Cannes, Berlín o Venecia albergan cada año los tres festivales más prestigiosos de cine en Europa. Actos en los que huele a Dior y se sirve champán del caro y que son de lo más suculento para la prensa y el gran público. Certámenes en los que, además de extraerse críticas de las películas, se obtienen fotografías de los actores luciendo sus mejores galas. Pero lejos del papel couché, de los esmóquines y de los vestidos de alta costura encontramos una serie de festivales europeos de cine de autor donde la fama de los implicados es menor, pero en que la calidad de los filmes no anda a la zaga de los anteriores. Sesiones de proyección donde se abordan, mayormente, temáticas de índole social y que sirven para promocionar a los jóvenes talentos locales, donde los cortometrajes y documentales tienen reservado un hueco importante y además gozan de una calidad y un poder que empieza a superar el de las grandes producciones. Y si hablamos de sus precios, éstos son totalmente accesibles para los que deciden asistir.
El Festival Europeo de Cine Independiente, por ejemplo, es una muestra que habitualmente tiene lugar en París que tendrá lugar entre el 10 y el 12 de junio y que este año celebra su décima edición. O su homónimo en Bruselas, con fechas parecidas (del 5 al 12 de junio). Y en una línea similar encontramos el LIFF (London Independent Film Festival). La capital británica, como la francesa y la belga, rezuma vanguardismo a la vez que supone un crisol de oportunidades para los desconocidos. El LIFF llega un poco antes: su decimosegunda edición tendrá lugar del 16 al 27 de abril. En Roma, tiene lugar desde 2002 el RIFF (8-14 de mayo), un acto que trata de ser el eco en que directores locales puedan mostrar sus trabajos y empezar a despuntar, aunque también dando cabida a artistas internacionales. Algo similar ocurre con el Aarhus Independent Pixels (15-18 de octubre), celebrado en esta localidad danesa y cuya primera edición fue el año pasado. Tiene como principales temáticas el cortometraje y la fotografía, mientras que su objetivo es promocionar a talentos escandinavos de más de 30 años.
En la península encontramos dos interesantes iniciativas más. Por un lado el Indie Lisboa (del 23 de abril al 3 de mayo), que tiene una característica destacada: además que promover lo alternativo, guarda un espacio llamado Indie Júnior reservado a su público más joven. Y como obviar el Festival de Cine Europeo de Sevilla, que tiene lugar a final de año (6-14 de noviembre). Por la capital andaluza pasaron en anteriores ediciones figuras como Bigas Luna, John Turturro o Colin Farrell. Festivales todos ellos de calidad, a la vez que una ocasión para los amantes del séptimo arte que resultará asequible para todos los bolsillos.