realidad que merece las dos horas de visionado. | ★★★ |
Inés Esteban
© Revista EAM / Nueva York
Ficha técnica
Estados Unidos, 2015. Título original: Miles ahead. Director: Don Cheadle. Guion: Steven Baigelman, Don Cheadle. Productoras: Bifrost Pictures / Crescendo Productions / Naked City Films. Presentación Oficial: Festival de Nueva York. Música: Robert Glasper. Fotografía: Roberto Schaefer. Reparto: Don Cheadle, Ewan McGregor, Michael Stuhlbarg, Emayatzy Corinealdi, Lakeith Lee Stanfield, Morgan Wolk y Austin Lyon. Duración: 100 minutos.