Meryl, las sufragistas y la polémica
Crónica de la jornada inaugural del BFI London Film Festival 2015.
Potente arranque del 59º Festival del Cine de Londres, que este año presume de nuevas instalaciones en casi todos sus frentes, de la oficina de prensa a los recintos en los que se proyectarán las cintas. Después de más de un año de reformas, por fin la prensa acreditada puede dejar atrás las avejentadas —y muy incómodas— salas que se han sufrido otros años, para trasladarse al recién inaugurado Picturehouse Central, un espectacular multicine de hasta siete pantallas donde parece que por fin se podrán ver las películas con la calidad que toca. Pero eso será mañana. Hoy, día de la gala inaugural, estaba reservado a Suffragette, la película de Sarah Gavron sobre el movimiento sufragista que llegaba precedida por unas críticas considerablemente buenas a su paso por Telluride, especialmente para sus actrices protagonistas. Por supuesto, eso significa que venía acompañada de dos cosas más: polémica y Meryl Streep. De la controversia de las camisetas con el slogan «Prefiero ser rebelde que esclava», que tantas críticas ha despertado en ciertos sectores de la sociedad americana, se habló, aunque más bien poco y casi todo con ánimo bastante conciliador. Mucho más interesante fue la presencia en el festival de Meryl Streep, quien a pesar de aparecer en lo que es poco más que un cameo glorificado, parece haberse tomado muy en serio la promoción del filme; la actriz dejó algunas perlas más que interesantes sobre su identificación (o no) con la palabra “feminista”, y sobre la igualdad en la industria, no sólo entre quienes hacen las películas sino también entre la crítica cinematográfica, donde, una vez más, las mujeres están en inmensa minoría (168 mujeres por 760 hombres en Rotten Tomatoes, 2 mujeres por 37 hombres en el Círculo de Críticos de Nueva York). También habló sobre The Writers Lab, el proyecto que creó para apoyar a las mujeres guionistas de más de 40 años, del que aseguró que habrá nueva edición el próximo año. Y porque parece que últimamente el debate sobre el tema acompaña a Meryl allá a donde va, incluso la alfombra roja vivió su pequeño momento tenso cuando un grupo de mujeres de la asociación Sisters Uncut se tumbó a la entrada del cine para protestar contra los recortes del gobierno británico en materia de lucha contra la violencia de género.
No pocas emociones para un arranque de festival que se presenta con enormes expectativas, y cuyo leitmotiv este año, según los propios organizadores, son las mujeres. A la notable Sufragette —a la que le dedicaremos un texto en unas horas— se le unirán en esta edición hasta una cincuentena de películas dirigidas por mujeres de todo el mundo, y actrices de la talla de Cate Blanchett (que recibirá el premio BFI Fellowship), Helen Mirren, Kate Winslet, Maggie Smith o Rooney Mara, entre otras muchas, presentarán distintas películas de las que oiremos hablar mucho y muy bien este año. Del primer día poco más hay que contar, ya que la programación del festival está siempre diseñada para no hacer sombra a la película inaugural. Las únicas presencias destacables han sido Mountains May Depart (Jia Zhangke, China, 2015), reciente ganadora del Premio del público a la Mejor Película Europea en San Sebastián, y la española El cadáver de Anna Fritz (Héctor Hernández Vicens, 2015), que podremos ver en Sitges, y que por cierto ha gustado bastante entre el sector de la crítica más aficionado al cine de género. Mañana nos podremos resarcir de la escasez de hoy con un programa de lo más variado, del biopic de Trumbo (Jay Roach, 2015) al aterrador relato de los niños soldado de Beasts of No Nation (Cary Joji Fukunaga, 2015), pasando por el documental He Named Me Malala (Davis Guggenheim, 2015), sobre la joven activista Malala Yousafzai, y por la última película de los hermanos Larrieu, 21 nuits avec Pattie. De todas ellas y muchas más os hablaremos en los próximos días.
Judith Romero Esquerra
© Revista EAM / 59º London Film Festival