Estreno en España y Estados Unidos: 16 de octubre.
Tres años se ha hecho esperar el siguiente trabajo como director del viejo Rey Midas de Hollywood Steven Spielberg tras la irregular cinta histórica Lincoln (2012), con la que logró 12 nominaciones a los Óscars. Con El tren de los espías (Bridge of spies, 2015) vuelve a basarse en hechos reales para ofrecer un thriller político que promete seguir la linea de uno de sus mejores filmes de los últimos años, Munich (2005). El argumento sigue los pasos de James Donovan, un abogado de Brooklyn al que la CIA confía una peliaguda misión: negociar con la Unión Soviética la liberación de un piloto estadounidense que ha sido detenido por el enemigo tras ser derribado el avión U-2 con el que intentaba captar desde el aire detalles de posibles instalaciones armamentísticas. Todo esto en plena Guerra Fría entre los bloques occidental-capitalista y el oriental-comunista.
Con guion de los hermanos Ethan y Joel Coen, cada vez más involucrados en proyectos ajenos, en colaboración con Matt Charman, El tren de los espías es una de las grandes apuestas de Fox y Disney, unidas para la ocasión para financiar una aventura que ya desde el tráiler presenta grandes opciones de cara a la próxima carrera de premios. En primer lugar, la fotografía de Janusz Kaminski, habitual del cine de Spielberg y ganador de dos Óscars por, precisamente, La lista de Schindler (1993) y Salvar al soldado Ryan (1998), y la música de Thomas Newman sabrán otorgar al proyecto la dimensión épica que se merece, ayudados por un excelente trabajo de ambientación. En el apartado interpretativo, el carismático Tom Hanks vuelve a colaborar por cuarta vez con el director tras los buenos resultados comerciales de Salvar al soldado Ryan, Atrápame si puedes (2002) y La terminal (2004), poniéndose en la piel del atribulado abogado protagonista. Un personaje ideal para que Hanks pueda lucirse y aspire a hacerse con su tercera estatuilla dorada tras las obtenidas por Philadelphia (1993) y Forrest Gump (1994). La siempre efectiva Amy Ryan, el veterano Alan Alda y Mark Rylance arropan a la estrella en papeles secundarios. Confiemos en la comprobada eficacia de Spielberg para construir un apasionante relato de espionaje, con ingredientes de drama judicial que, sin ofender la inteligencia del espectador, seguramente no renuncie tampoco a la faceta más espectacular de aquellos acontecimientos.
