Los hilos
crítica a The Word (Obietnica, Anna Kazejak-Dawid, 2014)
La femme fatale ha sido siempre una figura de lo más recurrente en el cine negro desde aquellas memorables caracterizaciones de actrices clásicas como Lauren Bacall, Joan Bennett o Gene Tierney. Bellas mujeres de apariencia indefensa que utilizan toda su capacidad de seducción para manipular a su antojo al protagonista masculino, llevándolo al extremo de cometer los más atroces crímenes con tal de satisfacer sus caprichos. Kathleen Turner y Jessica Lange fueron dos de las más representativas durante los 80 gracias a sus interpretaciones en las geniales Fuego en el cuerpo (Lawrence Kasdan, 1981) y El cartero siempre llama dos veces (Bob Rafelson, 1981), respectivamente. The Word (Obietnica), segundo trabajo como directora de Anna Kazejak-Dawid tras el drama futbolístico Cerdos voladores (2010), supone una curiosa vuelta de tuerca sobre el personaje de la mujer fatal en donde la trama criminal se desarrolla en unos ambientes mucho más juveniles de los habituales.
La joven y desconocida Eliza Rycembel se mete en la piel de Lila, una maquiavélica adolescente que, ante la infidelidad de su novio Janek con una de las animadoras del instituto, le pone una difícil prueba de amor que deberá cumplir en un plazo de 24 horas si quiere recuperarla. El argumento no es nada nuevo bajo el sol, ya que tiene, prácticamente, el mismo punto de partida que los títulos antes citados. La única novedad radica en que los personajes que se comportan de manera tan amoral son chicos que están comenzando a descubrir los sinsabores de la vida adulta. La directora demuestra saber manejar muy bien la intriga sin necesidad de mostrar ni una sola escena violenta, haciendo de la sugerencia un acierto. Desde la escena de apertura, directa y muy reveladora, en donde Lila le da el ultimátum a Janek a través de una videollamada de Skype, las cartas quedan puestas sobre la mesa sin ningún tipo de ambigüedad. En pocos minutos, las personalidades de sus dos personajes principales quedan perfectamente definidas –Lila es una chica de carácter fuerte, caprichosa y manipuladora, que sabe cómo usar sus armas para llevar al más débil y dependiente Janek a su terreno–, y la semilla que desencadenará la tragedia queda plantada. De manera bastante costumbrista, la cámara sigue a Lila a lo largo de ese decisivo día, mostrándonos su entorno familiar y su círculo de amistades, haciendo que el espectador, de alguna manera, sea capaz de entender (que no compartir) la conducta de la muchacha.
Bajo su fachada de thriller televisivo, la cinta de Kazejak-David presenta no pocos elementos interesantes. Habla de las nuevas formas que tienen los jóvenes de relacionarse, a través de redes sociales y conversaciones virtuales que, en muchos casos, pueden ser malinterpretadas, pero, sobre todo, hace una incisiva crítica hacia la educación de los padres a los hijos. Progenitores divorciados y tan preocupados en sus propias nuevas relaciones –con parejas mucho más jóvenes, cómo no– que descuidan la atención de unos hijos en edad difícil que, de la noche a la mañana, amenazan con convertirse en unos auténticos desconocidos para sus familias. Estos temas tan peliagudos y a la orden del día están presentes, de manera latente, en cada uno de los fotogramas del filme, siendo tanto o más valiosos que la propia historia criminal. The Word ofrece una visión pesimista y descarnada del mundo adolescente, tal vez no tan áspera como la que ofreciera, por ejemplo, Larry Clark en sus polémicos trabajos, pero sí bastante transparente a la hora de mostrar la cara menos amable de la juventud actual. Aquí no hay lugar para dulce romanticismo, ya que la historia de amor es, en todo momento, turbia e insana y está afectada por secretos inconfesables. Formalmente, estamos ante una obra muy bien rodada y musicalizada, con una atractiva y moderna estética que en nada tiene que envidiar a cualquier producto norteamericano salido de Sundance. Su más que aceptable ritmo hace que estemos ante un título en todo momento entretenido y del que es imposible despegar los ojos en ningún momento. El nivel actoral también es más que correcto, sobresaliente incluso en el caso de Eliza Rycembel, muy contenida e inquietante en su personificación de la peligrosa Lila. Es una lástima que el tramo final de la historia resbale hacia unos terrenos demasiado trillados de drama judicial mil veces visto y que, en última instancia –aun con toda su carga crítica–, la película deje tan poco poso en el espectador. No es un trabajo desdeñable, ni mucho menos –fue recompensado con una Mención Especial del Jurado en el Cinema Jove de Valencia–, pero sí menos trascendental y original de lo que podría haber sido en manos de otro director más experimentado. | ★★★★★ |
José Antonio Martín
Las Palmas de Gran Canaria
Ficha técnica
Polonia-Dinamarca. 2014. Título original: Obietnica. Directora: Anna Kazejak-Dawid. Guión: Anna Kazejak-Dawid, Magnus von Horn. Productores: Lukasz Dzieciol, Jesper Morthorst. Productoras: Opus Film, SF Film Production ApS, Cameo Film. Fotografía: Klaudiusz Dwulit. Música: Kristian Eidnes Andersen. Vestuario: Paulina Sieniarska. Montaje: Morten Højbjerg. Dirección artística: Marcel Slawinski, Kasia Sobanska. Reparto: Eliza Rycembel, Mateusz Wieclawek, Magdalena Poplawska, Dawid Ogrodnik, Andrzej Chyra, Bartlomiej Topa.