Estreno en España: 9 de octubre.
Después de haber arrasado en el pasado Festival de Berlín, donde se hizo con el Oso de plata y el Gran Premio del Jurado, la esperadísima y muy controvertida película chilena El club (2015) llegó a las salas de cine de su país de origen el 28 de mayo, logrando entusiastas críticas que la encumbraban como una casi obra maestra y, sin duda, uno de los títulos indispensables del cine de habla hispana de 2015. Los hermanos Juan de Dios Larraín y Pablo Larraín vuelven a dar un paso adelante dentro de una filmografía que les ha reportado grandes éxitos como Tony Manero (2008), Post Mortem (2010) y, sobre todo, No (2012), aquel drama político protagonizado por Gael García Bernal y ambientado en la dictadura militar chilena, que consiguió una celebrada nominación al Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Pese a que la soberbia Amor, de Michael Haneke, le arrebató la estatuilla, aquella presencia en los premios supuso todo un triunfo para el cine chileno.
El club es un drama psicológico de alto voltaje, triste y desgarrado, que toca un tema polémico y que la Iglesia siempre se ha encargado de intentar tapar: el de los abusos sexuales de algunos curas hacia niños inocentes. La película se ambienta en una casa situada en un pequeño pueblo costero alejado de todo, donde cuatro hombres y una mujer viven enclaustrados, purgando por terribles errores del pasado a los ojos de Dios. Se trata de un grupo de curas y una monja que les sirve de cuidadora, a los que la Iglesia ha desterrado con el fin de mantener sus sucios pecados lejos de la opinión pública. La tensa calma de sus vidas se verá perturbada con la llegada de un quinto sacerdote que reabrirá viejas heridas. Una atmósfera asfixiante, potenciada por el excelente trabajo de Sergio Armstrong en la fotografía, y un impecable plantel de excelentes actores, casi todos ellos habituales en el cine de los Larraín, como Roberto Farias, Alfredo Castro, Alejandro Goic, Alejandro Sieveking, Jaime Vadell, José Soza y Antonia Zegers, ex-esposa de Pablo Larraín y actriz fetiche, son dos de las principales armas con las que El club promete dar mucho que hablar en los próximos meses, tanto por lo explosivo que resulta hablar de la trastienda oscura de la religión, como por su incuestionable calidad cinematográfica.