Simple song
Top 10 de la 50ª edición del Festival de Karlovy Vary.
La sala de prensa está desierta. Tan solo quedan los responsables del departamento y un par de rezagados afinando la penúltima crónica. Al alzar la vista del teclado, se aprecian un sinfín de papeles abandonados a su suerte, pressbooks huérfanos y diarios del certamen acompañando a regletas sin brillo. Fuera, se escuchan las últimas proyecciones en salas huecas o personas levitando, comentando el palmarés del festival. «¿Cuál es Bob and the trees?», pregunta una joven. «No la hemos visto», responde su partener de camino. ¿Y cuándo podrán volverla a ver? Seguro que pronto, si lo desean, de forma individual o por separado. Y, ¿el resto de europeos? Tendrán que esperar. La inmediatez no es el fuerte de certámenes como Karlovy Vary. Es parte de su encanto. El apelativo inédito cobra en la ciudad de la Bohemia una fuerza inusitada. Es por ello que cada año la prensa acreditada aumenta un cincuenta por ciento. Ésta, ahora, debe estar copando todas las cenas, parties y afterparties del Thermal al Grand Hotel Pupp. Y un servidor aquí, con ustedes, despiéndose desde el torreón más solitario de esta preciosa ciudad. Con el tema Simple Song de la banda sonora de La giovinezza sonando en los auriculares. ¿Qué mejor final, no? Han sido diez grandes días. Ahora toca volver a casa, y se hará con una enorme sonrisa. Esta 50ª edición del Festival de Karlovy ha sido un encuadre perfecto. Antes de dejarles con la tradicional lista con las 10 mejores películas del KVIFF, agradecer tanto a la organización como al Centro Checo de Madrid su ayuda. Con ellos todo ha sido mucho más fácil. Brzy, Vary.