No corren buenos tiempos para Mel Gibson. Al que fuera una de las estrellas indiscutibles de Hollywood, protagonista de sagas tan taquilleras como las de Mad Max o Arma letal, y excelente director de títulos como Braveheart (1995), La pasión de Cristo (2004) o Apocalypto (2006), le han pasado factura un difícil carácter y sus opiniones políticamente incorrectas. Cada vez son menos los guiones que llegan a su mesa y, desde la reivindicable Vacaciones en el infierno (Adrian Grunberg, 2012) no le habíamos visto en un papel protagonista. Blood Father podría ser esa oportunidad perfecta para recuperar al actor, ya que cuenta con todos los ingredientes para convertirse en un éxito de taquilla. Su argumento bebe claramente de la franquicia Venganza que ha convertido a Liam Neeson en un tardío héroe de acción, con otra historia de exmilitar que se enfrenta a unos traficantes de droga que quieren acabar con la vida de su hija adolescente. Un argumento no muy original, basado en una novela de Peter Craig, que, sin embargo, ha sido puesto en imágenes por un realizador tan interesante como el francés Jean François Richet, ganador del César al mejor director por el díptico Mesrine (2008) sobre la vida del gángster apodado “el hombre de las mil caras”, y artífice del curioso remake de la obra de John Carpenter Asalto al distrito 13, donde dejó constancia de su buena predisposición para el thriller. William H. Macy, Diego Luna y la joven Erin Moriarty, vista en The Kings of Summer (Jordan Vogt-Roberts) acompañan a Gibson en un estiloso filme de acción que podría reactivar la alicaída carrera de Gibson y que tiene previsto su estreno el 26 agosto, distribuida por Icon Film Distribution,
Tráiler en versión original / Póster
Blood Father es una producción de Why Not Productions.