Premios del Sindicato de Diseñadores de Vestuario 2015

Poco ha hecho la 17ª edición de los Costume Designers Guild Awards por esclarecer el Óscar a mejor vestuario. Así, las dos indiscutibles favoritas de la categoría, Milena Canonero (El gran hotel Budapest) y Colleen Atwood (Into the Woods), se han alzado como vencedoras en las áreas de época y fantasía, respectivamente, tal y como el abajo firmante auguró en su día. Por tanto, habrá que esperar al 22 de febrero para la batalla final. Por su parte, Birdman ha dado a Albert Wolsky el galardón de la categoría contemporánea, derrotando por enésima vez a Boyhood en los galardones de los sindicatos. Empero —peleándose con el teleprompter— Patricia Arquette presentó el Premio a Colaborador Distinguido para Richard Linklater, el cual éste recogió honrado: “Al margen del actor, no puedo pensar en nadie de quien dependamos más para crear cada personaje que el diseñador de vestuario”.

De hecho, toda la ceremonia giró en torno a la cercana relación entre cineastas y diseñadores. “Somos los colaboradores de estos maravillosos directores”, dijo Canonero al recoger el merecidísimo premio por El gran hotel Budapest. “Es muy divertido trabajar con Wes Anderson. La gente cree que es un maniaco del control, pero no es así. Al margen de las pequeñas cosas, te da gran libertad (…) “Ésta es mi tercera colaboración con él (…) Y espero que no sea la última”, añadió. También Wolsky, poseedor de dos Oscars gracias a Empieza el espectáculo (1979) y Bugsy (1991), se mostró agradecido de trabajar con Alejandro González Iñárritu, aunque definió su trabajo para Birdman como “un laberinto sin final”. Por su parte, Colleen Atwood, poseedora de tres premios Óscar —dos de ellos, por films de Rob Marshall: Chicago (2002) y Memorias de una Geisha (2005)—, aprovechó su discurso para satirizar sobre lo difícil que puede ser trabajar con actores egocéntricos. Con Into the Woods, la excelente diseñadora batió a cuatro de los films más exitosos del año: Guardianes de la galaxia, El hobbit: La batalla de los cinco ejércitos, Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte I y Maléfica.

Y, hablando de superproducciones, Harrison Ford presentó el Premio del Sindicato al Mérito para Aggie Guerard Rodgers, con quien trabajó en American Graffiti (1973), La conversación (1974), El retorno del Jedi (1983) —incluyendo el mítico bikini de la esclavizada Princesa Leia— y El fugitivo (1993). Por su parte, el Premio Edith Head al Avance y Educación en el Arte del Vestuario fue a manos de la activista y expresidenta del CDG Deborah Nadoolman Landis, mientras que el Premio Lacoste, destinado a intérpretes excelentes concienciados con el diseño de vestuario, fue a manos de Naomi Watts. “Me alegro de poder quedarme con toda la ropa de mis películas por contrato”, afirmó la actriz tras disfrutar de un vídeo de clips de sus producciones, “me encanta la ropa. Me encantan los diseñadores. Siento que es una parte importante de mi vida. Crecí vistiendo las ropas confeccionadas a mano por mi madre, quien se convirtió en diseñadora de vestuario (…) Cuando acepto un papel, empiezo desarrollando ideas con el director, pero pronto entro en contacto con el diseñador de vestuario. Los intérpretes ponemos corazón, mente, sangre y alma en nuestros papeles, pero el vestuario es una parte imprescindible de ello”. Con estas bellas palabras, Watts nos recordó la —a menudo olvidada o sencillamente ignorada— importancia del diseño de vestuario, no solo para el plano visual de la película, sino como elemento clave de la propia narración | Juan Roures (Madrid).