El director y crítico de cine Mark Cousins despertó el interés internacional en 2011 con The story of film: An odyssey, un ambicioso documental emitido en formato de miniserie para televisión en el que se abordaba la cinematografía desde un punto de vista muy particular, casi realizando una reescritura de su historia y reclamando la importancia de los directores como creadores, artistas. Este año, Cousins llama de nuevo la atención con un sugerente proyecto. I am Belfast es un documental con algunos toques de ficción que diluyen los límites entre géneros, y se adentra, como su nombre indica, en la historia de la capital de Irlanda del Norte, desde la perspectiva de una anciana de 1.000 años de edad. La película cuenta con el soporte de uno de los más brillantes directores de fotografía del mundo, Christopher Doyle —responsable de, entre muchos otros títulos, lo mejor de Wong Kar-wai, In the mood for love—, quien plasma como ningún otro la belleza visual, la lírica presente en el relato. Concebida casi como una carta de amor a su ciudad natal, a sus raíces socioculturales y su turbulento desarrollo, esta no es una crónica al uso, ni mucho menos; es un viaje prácticamente onírico hacia lo más profundo de la condición humana. Tras haber sido visto en el pasado Karlovy Vary, I am belfast se podrá ver, cómo no, en el Belfast Film Festival el próximo 16 de abril. Aún no tiene fecha de llegada a salas españolas.
Tráiler en versión original