Cannes 2015 | Palmarés: Dheepan, de Jacques Audiard, Palma de Oro

Jacques Audiard, ganador de la Palma de Oro

Audiard triunfa en la fiesta privada del cine francés

Palmarés de la 68ª edición del Festival de Cannes

En una de las entregas del Festival de Cannes con peor bagaje crítico para el cine francés que se recuerden, se ha impuesto la contradicción y cierto grado de chovinismo. El jurado, encabezado por los hermanos Coen, ha barrido para casa y ha otorgado la Palma de Oro a Dheepan, de Jacques Audiard, la única película que salvaba los muebles galos durante estos diez días de certamen, pero muy alejada de cintas que rozaban la maestría como The Assassin, La juventud, Mountains May Depart o Saul fia, incomprensible. Audiard ha hecho saltar todos los bancos de apuestas con una obra que ocupará un lugar secundario en su siempre sugerente filmografía. Pero el dislate no ha acabado aquí, Vincent Lindon –lo único destacable de La loi du marché— y Emmanuelle Bercot –por su papel protagonista en la sólo decente Mon roi—se han impuesto a nombres como Michael Caine o Cate Blanchett, favoritos a priori a los premios interpretativos. Se confirma el abrazo eterno de Cannes a Maïwenn Le Besco, la representante más floja de la nueva generación de realizadoras francesas. El guiño a Bercot, que comparte premio con la sobresaliente Rooney Mara, resulta totalmente desafortunado. Y más teniendo una grande como Blanchett de opción. El galardón a Lindon, por otro lado, era una de las posibilidades. Siempre majestuoso, el veterano actor de Boulogne-Billancourt consiguió el laurel más importante de su dilatada carrera. Lástima que fuera en lugar de un Michael Caine sensacional en La juventud. El emocionante discurso posterior de Lindon poseía las palabras propias de un homenaje. Quizá, con el filme equivocado.

Menos internacional que nunca, visto el cuadro de honor, el festival ha patinado por el gran número de cintas galas en Competición, y por una elección final con la que van a correr ríos de tinta los próximos días. Ya avisaban las condescendientes y relamidas palabras de los presentadores galos durante la ceremonia. Una suerte de César con medio mundo tras la pantalla. Por suerte, el tiempo reivindicará protagonismo para algunas de las olvidadas y también para otras que debieron estar mucho más alto en el palmarés. Son los casos de The Assassin y Saul fia. La primera se tuvo que conformar con el Premio a la Mejor Dirección. El rostro, de perdedor habitual, de Hou Hsiao-Hsien lo decía todo. La segunda, gran revelación, es desde ya una de las grandes aspirantes al EFA. Ese descarnado y original retrato del Holocausto promete dar muchas noches de gloria a la cinematografía magiar. Con probabilidad, si algo pasará a la Historia de esta 68ª tirada de Cannes será el descubrimiento del joven László Nemes. El gran Béla Tarr, desde su sofá aquineo, debe estar más que satisfecho con su pupilo. Un orgullo que, en menor medida, tendrán México, Grecia y Colombia con los entorchados para Michel Franco –premio al mejor guion y que ya ganara hace tres años en Un Certain Regard con Después de Lucía—, Yorgos Lanthimos –Premio del Jurado por The Lobster— y César Augusto Acevedo –ganador de la Cámara de Oro y de dos premios en la Quincena de Realizadores, Revelación y SACD—. El cineasta colombiano se une, así, al gran éxito del cine sudamericano que comenzó el jueves con el máximo escalón en la Semana de la Crítica para la argentina La patota, y continuó el viernes con su homólogo de la Quincena para la también colombiana El abrazo de la serpiente. Mientras Frémaux sigue poniendo excusas por la falta de cine hispano-parlante en los apartados competitivos, el resto de secciones aplauden propuestas del cada vez más rico cine iberoamericano. A falta de nuestra habitual publicación con las 10 mejores películas, ponemos punto y final a una inolvidable edición de un Cannes que siempre depara fuertes emociones. A continuación, el palmarés.