Se impone la sorpresa en Londres
Palmarés de la 59ª edición del London Film Festival.
Primero Cannes, después Sarajevo, y ahora Londres. El hijo de Saúl (Saul fia), una de las grandes películas del año, se queda sin otro máximo galardón en un evento de prestigio. Todo hacía indicar, y más con la recepción de la crítica durante la semana, que el filme húngaro se impondría en la Sección Oficial de esta hipertrofiada 59ª edición del Festival de Londres. El certamen, organizado por el BFI, parecía la plaza perfecta para un largometraje que encabeza las apuestas en la lucha por el Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Recordar que los dos últimos años, con Ida (2013) y Leviatán (2014), Londres ha premiado a una futura nominada en la categoría. No lo será esta temporada, ya que Chevalier, a la postre vencedora, tendrá que esperar al año que viene para, a través de los Premios del Cine Heleno, saber si representará al país mediterraneo en los Oscars 2017. Gran triunfo para Athina Rachel Tsangari, que ya había pasado con buena nota por Locarno, y que logra el espaldarazo para una cinta cuya distribución será complicada, como toda la filmografía de la autora griega. Algo que no le sucederá a uno de los sleepers de este curso: The Witch. Alabada en Sundance, Karlovy Vary y Sitges, la ópera primera de Robert Eggers ha obtenido el Premio Sunderland a la mejor primera película. Más que merecido. Una de las grandes sorpresas del año al que le auguramos un enorme éxito en su paso a las salas comerciales. Para finalizar, el documental australiano Sherpa, de Jennifer Peedom, ha conseguido el Premio Grierson al mejor documental. Una obra que homenajea a esos héroes anónimos que dan su vida para que estrellas de la escalada consigan derribar las barreras de la naturaleza.