La vida en tiempos de invasión
crítica del episodio piloto de Colony.
USA Network | EE.UU, 2016. Director: Juan José Campanella. Guión: Ryan J. Condal, basado en una historia de Carlton Cuse & Ryan J. Condal. Reparto: Josh Holloway, Sarah Wayne Callies, Peter Jacobson, Amanda Righetti, Tory Kittles, Isabella Crovetti-Cramp, Charles Baker, Paul Guilfoyle, Jason Butler Harner, Deidrie Henry, Gonzalo Menendez, Jacob Vargas. Fotografía: Checco Varese. Música: Clinton Shorter.
Parece que Carlton Cuse le ha cogido el gusto a ofrecernos su particular visión de algunas de las tendencias más acuciadas de la televisión reciente. Tras el fin de Perdidos (2004-2010), el guionista ha recontextualizado y llevado al presente el argumento de una película famosa –Bates Motel (2013) de la impecable Psicosis (Psycho, 1960, Alfred Hitchcock–, ha ayudado a Guillermo del Toro & Chuck Hogan a adaptar su trilogía literaria sobre vampiros en The Strain (2014-) y realizó, sin éxito, un remake USA de la serie francesa Les revenants (2012-), llamada The Returned (2015). Ahora, y sin dejar de trabajar en las dos primeras series nombradas, Cuse se ha aliado al joven Ryan J. Condal para tratar el manido argumento de la invasión alienígena, y como suele lograr su idea es bastante interesante. La mejor decisión que se toma, de entrada, es no mostrar a ninguna criatura extraterrestre en estos vibrantes 50 minutos. Están en el cielo, como presencia amenazante, y lo aterrador es comprobar la cantidad de humanos que se han adaptado a vivir según las reglas de la invasión, cosa que en realidad no tardaría en suceder. Con eso, con la realista respuesta a algo tan complicado de creer, juegan los responsables durante todo el episodio, dosificando la información y jugando sabiamente con las expectativas de la audiencia, que como siempre se hace varias cábalas por minuto buscando poner en orden lo que vas aprendiendo de los personajes y sus relaciones.
La historia arranca cuando empieza el día de la familia Bowman, una rutina que no parece nada destacable (se quieren, disfrutan de la compañía del otro), pero desde que el padre sale por la puerta y se dirige al trabajo, notamos que algo falla. Estamos en una sociedad tensa, donde la gente mira por encima del hombro y la policía ejerce su poder con inusual descaro. Para cuando llegue el cliffhanger que despide el capítulo, sabremos muchas cosas más. Los responsables de Colony saben que no hay nada especialmente novedoso en la historia que están contando, así que son inteligentes y enfocan sus energías en hacer que el déjà vu no se enfatice demasiado. Por eso, aunque ya estén claros los buenos y los malos, los elementos a batir y el tortuoso camino del héroe con un objetivo claro, el interés no decae nunca en todo el metraje. Ayudan las eficaces interpretaciones de un elenco notable y también la creación de momentos climáticos y más o menos inesperados (ese cliffhanger al que ya hemos aludido, el escondiste bajo el camión).
Hay una Resistencia que se opone con violencia a la gente del espacio, hay unos representantes humanos de los alienígenas en la Tierra que se manifiesta como una esfera de afortunados ricachones, y hay un ejército policial que ejecuta con brutalidad el trabajo asignado, sin plantearse las cosas dos veces. En medio, por supuesto, el factor humano, con este núcleo familiar que nos lleva por las diferentes maneras en que la invasión ha afectado a la sociedad (escasez de alimentos y medicación, limitaciones profesionales, miedo constante a ser llevado) de manera rutinaria pero no muy evidente, hasta formar la presentación de entrada a este nuevo universo en el que nos vamos a mover durante nueve entregas más. Al timón, el oscarizado cineasta argentino Juan José Campanella, que lleva años dirigiendo series en Hollywood y compaginándolo con su cine hispanoparlante, y que afronta su incursión en la ciencia ficción –más concretamente, en su variante realista– con tanta profesionalidad como falta de personalidad. Lo que nos puede hacer volver a Colony, es que sus responsables han sabido captar nuestra atención. Los motivos de la invasión, la noción compartida de los humanos de que no ésta no es permanente, el tenso doble juego que plantea el desenlace y la curiosidad por saber cómo ha cambiado el mundo son interrogantes lo suficientemente jugosos como para que apetezca ver al menos el segundo episodio. USA Network se encuentra en un momento muy dulce con el gran éxito de la extraordinaria Mr. Robot (2015-), lo cual se puede manifestar en apuestas más arriesgadas para una cadena que suele apostar sobre seguro. La serie que nos ocupa tiene potencial, así que solo quedar verla para comprobar si éste aflora o si ganan los convencionalismos. [75/100]
Adrián González Viña
© Revista EAM / Sevilla